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sábado, 30 de diciembre de 2017

POEMA FIN DE AÑO

Cuando escucho las campanadas de Fin de Año
abro antiguos álbumes de fotos, 
aspiro el olor de mis padres y sueño
con escaparates en tafetán rosa,   
parejas de ballet que danzan valses y minués,
mientras vinos y manjares giran alrededor
de la perversa justicia de los pobres,
                                                               del abrazo de lo desconocido.



Cuando escucho las campanadas de Fin de Año
encendemos el árbol de Navidad, escanciamos
el champán, y tú, como en los cuentos de hadas,
me enlazas por la cintura de mi vestido nuevo,
confiesas lo mucho que me amas,
y entre velas y zapatitos de cristal,
haces promesas, juramentos efímeros.
                                                               Cruzas el sueño de la vida.
                                                              
Y en el palacio clandestino, recibo la luz       
de los volcanes, tu cielo cálido,
el temblor de los goces.
Entonces saboreo el rostro de la vida,
las alegrías del Nuevo Año:
Saboreo villancicos, voladores y la tierra
que prende de nuevo. El ciclo perenne
de la vida que se extingue
                                                               y reverdece.


Queridos amigos: Feliz Año Nuevo y que los Reyes Magos nos bendigan y nos regalen: oro, incienso y mirra.

Con mi abrazo apretado. Luis y Rosario
                                                                                    

martes, 26 de diciembre de 2017

¿QUÉ SE YO DE LA NAVIDAD?


Es la pregunta que se hizo Paul Auster cuando el New York Times le encarga un cuento navideño que finalmente se lo inspiró su amigo Auggie Wren, un fotográfo que retrata, diariamente la misma esquina del barrio de Brooklyn. Una historia que fue la simiente de la película Smoke. Un relato que recorre la realidad sentimental del alma humana. 

Porque la literatura descubre mundos nuevos, materializa el sueño en un papel, decía Patrick Modiano. A veces es inspiración de películas, un regalo que nos recuerda el significado de La Navidad, desde los clásicos de los hermanos Grimm y Andersen al Cuento de Navidad de Charles Dickens, al maravilloso film ¡Qué bello es vivir! de Frank Capra, retrato de la nostalgia navideña, una razón de ser y de estar en el mundo.

Películas inspiradas en hechos ficticios o reales. Familias que, en alas del progreso intentan infundir  la esperanza de que algún día podremos vivir en un mundo mejor. Y acogen a un mendigo en su mesa entre manjares, vinos y el arbolito que parpadea entre copas y acordes de villancicos, entre risas o llantos de la Noche Buena. Películas basadas en ideales de dolor, en el caos, olvido e indiferencia de pueblos sometidos al terrorismo, violencia, guerra, en las que la fuerza de la Navidad solo es capaz de conseguir unas horas de tregua. No el fin del conflicto, esa paz tan deseada y recordada en estas fechas. La paz duradera que no se gana porque la guerra es un negocio repugnante de poderosas potencias militares que hieden.

¿Qué sé yo de la Navidad?     

De esa Noche que nace el Niño Dios, de aquella infancia en que Papá Noel golpeaba la puerta de nuestra casa y, sin saber qué hacer, ni qué decir: gritábamos, movíamos las manos y los brazos con gran alboroto, mientras él agitaba una ruidosa campana y se acercaba a cada uno de nosotros que lo observábamos con cierto temor.

Entonces, sin prisas y con aire de bondad, se inclinaba ante el árbol navideño que habíamos adornado con tanto amor, y depositaba a sus pies numerosos regalos colmando las aspiraciones de todos. Mientras yo, a escondidas tras los pantalones de mi padre, miraba como se despedía.
Han pasado muchos años pero todavía estoy poseída por ese hombre del que no estoy segura de que fuese de carne y hueso, de que fuese real, por lo que al igual que Auster, confundida, me pregunto:
¿Qué sé yo de la Navidad?  

Foto de una Navidad linda, hace mucho tiempo.


jueves, 21 de diciembre de 2017

De nuevo, la lotería de Navidad, la lotería del gordo.

La ilusión de los pobres.

                                              
    Si no fuese por el soñar siempre
                                                   Fernando Pessoa.


       No sé por qué pero siempre he asociado el Sorteo Extraordinario de la lotería de Navidad con la ilusión de los pobres, con la ilusión de aquellos españoles que esperaban con ansiedad que al fin les tocara el gordo, con el personaje de Luces de Bohemia, con Max Estrella en la calle, ciego, enfermo, abandonado en un portal mientras su amigo Latino le saqueaba el billete de lotería, en aquel Madrid hambriento.

       Lo asocio con un rumor alegre, con un despertar diferente. Alrededor de la radio escuchando a los niños de San Ildefonso cantando números, cifras, entre el apasionante rumor de las bolas que guardan los secretos, los sueños oscuros, la esperanza somnolienta, un futuro mejor para nuestra existencia.  



      En aquella España, no muy lejana en que ellas, amas de casa la mayoría soñaban con ganarse una suculenta cesta llena de felicidad. Soñaban con servir una mesa rebosante de vinos, de jamones y de esperanzas. Un Año mejor con las despensas llenas.

       Ellos fantaseaban también con la fortuna, con no tener que levantarse todos los días, casi de madrugada, a trabajar más de ocho horas… y muchos tener que aguantar a un jefe dominante e incompetente, y todo eso por la comida y un poco más. Así junto a la radio o al televisor, en trance, contemplábamos los nuevos millonarios y la alegría de los propietarios de la administración de la lotería diciendo que el premio había ido a parar a gente trabajadora.

       Pero lo que me costaba comprender es el por qué no le tocaba al mejor hombre que he conocido, a mi padre, que sin querer se ponía triste cuando no ganaba ni el reintegro, aunque no se desanimaba, todo lo contrario con voz convincente razonaba que hasta que no mirara la lista oficial, no había nada perdido.

     Al final terminaba probando con el estímulo de los “Rascados” que es como se le llama a la lotería del Niño. Y me parece estarlo viendo, preso del hechizo, con sus gafas de carey, mirando una y otra vez los miles de números en aquella sábana impresa en donde finalmente se evaporaba las esperanzas, no la ilusión. Porque su ilusión, lo que verdaderamente le importaba, era regalarle el décimo premiado a la parienta. Ese era uno de los sueños de su vida. Para dejarle unos ahorros, para que ella se pudiera comprar lo que quisiera, –y exclamaba por lo bajo-: un vestido bonito, un viaje, una buena casa…

         Pasaban unos días y lo escuchaba hablar con mi madre. Aspiraba, contenía la respiración y al final decía:

        -¡Ay Padrito! No me tocó por un número.

        Pero a pesar de que el mundo se le caía encima, de que se sentía desgraciado, sonreía con tristeza. Sonreía.


        FELIZ NAVIDAD Y MI ABRAZO APRETADO

Foto: entresacada del periódico ABC

domingo, 17 de diciembre de 2017

Cuentos Gozosos y traviesos, invitan a aprovechar la vida a fondo a disfrutar el momento.

Luis León Barreto y Rosario Valcárcel, una pareja de escritores “atrevida”, acaba de publicar en formato “dos en uno” Cuentos traviesos y Cuentos gozosos
Entrevista de Esther R. Medina - Santa Cruz de La Palma 

Juntos en la vida y en la literatura. Los escritores Luis León Barreto y Rosario Valcárcel, una pareja de intelectuales “atrevida”, se han dado un abrazo literario eterno, se han fundido en un libro en el que celebran la existencia y alejan la muerte con cuentos traviesos y gozosos.

 “Este proyecto viene desde hace unos cuatro años, nos ilusionaba, y es un formato que en Canarias se utiliza muy poco, hacer dos libros en uno, con dos portadas, un libro doble, un dos por uno, con más de 400 páginas y más de 100 cuentos, creo que hemos volcado casi lo mejor que tenemos”, asegura Luis León Barreto en una entrevista con La Palma Ahora.



“La iniciativa nació de Luis, un deseo que yo interpreté como una demostración de amor que se prolonga en la literatura, que es en definitiva donde confluye todo: lo que somos y cómo pretendemos llegar a mostrarnos a los demás a través de nuestras emociones más íntimas, de nuestras palabras”, dice Rosario Valcárcel, pionera de la literatura erótica en el Archipiélago.

Cuentos traviesos y  Cuentos gozosos son los títulos de los libros de Luis León Barreto y Rosario Valcárcel, que se publican conjuntamente en un mismo volumen, abrazados. “Es un libro que se complementa mucho porque Rosario tiene una línea diferente a la mía”, asegura Luis. “He incluido algunos cuentos que tienen más de 50 años, de cuando yo estaba estudiando en La Laguna, pero hay también otras cosas más recientes, con una mezcla de realismo y sueños, fantasía; unos buscan la risa, otros la reflexión -la mayor parte-, otros han salido de la violencia de género, del suicidio o de la memoria rural -ambientados en La Palma- y otros suceden en lugares lejanos que hemos visitados en diferentes viajes”, detalla. “Es también un homenaje a los grandes autores que han escrito cuentos cortos y sobre todo a Julio Cortázar”, añade. “Ha quedado bastante sugestivo, a la gente le está gustando ese tono desenfadado, fresco, y diferente a lo que se suele publicar”, apunta. 

En el libro de Luis hay “un acento existencial”. “El paso del tiempo me genera una especie de melancolía por lo que voy dejando atrás y una necesidad de practicar lo que los clásicos llamaban el carpe diem, aprovechar el día, el momento, porque uno va cumpliendo años y se acorta el plazo; la cantidad de amigos que ya se han ido te hace pensar que la vida es muy efímera, muy rápida, que estamos en un mundo muy efervescente pero también bastante caótico por las cosas contradictorias que suceden”. “Creo que el mensaje debe ser aprovechar la vida a fondo, aprovechar cada día, ese es el proyecto nuestro, creo que somos una pareja un poco especial, o diferentes, un poco atrevidos también, en cuanto a que hacemos cosas que otros no hacen, nos gusta mucho viajar, leer, y sobre todo vivir”, afirma. 

Luis León Barreto cree en la literatura como arma para hacer frente a la angustia existencial. “Creas un mundo paralelo, un mundo tuyo, un mundo propio, ficticio, y de alguna manera en ese mundo te sientes muy bien; yo cuando mejor me siento es cuando tengo una historia bien trabada y la estoy trabajando y progresando con ella”, confiesa. También tiene fe en los deseos porque “ayudan a mantenerte vivo”. 

En Cuentos gozosos Rosario revela “historias sobre la memoria, secretos sobre las calles en donde jugaba de pequeña, la playa, el mar… pero también está presente en mi literatura el cine, la adolescencia y el enamoramiento. Voy al encuentro de esa infancia que Benedetti llama el paraíso perdido; quizá porque es la primera memoria, y la última que se pierde, o porque yo nunca quise salir de mi infancia”, indica. “Pero también hay relatos sobre los dominios de Afrodita: el placer y la carnalidad; encontramos a Eros transformado en Tánatos, a la felicidad que se extingue, y no queda más que el sufrimiento, el vacío y la desolación por la que pasamos algunas veces”.

 Rosario explora “los abismos de lo humano, los pensamientos ocultos y las emociones de los personajes”, y se muestra convencida de que “el amor y el sexo pueden salvarnos”. 

El libro se presentó el pasado este jueves en Los Llanos de Aridane y el próximo martes, 19 de diciembre,  a las 20:00 horas, se dará a conocer en la Sociedad Cosmológica de Santa Cruz de La Palma

Durante la presentación del libro Cuentos traviesos, Cuentos gozosos, actuará el cantante palmero, José Carlos Rodríguez. 

Entrevista entresacada del periódico www.eldiario.es/lapalmaahora/

lunes, 11 de diciembre de 2017

DOS POEMAS ERÓTICOS DE JOSÉ OLIVARES



CAPRICHOS
                te quiero plena y decadente
                viciosa con fuego de vestal       
                sacerdotisa del culto lunar
                te quiero enjoyada, tal vez maquillada
                insinuante, radiante, oracular
                neófita perfecta de mi secta
                la de los poetas, magos sin receta
                quiero que se trasluzcan tus tretas
                que provoques una colisión de planetas
                y evoques la religión de lo sexual
                te quiero viciosa con
                un capullo de rosa
                como cabeza cortada
                en ofrenda imperial.


               
                                INMEDIATO DESPUÉS
                la resaca de amor deja rescoldos encendidos
                en la madrugada abandono el lecho prohibido
                busco las primeras luces, el primer café de la mañana
                tus brazos aún se anudan a mi tronco insomne
                tu garganta aúlla con venas inflamadas
                el éxtasis se prolonga en místicos arrobos
                sin culpa ya después, ligero en la vorágine
                me sucedo en los cuerpos con pasión de catástrofe     
                todo será que aprenda el olvido de rastrojos
                arrancarme del alma el tatuaje de tus ojos
                maligna como un ángel de seducción fatal
                eres la adormidera del vértigo letal
                musgo sobre la memoria, el viento contará la historia
                en una playa lejana, un sonrosado anochecer.

  Poemas entresacados del libro Tiranía del Gozo editado por al-harafish, marzo 2006
               
Escribe poemas desde la adolescencia. Vivió algunos años en Madrid. Estudió Historia, Música y Filología en la década de los ochenta madrileños. Su interés central es la creación poética, «poesía aplicada a cualquier ámbito del conocimiento». Con la maleta cargada de letras, sus amigos dicen de él que es un hombre sencillo, sentimental y muy cariñoso. Comparte su vida con otra poeta, la brasileño-gallega, Teka Barreiro. Y aunque expresarse en poemas es su fuerte, dado que considera que «la poesía es un arcano que hace visible lo invisible, y toda disciplina gira alrededor de este enfoque», también se atreve con la narrativa, elaborando relatos cortos. Noel Olivares participa activamente de la vida literaria en las Islas, tanto con sus aportaciones en recitales y encuentros, como en el acompañamiento de otros autores y amigos. Sin ir más lejos, esta misma primavera de 2017 participó en el espacio cultural San Martín del Cabildo grancanario, combinando la música (acompañado por el músico Javier Infante) con la lectura de sus textos breves. Santiago Gil escribió una vez sobre él: «Olivares es un poeta, o más que poeta es un verso suelto en medio de lo prosaico y de esa vida diaria que se nota enseguida que él no entiende aunque no nos diga nunca nada». Texto de: Dragaria.es

Foto Tak televisión 

jueves, 7 de diciembre de 2017

LA INMACULADA CONCEPCIÓN. LA FIESTA DE JINAMAR Y LA CAÑA DULCE


Para mí el mes de diciembre es un mes mágico, es el mes en que las calles y los hogares se alegran con ornamentos navideños, centelleantes, ramos de acebo y flores de Pascua, es el mes en que toda Europa celebra la llegada de Papa Noel. Es el mes que hacemos el Belén y recibimos aquellos Magos que siguieron una estrella para celebrar el Nacimiento del Niño Dios



Y hoy  al llegar de nuevo, el ocho de diciembre, se festeja la ternura de la Virgen, que engalanamos con sus mejores joyas y su vestido azul. Le besamos sus manitas y contemplamos esos ojos suyos que nunca se cansan de mirarnos, y sin saber por qué evocamos los sueños.

Porque son los días en que el pueblo de Jinamar celebra la Festividad de su patrona, el dogma de fe que celebra la Iglesia. La expresión de amor y belleza de la Virgen, la obra de Dios predestinada a la Maternidad divina y será por eso, que recuerdo que mientras mi madre vivió, coincidiendo con la Festividad de la Purísima, como ella decía, se celebraba el día de las Madres.

 El día más grande para los habitantes y vecinos del pueblo de Jinamar porque en definitiva es el día de la madre de todas y todos. El día en que festejan a su Patrona y a La Caña Dulce. Una fecha en que sus habitantes vuelven la vista atrás y evocan los ingenios de azúcar, el intercambio con Flandes, desde donde venían productos, tejidos, obras de arte que intercambiaban por el azúcar. Un hecho que modificó la estructura social y creó riqueza tanto económica como paisajística. Hoy seguimos recordando la huella que -en ocasiones- solo la arqueología puede reconocer.

Y sin olvidar que estos días son de maná y de hambre, de desigualdades, hombres, mujeres niños; años tras año repetimos las tradiciones, visitamos a Nuestra Madre, cumplimos nuestras promesas, bailamos y saltamos, y alegres y emocionados lloramos, temblamos, y con las manos llenas de fervor  hacemos nuestras ofrendas

Recorremos ese camino sin fin, nos arrodillamos y rezamos por los enfermos y los menos desfavorecidos a aquella misma Virgen que redimió en su día a los cautivos sarracenos, Sí, a la misma Virgen que sobrevive a los siglos, a la que protege nuestras vidas y nos espera en la otra orilla con ese Amor grande, grande que solo una Madre sabe dar.

Por eso hoy, como cuando era pequeñita, grito:


-¡Viva la Madre de Dios, Viva la Inmaculada Concepción y La Caña Dulce.

viernes, 1 de diciembre de 2017

NAÚFRAGA EN TU PIEL, IRMA ARIOLA

Nos hemos hecho “humanos” poco a poco, y en esa evolución ha tenido mucho que ver el concepto de sexualidad, el juego, el placer, los sentimientos, tanto que el género o las múltiples acepciones que la palabra encierra, tienen hoy un marcado carácter social, político, y hasta literario.

Desde la Antigüedad y sobre todo en Grecia y Roma se disfrutó del sexo con una actitud libre y lúdica. Así en el país helénico la homosexualidad masculina  se consideraba la más alta expresión del amor y a partir de la poeta Safo de Lesbos, la sexualidad de los humanos ha sido materia para la literatura, para la pintura, como nos lo demuestra los hallazgos de los murales en las Termas Suburbanas de Pompeya, hasta que paulatinamente se impone una moral judeocristiana en la que el sexo y su gozo se convierte en un elemento de mortificación y pecado.


Poco a poco, la antropología, los estudios culturales y los grupos de liberación homosexual, sobre todo el movimiento feminista, han coincidido en que era necesario hacer un cambio con el tema sexual, un tema impuesto durante siglos. Así las voces de mujeres y hombres nos plantean un desequilibrio rebelde y subversivo,  un deseo de traspasar la línea de lo íntimo. Nos plantean un cambio trascendental en la comprensión del homoerotismo masculino y femenino.

En ese camino hemos tenido que esperar casi a los años noventa del pasado siglo, para que se produjera la eclosión de publicaciones de amor con temática LGTBI, para que la literatura y las artes nos muestren  sin tapujos ni medias tintas el inicio del amor entre dos chicos o el sexo entre dos chicas... esa opción estética y filosófica que nadie se atrevía a decir su nombre durante mucho tiempo: Lesbianismo




Y hablando de sexo, “Naúfraga en tu piel” el último libro de poesía de Irma Ariola Medina Cuevas, pero seguro que no el último en publicar, habrán más, muchos más porque su creatividad es imparable, nos muestra un arrastre poético amoroso, un tratamiento de la homosexualidad femenina, repleta de fascinación por el sexo, por un sexo que ocupa todos sus versos. Una creatividad que surge de un vertiginoso deseo de escribir y escribir de la que yo he sido testigo por los momentos de amistad que hemos mantenido durante algunos años. 

Un libro que desprende el sentimiento de la intimidad, “el lirismo del amor, su ensoñación” y sus fantasías eróticas, quizás porque sentía la necesidad  de plasmar poemas inquietantes y oscuras emociones. Una autora que nos arrastra a una relación personal, al amor con vocación eterna, al amor posible, gozoso hasta la extenuación, aunque dejando escaso rastro de lesbianismo en algunos de sus textos como en el poema ANSIAS

Hidrátame la piel a sorbos, / desnúdame los silencios / con tus besos.

En otros poemas Irma Ariola es más directa y coloquial, con un lenguaje vivo y un lesbianismo que se hace implícito y deseante. Ese deseo que impregna todo lo que hacés como dice Cristina Peri Rossi :

Bésame /y escucharás  el río / de tus aberturas / sonar entre mis cuerdas, /deslizas tus manos /en mi cofre secreto / hasta abrir la llave / del candado mágico /con la suavidad /de los dedos acoplados. /

El tema principal de “Naúfraga en tu piel” es el amor y sobre él giran los escarceos poéticos de Irma Ariola, imágenes y símbolos que pertenecen al mundo que le rodea, al ámbito de la naturaleza de la isla que habita –el mar, las olas, los astros,  la luna…- Una naturaleza que se convierte en símbolo erótico: Imagen romántica, vitalidad y cambio - que identificamos con la vida sexual humana como en el poema EBRIA:

Paseo por tu cuerpo, / lo recorro pausadamente, / salta  la ola en tu regazo, / desfallecemos  juntas en un mismo astro…

Irma Ariola bordea en “Naúfraga en tu piel” el amor, el deseo y el sexo. Explora el laberinto de la pulsión sexual. La homosexualidad como celebración de la vida, o como confirmación de ella. Palpa en el cuerpo, en el goce y la alegría del homoerotismo, así podemos leer en  TREPO POR TUS MUSLOS:

Eres la rosa en mi corazón/ eres el aire de mis pulmones, / mi  ninfa reposada en mi pecho /te  siento llena de puro amor. /
Trepo por tus muslos hasta tus senos /gritas de deseos en medio del silencio, / te juro amor eterno, / te colmo de besos hasta saciar mis ansias, / desciendo hasta el valle, / recorro hasta el pozo del apetito / bebo de tu agua transparente.
Belleza de mujer, / te admiro en la madrugada, / nuestro amanecer se llena de luz y estrellas; /los gemidos son la melodía perfecta / entre delirios transitorios /al llegar juntas al cenit.

La poesía de Irma Ariola va más allá del amor entre dos mujeres porque ella trenza y destrenza el amor y el sexo y nos evoca ese paraíso personal que ella sabe impregnar de luz y vida.

Pero Irma Ariola, es también pintora, no sé si una poeta-pintora o una pintora-poeta. Una pintora que escribe quizás para reivindicar un lugar que nos rechazaba  y nos rechaza en algún momento este mundo injusto, este mundo de desasosiego que vivimos. O escribe poesía como válvula de escape para sobrevivir o para deshacerse de sus demonios. O quizás, igual que García Lorca, se siente tan llena de poesía que quiere ser todas las cosas y en el caso de nuestra poeta  abarcar registros como: Técnica Agente de Igualdad, Guía intérprete de Inglés y Alemán…
 
Afirma su profesor de pintura José Sosa Servan que su obra tiene sus raíces en los carteles modernos del siglo XX y siglo XXI, y realmente ese registro se manifiesta con claridad en las pinturas y los dibujos que Irma Ariola  nos ofrece en su libro de poemas “Naúfraga en tu piel” realizados a carboncillo o acrílicos sobre lienzos en los que destaca figuras de mujeres, unas con actitud sensual y provocadora,  otras con grave y sosegada melancolía entre sombras conjuradas.

Nos revela mujeres que se aman. Mujeres que dialogan, que recrean una historia. Mujeres semejantes a diosas llenas de poder. Mujeres sutiles, inmersas en un laberinto de intensos sentimientos, construyendo una trepidante trama de amor. Mujeres jóvenes, silenciosas y secretas, sensuales con rostros de facciones afiladas que transmiten el mensaje de la ansiedad, el temblor del deseo erótico.

Siluetas con fondo blanco y alguna nota de color amarillo o rojo en una búsqueda lujuriosa. Desnudos realizados en acrílicos sobre lienzo. Cuerpos femeninos a lo largo del lienzo, con colores que aportan serenidad y calidez, donde predomina la gesticulación teatral de los personajes. Obras en la que la sensualidad queda plasmada, en la que Irma Ariola muestra un gesto de ternura y de deseo femenino.

Celebra  Irma Ariola Medina Cuevas en este nuevo libro de poemas “Naúfraga en tu piel” el deseo permanente de libertad. 

Muchas Felicidades y el deseo que este nuevo libro tenga un largo, largo recorrido.