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miércoles, 17 de diciembre de 2025

De nuevo, los niños de San Ildefonso y la Lotería de Navidad

 





                                              

    Si no fuese por el soñar siempre

                                                   Fernando Pessoa.

 No sé por qué, pero siempre he asociado el Sorteo Extraordinario de la lotería de Navidad con la ilusión de los pobres, con la ilusión de aquellos españoles que esperaban con ansiedad que al fin les tocara el gordo, con el personaje de Luces de Bohemia, con Max Estrella en la calle, ciego, enfermo, abandonado en un portal mientras su amigo Latino le saqueaba el billete de lotería, en aquel Madrid hambriento.

        Lo asocio con un rumor alegre, con un despertar diferente, alrededor de la radio escuchando a los niños de San Ildefonso cantando números, cifras, entre el apasionante rumor de las bolas que guardan los secretos, los sueños oscuros, la esperanza somnolienta, un futuro mejor para nuestra existencia.  

            En aquella España, no muy lejana en que ellas, amas de casa, la mayoría, soñaban con ganarse una suculenta cesta llena de felicidad. Soñaban con servir una mesa rebosante de vinos, de jamones y de esperanzas. Un Año mejor con las despensas llenas.

            Ellos fantaseaban también con la fortuna, con no tener que levantarse todos los días, casi de madrugada, a trabajar más de ocho horas y, muchos tener que aguantar a un jefe dominante e incompetente, y todo eso por la comida y un poco más.

            Así junto a la radio o al televisor, en trance, contemplábamos los nuevos millonarios, la emoción desbordada, los llantos y la alegría de los propietarios de la administración de la lotería, juntos con los afortunados brindando, diciendo que el premio había ido a parar a gente trabajad  Pero lo que me costaba comprender es el por qué no le tocaba al mejor hombre que he conocido, a mi padre que, sin querer, se ponía triste cuando no ganaba ni el reintegro, aunque no se desanimaba, todo lo contrario, con voz convincente razonaba que hasta que no mirara la lista oficial, no había nada perdido.

     Al final terminaba probando con el estímulo de los “Rascados” que es como se le llama a la lotería del Niño. Y me parece estarlo viendo, preso del hechizo, con sus gafas de carey, mirando una y otra vez los miles de números en aquella sábana impresa en donde finalmente se evaporaba las esperanzas, no la ilusión, porque su ilusión, lo que verdaderamente le importaba, era regalarle el décimo premiado a la parienta. Ese era uno de los sueños de su vida. Para dejarle unos ahorros, para que ella se pudiera comprar lo que quisiera, –y exclamaba por lo bajo-: un vestido bonito, un viaje, una buena casa…

            Pasaban unos días y lo escuchaba hablar con mi madre. Aspiraba, contenía la respiración y al final decía:

        -¡Ay Padrito! No me tocó por un número.

 Pero, a pesar de que el mundo se le caía encima, de que se sentía desgraciado, sonreía con tristeza. Sonreía, sonreía.

        Lo mejor que puedo desearles para el 2026, vivan, sueñen y sonrían como cuando éramos niñas/os.  Ah y suerte con la lotería. 

        FELIZ NAVIDAD CON MI ABRAZO APRETADO

blog-rosariovalcárcel.blogspot.com

 

viernes, 31 de octubre de 2025

Lola May entrevista a Luis León Barreto en la Casa Museo Benito Pérez Galdós

 

En la tarde del martes 28 de octubre, 2025 nos dábamos cita en la Casa Museo Pérez Galdós, para comenzar la nueva temporada de Lecturas compartidas, leyendo a los nuestros.

La alegría se hizo presente después del largo período estival q
ue se nos alargó por tres meses. Abrazos y bienvenidas endulzaron el ambiente para deshacernos en versos.
Iván Iván Cortes nos regaló su brillante interpretación de rapsoda con un extenso poema; Alfonso Antón, un precioso y emotivo relato; María Del Carmen Rodríguez Alejandro, Menchu para nosotros, uno de los poemas de su esposo Chanito Torres; Veph Cabrera, un poema de ensoñación; Chicha Reina Jiménez , nos dedicó un poema de amor vibrante; Cita, nos deleitó con un mini relato lleno de amor por su tía; y, Aurelio, armonizó la velada, siempre servicial.
Alrededor de las 19:00 horas, llegaba a la Casa Museo Pérez Galdós, nuestro invitado, el primer invitado de esta nueva temporada Leyendo a los nuestros, Luis León Barreto, acompañado de su compañera Rosario Valcárcel.
Tratamos de bucear en la interesante vida del palmero de pro que es este periodista y escritor que logró configurar a los astros para hacer brillar la magia del éxito literario con su octava publicación, allá por el año 1981.
Trabajador incansable, un treintena de libros alcanzan su palmarés junto a varios premios importantes que prestigian su buen hacer.
El intelectual no dudó en mostrarnos su lado más humano y sensible, despertando en la concurrencia momentos de pura emoción, mientras recodaba la figura de su progenitor. Evidenció su sagaz juicio sobre el momento dulce de los muchos grupos de lectura; la importancia de personajes ya consolidados de nuestro archipiélago; alguna valoración sobre las instituciones insulares; y la sencillez de su vida tranquila que solo altera para asistir a la opera y atender las solicitadas comparecencias a Encuentros literarios y algunas conferencias.


Acabamos tomando unos snacks antes de la cena que nos permitieron preparar la vuelta a casa satisfechos por tanta riqueza compartida.
Gracias a todos.
Nos vemos el 18 de noviembre con otra invitada de excepción.

Lola May

jueves, 23 de octubre de 2025

SINERGIA POÉTICA



Del 13 al 15 de octubre de 2025 se celebraron las Jornadas Poéticas de Otoño en Madrid, en lugares emblemáticos como la Sala Miguel Cervantes, de la Casa de América y la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla, de la Universidad Complutense de Madrid, organizadas por Abra Canarias Cultural en colaboración con la Academia Hispanoamericana de Buenas Letras de Madrid y la Fundación Vicente Huidobro, con el ánimo de promover la creación poética y la conversación entre los creadores de uno y otro lado del Atlántico. 




En esta edición contamos con la participación de poetas, editores y traductores de Argentina, Bolivia, Bulgaria, Canadá Costa Rica, Cuba, Chile, España, Estados Unidos, Grecia, Italia, México, y Venezuela. Para ello, se confeccionaron y fueron entregadas a los participantes dos antologías: «Jornadas Poéticas de Otoño 2025» (con todos los participantes al evento) y la «Muestra de Poesía canaria». Se organizaron tres Mesas de debate con diversas temáticas: «La inteligencia artificial en la poesía contemporánea», «La poesía en su traducción y edición» y «La poesía canaria y su vinculación con la literatura hispanoamericana». 


Asimismo, se desarrollaron seis lecturas de poemas por parte de los treinta y seis poetas participantes. La Academia Hispanoamericana de Buenas Letras de Madrid entregó los «Premio Dámaso Alonso» a los poetas José Manuel Lucía (España), Juan Ignacio Siles (Bolivia), como académicos de número y María Elena Blanco (Cuba) como correspondiente en Viena y la «Medalla al Mérito Académico» a Andrés Morales (Chile). Abra Canarias Cultural entregó placas de reconocimiento como «Poeta Latinoamericano destacado» a Andrés Morales (Chile) y «Poeta europeo destacado» a Juan Carlos Mestre (España). La Academia Hispanoamericana de Buenas Letras de Madrid, además, entregó diplomas como «Miembro Asociado» a los poetas Juan Calero Rodríguez (Cuba-España) y Héctor José Rodríguez Riverol (España, Islas Canarias). 



Los organizadores del evento también entregaron placas a Dolors Udina (España) «por su amplia labor como traductora» y a Sergio Marras (Chile) «por toda una vida dedicada a la creación literaria». Por su parte, la Fundación Iberoamericana entregó su reconocimiento anual «Tribus de la Palabra» a Guillermo Eduardo Pilía (Argentina), de manos de su presidente, Theodoro Elssaca. Para cerrar una de las tardes, la actriz Cristina Demo (Argentina) deleitó a los presentes con una destacada actuación en su monólogo «Un arroyo con ínfulas de río».


En la tarde del día 16 fueron presentados los títulos «El poema» de Andrés Morales (Chile), publicado por Abra Canarias Cultural y «Esperando a Ulises», antología poética bilingüe de María Elena Blanco (Cuba), en el Centro de Arte Moderno, Espacio Cultural Borges.
Y la caravana continúa.


Abra Canarias Cultural

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Colaboraron: 
Cabildo Insular de La Palma, Casa de América, Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla y Universidad Complutense de Madrid.

domingo, 28 de septiembre de 2025

Ernesto Rodríguez Abad, creador de sueños.


Por Rosario Valcárcel

La mitología griega etiquetó a Canarias como las Islas Afortunadas o de los bienaventurados, en alusión a la propia naturaleza, a la diosa de la fortuna. Y hablando de fortuna, hoy tenemos la suerte de tener por segunda vez a Ernesto Rodríguez Abad en la IX Artebirgua Literaria Letras en La Cumbre.

Su pasión por la novela, el relato y la narrativa infantil le ha llevado a correr caminos, ver mundos y a su vuelta impartir seminarios, cursos, conferencias, participar en festivales y en universidades españolas y extranjeras, a protagonizar y dirigir grandes obras escénicas como actor y director teatral.


Nació en Los Silos, Tenerife, su lugar de residencia actual. Estudió Filología Hispánica y Francesa, en la Universidad de La Laguna donde hoy es profesor. En seguida comienza a trabajar como investigador como la edición y análisis de la poesía surrealista del tinerfeño Emeterio Gutiérrez Albelo. Ejerce en el teatro como guionista tanto con obras propias como con obras originales.

 Hace más de 30 años ganó el Premio “Santa Cruz de La Palma” en 1994 y 1996 por los textos teatrales La Africana y el Pulpo. Dos años más tarde un accécit por Historias extrañadas en Santa Cruz de Tenerife. Y otro premio en 1998 en el Ateneo de La Laguna por Cosas de dioses.

Pero no nos engañemos, Ernesto es un hombre muy trabajador, disciplinado, tenaz y tolerante premiado también en Túnez por su investigación teatral, en Argentina por la dedicación al mundo infantil. Y siguen los premios en Ecuador, Suiza, Montevideo, República de Uruguay… Imparte seminarios, cursos conferencias y participa en festivales en universidades españolas y extranjeras. Realiza Jornadas de Comedias del Teatro clásico de Almagro y en Centros culturales, bibliotecas, universidades y en festivales de Alemania, Francia, Brasil, México y otros países latinos. 

Desde 1984, su dedicación al teatro lo lleva a dirigir y a adaptar textos narrativos de Jean Cocteau, Valle Inclán, García Márquez entre otros. Obras del teatro clásico del Siglo de Oro, como los guanches de Tenerife de Lope de Vega, Francisco Quevedo e Iriarte y muchos más.

Pone en escena Doña Rosita la Soltera o el lenguaje de las flores Lorca, (1935.), el drama de aquellas mujeres que al no “encontrar” marido les llamaban solteronas. Un rol que se eterniza para ellas, considerándolas algo inútil y sin sentido.

En 1995, Ernesto, crea y dirige el Festival del Cuento de los Silos, un teatro para la infancia, familias, espectadores, lecturas, presentaciones, actuaciones musicales. Un viaje a través de cuerpos entrañables, seres mágicos, casi celestiales que nos rodean con gestos, acciones, palabras, improvisación. Todo acompañado de lecturas, danza, música, mariposas. Y pespuntando sueños: castillos, redobles de tambores entre esculturas efímeras, plataneras…La palabra repleta de pedrerías.

Todo se convierte en fiestas luminosas cubiertas de macizos de flores, árboles que albergan pájaros migratorios y abejorros que cantan la vida. Yo no he tenido el placer de disfrutar del rumor de estos sueños, pero una amiga palmera, llamada Gloria Esther Rodríguez Rdguez, pintora y escritora, participó en el Festival de Silos hace unos años y, al saber que yo iba a estar hoy contigo, mi querido Ernesto, me ha entregado una pequeña sorpresa para ti. Escuchemos la voz de la poeta:

De Ernesto.

Su semblante vestido siempre de sonrisa

siembra en las mentes visitantes,

jardines que invitan a soñar,

en arcoíris de colores…

los pensamientos.  

En la escuela de Espectadores Teatrosilos, continúa con su labor infantil,  dirigiendo y promoviendo en festivales en las islas y península, el eco de gritos y risas de cuando éramos niños.

Ha publicado más de 50 libros de teoría, teatro, narración infantil, álbum, novela y poesía y en el 2019 recibe el nombramiento de académico colaborador de la Academia Canaria de la Lengua. 

Y para festejar la reciente primavera, Ernesto Rodríguez Abad, participa en el Teatro Municipal Capitol, con “La orilla Dorada”, recital poético músico-literario que fusiona la palabra con ese torrente sensorial en los que se arrojan los poetas. Un espectáculo acompañado de voz, violonchelo, violín y guitarra.

 Preguntas:

 P.-Ernesto naciste en los Silos, qué importancia ha tenido tu pueblo en tu forma de escribir, de mirar al mundo, de contar historias. 

R.-  Mi pueblo ha sido mi Macondo. Un lugar para crear y construir mi propio mundo. 

P.- ¿El recuerdo del pueblo en donde naciste es un territorio mítico para ti?

R.- Los Silos ha forjado mi imaginario particular. En mi bosque de laurisilvas crecen seres mágicos, hadas, monstruos y árboles de los que caen palabras. 

 Afirmó Vargas Llosa en la entrega del Nobel. Lo quieran o no, lo sepan o no, los fabuladores, al inventar historias, propagan la insatisfacción, mostrando que el mundo está mal hecho. 

P.- Tú crees que la vida de la fantasía es más rica que la de la rutina cotidiana.

R.- La fantasía es un arma con la que podemos derrotar a la ambición, a la soberbia, a los impostores que deambulan por la sociedad y convertir el mundo en un espacio para vivir. 

 

P.- Has escrito mucho para niños. ¿Qué te atrae de la literatura infantil? ¿Qué buscas provocar en los lectores más jóvenes?

R.- La literatura infantil es necesaria para formar pero sin adoctrinar. Tenemos que generar una infancia capaz de reflexionar, no inculcar ideas en ellos, sino provocar que niñas y niños busquen sus propias ideas. 

 P.-Bailar, cantar o tocar un instrumento es otro de los clásicos que no pasan de moda, ya que son formas de expresión corporal y emocional. 

R.- La escena me permite jugar con las artes. El color, la expresión corporal, Las formas, la música son elementos que se unen a la palabra en escena y te dan la posibilidad de expresar lo que sientes. 

 P.-Has estudiado y enseñado en lugares como Túnez, Francia o Italia ¿Qué te han aportado esos encuentros culturales en tu forma de entender la literatura?

R.- Me han forjado como persona y como artista. Si no te alejas de tu mundo no puedes amarlo y entenderlo de verdad. Túnez fue fundamental en mi formación artística, me hizo ver más allá. No todas las respuestas del arte y del pensamiento están en Occidente. 

 P.- Ernesto, tú crees que la ficción es un refugio de tristes, nostálgicos y soñadores….

 Sin la ficción yo no podría vivir. Mi refugio de la infancia solo lo encuentro en la fantasía. 

El teatro te acompaña desde hace décadas. ¿Qué te da la escena que no encuentras en la escritura? ¿Qué papel juega la emoción en tu forma de dirigir?

 R.- La escena me permite construir un universo verdadero pero efímero y es apasionante saber que lo que estás haciendo solo sucederá una vez. Es fugaz pero verdadera.

 P.- Fundaste el Festival Internacional del Cuento en 1995 ¿Qué te motivo a crearlo? 

R.- El compromiso con mi pueblo. El arte y la cultura son herramientas transformadoras de la sociedad. Yo siento ese compromiso, siempre he tenido una especie de vocación de trabajo hacia la comunidad. 

 P.-Captar la atención de los más pequeños y animarles a sumergirse en el mundo de la literatura, sin olvidar esos momentos de diversión, claro. ¿Quieres añadir algo más o contarnos alguna anécdota?

R.- Son  mágicos y locos. Son seres puros que aún no han aprendido a sobrevivir en la jungla de nuestra sociedad. Una vez un niño me dijo en Colombia, después de ver una obra de teatro mía, que siempre había querido ser escritor y que después de ver mi representación había descubierto a quien se quería parecer. Es el mayor impulso y compromiso que he sentido en mi vida. Es el público más sincero y exigente. 

 P.-Con teatro Silos impulsas una escuela de espectadores. ¿Qué significa para ti formar al público ¿Cómo se enseña a mirar y a escuchar?

R.- Tenemos la obligación, Los creadores, de enseñar a disfrutar del arte. Tenemos que ofrecer a la gente los mecanismos que hacen que leer o asistir a una representación sea un disfrute. Además si la sociedad no aprende a soñar estamos perdidos.

 P.-En todo lo que haces, la palabra es lo esencial. ¿Qué crees que puede cambiar  una historia bien contada?

R.- Un historia bien construida puede disparar la mente de quien escucha o lee. Somos producto de lo narrado, pero a veces lo narrado cae en manos del poder,.El arte es la única verdad, 

 

P.-Y por último: si solo pudieras contar una historia más, la última ¿de qué trataría?

R.- Se titularía el secreto de las palabras, pero aún no estoy preparado para escribir

 

Semblanza y preguntas con el autor realizada en el Encuentro de Escritores en Juncalillo, Artebirgua Literario celebrado el pasado junio, 2025 en Juncalillo Galdar, Gran Canaria.   

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