Cuando hacemos el amor de madrugada
el río se consume y la habitación en llamas
jadea como el bramido de un volcán
que emana recuerdos amarillentos,
esculpe corazones.
Aleja la muerte
Cuando nos abrazamos en la penumbra
tu aliento se pliega con el mío, el sabor
de alisios libertinos agita el placer,
se derriten las penas y los rencores.
Se olvida todo.
Cuando me estrechas y te estrechas,
los espíritus diabólicos se disfrazan,
escucho mi zambullida, las corrientes
dormitadas. Vuelve la calma.
Se olvida todo.
De mi libro d. poemas" Las máscaras de Afrodita".(Idea)
Me ha gustado mucho.... pasaré con más tiempo a leerte.
ResponderEliminarAna