Como docente que he sido no puedo omitir dar mi opinión
sobre la pretendida reforma educativa que
quiere aprobar el gobierno del PP, que no parece el gobierno de todos
los españoles sino de una clase privilegiada,
retrógrada y antipopular que se ha empeñado en llevarnos al caos y a la
pérdida de todos lo avances y logros que ya habíamos conseguido, tanto sociales
y laborales, como políticos y económicos. Esta reforma no la acepta la mayoría
de las familias, ni siquiera aquellas más afines a la ideología pepera ; ni el profesorado, en general; ni los
alumnos, sobre todo los de bachillerato o universitarios, cuyo futuro inmediato
va a depender del grado de formación y preparación que hayan alcanzado.
Se degrada la enseñanza pública, cuando en
los países más avanzados de la Comunidad Europea, a la que los actuales
políticos españoles quieren acercarse lo más posible, tiene más calidad y
prestigio que la enseñanza privada, y en la selección de los docentes se valora
su alta preparación Por eso, los ciudadanos confían más en ella.
En esta España, que
ahora se debate entre la vuelta a las andadas y la incapacidad para solucionar
la crisis, se acepta cualquier presión que venga de las clases dominantes, o
tradicionalistas. Se aplican recortes presupuestarios en la enseñanza publica;
se aumenta la ratio en las aulas, de forma que se retrocede otras vez hasta la
masificación, o se decide que haya separación de sexos, como en los tiempos
franquistas. No se toma en serio la innovación , la renovación, o la investigación.
Lo que se pretende hacer con la enseñanza pública es un suicidio social, y nos puede conducir a nada menos que cien años atrás, cuando en España el analfabetismo alcanzaba al 70 por ciento de la población. Pero eso si: éramos muy folclóricos, muy toreros y más divertidos que nadie...
Los recortes afectan
a los profesores interinos o sustitutos, ya que si un docente baja por
enfermedad, o no le envían la sustitución correspondiente, o tiene que pasar
algún tiempo antes de que lo hagan. Se perjudican, por tanto, los alumnos y los
propios compañeros que han de repartirse los estudiantes que profesor que cause
baja. Un recorte que afecta al material escolar, a las becas, a la
investigación, a la movilidad, a los comedores escolares. Y que aumentaría el
fracaso escolar o el absentismo y abandono de estudios antes de tiempo, de los
que de somos unos de los campeones en Europa. El pueblo quiere que haya una
educación equitativa, que haya igualdad de oportunidades para todos, y que
exista una preparación adecuada tanto en la enseñanza primaria, secundaria, en
la formación profesional o en a universitaria.
El actual gobierno quiere quitarle hierro al asunto, y hasta
se permite el lujo de volver a engañar con las cifras de los centros o personas
que participan en las manifestaciones o protestas callejeras. Está demostrado
que el ministro de Educación, Wert, no tiene muchos seguidores, como no sea el
de sus compañeros de gobierno, o los votantes que tuvo este partido, que fueron
diez u once millones de españoles. ¿Pero qué pasa con el resto?. Si se quiere
reformar el sistema de enseñanza pública y conseguir el prestigio que tiene en
otros países más avanzados que el nuestro, es preciso, que haya consenso entre la administración, la
comunidad educativa y los expertos en pedagogía, con el fin de elaborar las
bases y contenidos, que deben estar adecuados a los tiempos y a la demanda.
Pero está visto que este gobierno, que abusa de su mayoría absoluta, no está por la labor de utilizar medios
democráticos para desarrollar su política y obtener objetivos. Parece que no
aprendemos nunca la lección y llevamos camino de matar a esta débil y deslucida
democracia. Pero nuestros gobernantes siguen en Babia y empeñados en gastos
inútiles,el olvido de las necesidades reales y patéticas de un creciente número
de ciudadanos y en el fomento del
belicismo como si estuvieran proyectando nuevas rutas imperiales, o una nueva
cruzada para llevarnos a todos al Cielo. No importa lo que cueste.
facebook/rosariovalcarcel/escritora; www.rosariovalcarcel.com
Aunque no puedo opinar por desconocimiento de la Ley que se propone, por lo he oído, hay cierta carga ideolizada, lo que no es patrimonio del partido gobernante, éste es un mal endémico que afecta a que cada partido quiere tener su Ley de acuerdo con su ideología.
ResponderEliminarEl ministro habla que ninguna propuesta de Ley ha tenido tanto diálogo como la actual, pero parece que nadie se quiere desvestir de la ideología e imponer su criterio a los demás y así no hay forma de avanzar.
En Japón se está ensayando un nuevo sistema basado en cero patriotismo, cero materias de relleno y cero tarea y que resumen en cinco puntos: Aritmética de negocios, Lectura, Civismo (que se entiende como respeto a las Leyes, convivencia, tolerancia y ecología) computación (Office, Internet, redes sociales y negocio on-line) e Idiomas, culturas, alfabetos y religiones, con lo que esperan que a los 18 años puedan hablar 4 idiomas, conocer 4 culturas, 4 alfabetos y 4 religiones, entre otros objetivos.
Sin que sea una copia de este sistema, probablemente habrá parte del mismo que se pueda adaptar a nuestro sistema., pero la esperanza de que haya consenso, para mí, es completamente nula.