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viernes, 21 de febrero de 2020

Espejos y fantasía erótica, poema del espejo


POEMA DEL ESPEJO
Déjame ser tu espejo, supliqué aquel día,
recuerdo que tu mano se estremeció en la mía.
Jose Angel Buesa
José Ángel Buesa
Yo que envidio tu espejo, quiero saber que siente
al copiar en la alcoba tu cuerpo adolescente.
Detrás de los almendros, casi como del fondo
del mar, surgió la luna, con su espejo redondo.
Te vi de pie en la sombra, junto al lecho vacío
se oyó un rumor de sedas, como el rumor de un río.
Y yo, como el espejo de aquella alcoba oscura,
yo, allí solo contigo, reflejé tu hermosura.
Fue un instante, en la sombra. No sé bien todavía
si eras tú, si fue un sueño, o una flor que se abría.
Muchacha de la noche de un día diferente,
yo no envidio a tu espejo, ya sé que nada siente,
Ya sé que te duplica sin comprender siquiera
que eres mujer, y hermosa como la primavera,
Pues si lo comprendiera saltaría en pedazos
por el ansia imposible de tenderte los brazos.
José Ángel Buesa
Observar nuestro cuerpo, acariciarlo en el momento del acto sexual y enviar besos a nuestro reflejo, nos puede ayudar a admirar nuestra belleza, a expresarla. A comunicarnos con el espejo, a sincerarnos con él. A observarnos, a memorizarnos, y a la vez nos puede provocar una excitación, una envoltura libidinosa, complaciente. Un deseo sexual.
La comunicación de los reflejos a través de los espejos se puede considerar como la búsqueda de nosotros mismos en donde podemos expresar sensaciones naturales, sensaciones que nos transportan a unas alturas eróticas inesperadas, porque no podemos olvidar que somos seres creativos y ese encuentro sexual con nosotros mismos podría ser un momento maravilloso para jugar y sentir, para alimentar nuestra alma.
Pero hay que tener cuidado porque puedes caer en la ipsofilia, que consiste en la excitación por uno mismo. La persona misma es el objeto sexual. Y dicen que tiene su origen en el mito del narciso.
El uso de los espejos estuvo prohibido en los monasterios. No obstante para la religión sintoísta el espejo es símbolo de la virtud del espíritu, es un objeto sagrado que refleja integridad y pureza eterna, las interioridades del alma.
Y hablando de espejos la Venus del Espejo o Venus y Cupido, una de las obras más misteriosas y famosas de Velázquez, muestra una mujer que disfruta contemplando su propia desnudez, por allá por los años mil seiscientos aproximadamente. El artista nos la presenta en una pose erótica, tumbada sobre una cama y mirando a un espejo que sostiene el dios del amor sensual, su hijo Cupido.
José Ángel Buesa fue un poeta cubano nacido en el año 1910 y fallecido en 1982. En su adolescencia se muda a Cienfuegos y empieza a plasmar en sus versos el paisaje que lo rodea. Aún joven se traslada a la Habana, donde se incorpora a los grupos literarios existentes. Pero más tarde se ve obligado a abandonar Cuba para empezar una peregrinación por España, Islas Canarias, El Salvador y finalmente Santo Domingo. Murió en la República dominicana.
Buesa puede no ser el mejor de los poetas contemporáneos cubanos, pero, paradójicamente, es uno de los más queridos por la gente llana, lo que comúnmente conocemos como “el pueblo”.
Aparentemente estuvo enterrado en Santo Domingo durante unos años, pero un grupo de fanáticos de sus poemas de Puerto Rico consiguieron, con la anuencia de su viuda, que sus restos fueran llevados a Miami, donde ahora descansan.
facebook/rosariovalcarcel/escritora

sábado, 15 de febrero de 2020

Premios Oscar 2020


     
Por Eduardo Sanguinetti, filósofo y poeta.

Noche un tanto más aburrida que de costumbre que consagró a Bong Joon Ho como el primer director que consigue el Oscar a mejor película por una producción no hablada en inglés "Parásitos".

Irónico, que una película que ha sido filmada para denunciar, ridiculizar y hacer daño, a cuenta de la soberbia de los privilegiados en un mundo superlativamente desigual e injusto como éste, se haya convertido en el privilegiado éxito de la temporada. Siendo consecuente, si hiciera nuestra (o la Academia de Hollywood hiciera suyas) las enseñanzas del film coreano, la gala de los Oscar no tendría que existir, o al menos no presentarse a competir.

Demuele de inmediato lo que pretende denunciar Bong Joon Ho, pierde toda la potencia de la autenticidad, al pregonar lo que no cristaliza en acto de vida, o sólo es una fábula metafísica el film, el mensaje elocuente es para distraer a millones de espectadores que dejan su dinero en las salas de cine, la eterna historia capitalista que el coreano intenta derrumbar. La hago más fácil, no se puede estar en contra del cambio climático y volar en jet privado.

La Academia decidió quedarse con la anomalía dentro de un discurso general más o menos homogéneo. Mirando con cierta distancia, hay que decir que la mayor parte de las películas nominadas tratan del cine en el cine; del cine como experiencia compartida; del cine como historia común; del cine, de la memoria, del tiempo mismo del cine. “Érase una vez... en Hollywood”, que habla de exactamente lo que dice el título, pasando por “El irlandés”, que no es más que una lectura hacia dentro, entre dientes, de la filmografía entera de Scorsese en la voz de Scorsese, pasando igualmente por “Dolor y gloria”, que no es más que cine que devora cine, Almodóvar al cubo, ninguna de ellas ganó. Venció la opuesta, “Parásitos”. Entonces, adiós al ensimismamiento global, bienvenido cine denuncia y combativo, al menos en la pantalla.

Joaquin Phoenix ganó sobremerecidamente el Oscar al mejor actor, recibido entre lágrimas y emoción inocultable. Laura Dern consiguió lo suyo no tanto por su trabajo en la ninguneada “Historia de un matrimonio” como por el mejor y más comentado monólogo de los últimos años visto en una pantalla (el de la Virgen María). Brad Pitt mejor actor secundario, también hizo referencia al impeachment. El film maestro “El irlandés” quedo sin nada, luego de presenciar como la irrelevante Ford vs. Ferrari se llevaba dos Oscar. Eso duele. Su único premio fue el reconocimiento público y emocionado a Scorsese de, otra vez, Bong Joon Ho, el único con capacidad para salirse del guion.

Luego la resucitada Renee Zellweger se llevó también lo que le tocaba por “Judy”, remasterizada en un film para olvidar. Todo predecible, inexplicable, ¿deducible? En fin, es Hollywood, no la vida, que transita por otros senderos, los esencialistas, impuestos en tendencia vintage, por usinas del mundo espectacular de la academia hollywoodense que nos cocina el porvenir cada año… y el show continúa.



martes, 11 de febrero de 2020

Dos poemas de la poeta cubana, Lizette Espinosa



  PUEDO SENTIRTE
 
A mi padre
Irrumpo junto al viento
en la casa solitaria.
Puedo cerrar los ojos
y sentirte.
Tus pasos como besos,
tu aroma como agua de montañas.
No has olvidado nada.
Las voces en la radio,
el café borboteando
su negro melodrama.
Y yo no abro los ojos,
para verte llegar de nuevo
hasta mi cama.

  

 DE LA TIERRA

Soy tierra,
y de la tierra nace
mi voz primigenia.
Son de tierra los días
que amasan mis manos.
Soy verde,
grama húmeda recién podada
donde pastan los dioses.
Soy,
principio y fin
de un árbol.
                         De la tierra y otros poemas


  Lizette Espinosa: Nació en La Habana, Cuba (1969). Es poeta y narradora. Ha desarrollado su vida profesional en el campo del diseño aplicado a la arquitectura y la ingeniería. Es co-autora de: Pas de Deux, libro de poemas y relatos publicado en el año 2012 por Snow Fountain Press.

Colabora en revistas literarias como Baquiana, Conexos, y Nagari. Poemas suyos han sido incluidos en publicaciones digitales en Argentina, Colombia, España y Estados Unidos. Actualmente reside en Miami, Florida

  

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