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jueves, 27 de febrero de 2014

SIEMPRE CARNAVAL, relato erótico

Desde pequeña me gustaron los desfiles, los aires marciales, las trompetas y los tambores. Me introducían en el misterio de la Semana Santa, cuando la banda de música rompía el silencio con una explosiva vitalidad.

Ahora contemplaba el cortejo de comparsas semidesnudas, sacudían sus cuerpos, se despojaban de las preocupaciones. Sombreros con plumas de colores llegaban volando desde el océano, derramaban gritos y risas. Todas iban vestidas iguales, y seguían el mismo ritmo. Las sentía acercarse, surgían entre el bullicio de las murgas y las canciones de charanga. Se metían conmigo. De repente, en medio del fragor, oí la voz de Raúl. Recorrí con mi mirada los alrededores, casi no lo reconocí bajo la apariencia de príncipe medieval, me gritaba impaciente de una esquina a otra.

Ese año el motivo del carnaval era la ciudad construida sobre las aguas. Sí, era un carnaval veneciano. Mi nombre resonó entre la música del océano, entre las palpitaciones de sus aguas verdes, entre barcas ancladas,  cúpulas y campanarios surgiendo entre los canales. Miles de mascaritas y de disfraces se habían echado a la calle, buscaban los placeres y la provocación.

-¿Qué haces sin disfraz?
Todos querían renunciar al mundo, atraer las miradas. Volví a casa y busqué rápidamente un disfraz.
-¡Estás tan sexy y atractiva!

Eso dijo Raúl cuando me vio, se quedó fascinado con mi atuendo. La transformación lo sedujo. La luz de las farolas ceñía las formas de mi cuerpo, lo incitaban al amor. Mi melena suelta, desordenada, agregaba un aire ingenuo, como si me acabase de despertar. Sin pensárselo se acercó y me beso la mejilla, los dedos y hasta la frente. Me besó como quien besa una estampita de la Virgen. Y sin embargo me miraba con ojos golositos. Mis piernas se quedaron paralizadas mientras él decía:

―Me gustas mucho, estás muy buena.

Siempre carnaval, murmuraban otras por lo bajo y añadían:

―Nunca me he disfrazado. El rollo veneciano de la máscara no me gusta. Lo encuentro tenebroso, funesto. Se amparan en el antifaz para matar a la gente, se comete adulterio. Eso de disfrazarte hoy de Cleopatra y mañana de payaso tampoco tiene gracia. La reina llevaba un vestido titulado “El sueño de un volcán.”
Me gustaba verme a mí misma, con máscaras o a cara descubierta vivíamos una tarde loca. No nos importaban los chismorreos, éramos desenfreno.

Figuras enmascaradas y otras solitarias hacían su paseíllo por la ciudad con sutilezas atrevidas. Se mezclaba la poesía con el drama. Nos reíamos mucho y aplaudíamos muy fuerte a las carrozas. Lo cotidiano no existía. Solo un universo de ilusión. Nos juntamos con los héroes de ficción y con las murgas que desfilaban. 

Corríamos y bailábamos. Me quedé ronca de tanto cantar. Sonaban pitos murgueros y letras de sus canciones ridiculizando al más pintado. Bañados por una ola de multitudes decidimos recorrer las calles, adentrarnos en los laberintos de Vegueta, refinada y exquisita. Respiraba la parsimonia del tiempo detenido. La noche se había tatuado en misterios. El cielo carmesí reflejaba el ambiente festivo. Estaba emocionada. Unos niños se acercaron y nos envolvieron con serpentinas. Nos abrazamos, sabía que la llave del amor no tenía por qué esconderse en la oscuridad.

Me quite “la máscara", me sentía más guapa que nunca, sacudía mi cabello como símbolo de mi poderío. La aventura me apasionaba, por eso me deje conducir por Raúl.

Olvide los rosarios y el miedo al infierno. Cruzamos los rincones con sabor a viejo, convertidas en atrevidas escenografías. Nada estaba muerto. Mansa y confiada deje traspasar mis impulsos. Rompí las redes del pudor y disfruté como una niña cuando compartimos los oscuros secretos de mi cuerpo, cuando me dejé acariciar bajo los pliegues de aquel complicado disfraz.

―Cada día estas más bella, más deseable.

Me ovillaba en su gesto seductor, en su olor. Me gustaba su olor. Me acercaba a su cuello, aspiraba y lo lamía con suavidad. Acariciaba mi boca, me apretaba contra su cuerpo; quería absorberlo. Se agarró como un pulpo, sus manos en mis pechos, en mis muslos delicados, en mi cintura, en mi cuello. Estaba sofocada.
El mundo hervía de deseos. Estaba alborotada, escuchaba el amor a mí alrededor. Lo olía, lo percibía. Fingía que no miraba. El sexo lo controlaba todo. Me reía como una recién nacida, sin control. Feliz, no quería luchar contra las normas. No estaba haciendo nada malo.

Había perdido la noción del tiempo, sin darme cuenta me identifique con la divinidad a la que pertenecía mi máscara. Sabía que era solo un disfraz, pero la noche es una aliada y ella fue cómplice de mi deseo, de mi transformación. Raúl estaba seguro de saber seducirme, de hacerme dichosa.

Encandilada, lo miraba, pero entre más lo miraba más me gustaba las sensaciones que me provocaba.

Descifre sus palabras y casi sin darme cuenta me encontré en sus brazos, que me desnudaban entre las sombras. Me pasaba la punta de la lengua por mis senos, me llenaba la boca de saliva, descendía sus dedos, tapizaba las sedas de mi piel hasta llegar a esa caverna que me une a las profundidades. Entonces me libó con aquellos labios suyos tan masculinos.  Hizo vibrar mi pistilo. Maniobró afanosamente en mi corola, en mi cálida caverna. Desbocada, sentí un fuerte deseo de ascensión cuando nuestros cuerpos se fundieron.

―Me gustas, cariño –me susurraba.

Experimenté una gran conmoción.  Descubrí la calidez de su aliento, el amar y ser amada. La música de fondo me empujaba de la orilla al horizonte y mi corazón latía tan aprisa que vibró hasta mi zona algodonada del bajo vientre. ¡Cómo recuerdo el instante! Temblorosa cuando intentaba sorberme, como si deseara devorarme a pedacitos. Poseía un perfecto dominio de las caricias que se deslizaban sobre mi cuerpo. 

Busque su mirada, me enajenaba. Igual que un niño me daba besos, pero con la destreza de un hombre,  de un hombre que poseía un badajo que logró despertar nuevas emociones, que me volvía loca. Era la primera vez que me amaban de verdad. Entonces comprendí que había llegado a mi mayoría de edad.

Fotos obra de Isabel Echevarría y otras entresacadas de internet.

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martes, 25 de febrero de 2014

LA CLARINETISTA, CELIA SÁNCHEZ

La clarinetista Celia Sánchez nació en Ingenio, Gran Canaria. Y siendo aún muy pequeña mientras estudiaba en el Colegio Profesor José Sánchez Sánchez, le ofrecieron a ella y a sus compañer@s  la posibilidad de estudiar un instrumento musical. Para ello la educadora escribió en la pizarra una lista de más de media docena de nombres de instrumentos: clarinete, trompeta, flauta, saxofón, percusión, guitarra, piano…


 Celia nunca había visto un clarinete pero, desde que vio esa palabra escrita, se quedó embelesada y sin dudarlo tomó la decisión de que ese era el instrumento que quería estudiar. Al llegar a su casa y contarle a sus padres lo sucedido no se sorprendieron demasiado, solo comentaron que el hecho parecía mágico, que los hilos de la herencia siempre unen, porque daba la casualidad de que Celia es bisnieta de León Sánchez González, primer director de la Banda del Municipio de Ingenio en Gran Canaria, un músico que durante su vida musical tocó el clarinete y dirigió la banda de la Sociedad de Pastos, una institución de carácter social que marcó una etapa importante en la historia de Ingenio.
Así a los diez años comenzó sus estudios de Canto y Lenguaje musical, se sumergió en el aprendizaje técnico y artístico de su clarinete con su primer profesor Juanjo Ortiz. Poco a poco Celia ha ido desarrollando destrezas y gusto por el arte musical, por los sonidos de su clarinete que palpitan como si conociera los secretos de su alma, por el arte de la exploración del mundo y lo compagina con su profesión de analista de laboratorio, el arte de la ciencia que también busca el conocimiento pero de una forma más objetiva.

La labor musical de Celia ha sido forjada en bandas de música aunque se ha interesado por la formación y el estudio de otros estilos. Le gusta la música contemporánea, la moderna, lo nuevo y trabaja en la improvisación libre y en la creatividad. Colabora con recitales poéticos y participa en la Sociedad musical de la Villa de Ingenio.

Escucha Celia Sánchez todo tipo de música, quizás porque toma conciencia de la importancia del papel del músico en la sociedad. Se confiesa fiel defensora de la música hecha en Canarias. Pero Celia es también aficionada a la lectura y a la narración oral y le gusta escribir poesía, refugiarse en la sorpresa de los recuerdos. Tejer y evocar microrrelatos:

La Tarta de Manzana

Prepararé la tarta de manzana fiel a la receta y me dio muchísima satisfacción oír los halagos de mis comensales. Los calmantes hacían su trabajo. Nadie pudo sospechar ni yo entender, mi dedición de triturar la falange izquierda perdida accidentalmente cortando la fruta para la masa del pastel...
Y nos descubre pequeñitas obras de ficción, imágenes que aparecen una tras otra como este fragmento de su relato “Leire”:

En el salón, entre el sofá y la mesa del centro donde aún quedaban restos fehacientes de cocaína, yacía fría e impávida Leire. Al cuello, a modo de boa mortal, los pantis que llevaba puestos y a lo largo de su escuálido cuerpo contusiones múltiples propinadas con ensaño.

Un ejercicio más de sensibilidad de la clarinetista Celia Sánchez, un ejercicio que la hace disfrutar de otras experiencias, que la hace festejar otro lenguaje, el contenido de imágenes, de registros sonoros. La palabra imaginada que concebirá, posiblemente, más tarde en su clarinete.  

Fotos de Celia Sánchez en diferentes eventos.

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sábado, 22 de febrero de 2014

“OTRO UNO, DESCONSUELO” POEMARIO DE AQUILES GARCÍA BRITO Y ADOLFO GARCÍA GARCÍA.

EL VENDEDOR DE CARACOLAS de Aquiles García Brito

Cuando sea mayor
quiero vender caracolas
como mi tatarabuelo
para que la gente sola
y triste pueda escuchar
las palabras de las olas,
imaginó el niño chico.
Pegó el oído a la concha.

El día menos pensado,
un día de estos cualquiera,
quisiera correr al mar,
zambullirme sin más vueltas,
en el fondo abrir los ojos,
y ver cómo la luz entra,
elucubraba el anciano.
Y miró al tataranieto.

SAHARA de Adolfo García Brito

Hembra en el desierto, una esposa,
hija, madre…, muertas a deshoras:
no libres, harto hartas de envolver
cadáveres yertos. ¡Oh, mujer!

Como el Sahara inmenso, tu estoica
pujanza nos enmienda la lógica
paz sólida, inmolan su ser
por hogar. Nos conminas, mujer.

Arenas candentes, dunas rojas
de arterias pintadas, se amontonan
en futuros cuentos a bebés
sobre ti amamantados, mujer.

Las jaimas, en tardecitas próximas,
serán un alarde de victoria
final entre acordes cuando el té
por ti sea bordeado, mujer.   

Para vivir el presente, ser feliz en la vida y celebrar los instantes, tendremos que  aprender a convertir nuestros actos cotidianos en instantes únicos. En momentos como el que pasamos en el Museo Poeta Domingo Rivero, el pasado día 20 de febrero escuchando los poemas de Aquiles García Brito y Adolfo García García.

Algunos poemas los pudimos escuchar en las voces de los autores y otros fueron recitados con gran belleza por José Miguel Junco Ezquerra y Bruno Rodríguez Romero.

OTRO UNO, DESCONSUELO es un libro con un prólogo magnífico de José M. Balbuena Castellano. Un libro en donde Aquiles García a través de treinta y cinco poemas nos muestra el propio movimiento de la memoria, con una muestra de lugares y recuerdos de nuestra isla, de su infancia… Unos poemas relacionados con el pasado, con un pasado cargado de símbolos felices que hace presente y que recupera  a través de los valores humanos.


Y una segunda parte con cuarenta cinco poemas con una técnica que Adolfo García denomina Poepsía y que contiene las siguientes características: Posee métrica y rima. Opta por cuatro estrofas con idénticas propiedades: versos endecasílabos con una serie de características  muy peculiares y recurriendo a la sonoridad de consonantes.  Una poesía con un léxico repleto de términos cultos y populares.
Con una temática muy heterogénea en donde hay asuntos muy diversos. Hay asuntos políticos, morales, amorosos, de paisajes…

Un libro editado por NACE; la Nueva Asociación Canaria para la Edición, que lleva una preciosa portada realizada por Arima Raquel García Santana. Un poemario que  se completa con la grabación de un CD de los poemas, recitados por José Miguel Junco Ezquerra, Bruno Rodríguez Romero, y los dos autores, Adolfo García García y Aquiles García Brito.

OTRO UNO, DESCONSUELO es un libro escrito por Adolfo García y Aquiles García, dos personas que poseen una gran sensibilidad. Un libro cargado de reflexiones sobre los espacios, sobre el mundo, sobre la naturaleza, sobre el amor a la vida, a sus parejas... Un paso adelante de estos dos poetas canarios.

Fotos de Jesús Ruiz Mesa


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jueves, 20 de febrero de 2014

CRISTINA PESTANA FIERRO

(Las dulces vibraciones de tu lira)

Las dulces vibraciones de tu lira
respiran ¡ay, mi amiga! tan dulzor
cual aura de la tarde que suspira
al besar el estambre de la flor.
Blancos y misteriosos sus sonidos
Lleve la brisa en lánguido rumor,
Las auras los esparza en sus quejidos
Y los muestre al sensible trovador.

De tu lira esplendente la armonía
¡oh! Mi sueño arrulló con tal amor,
Que me creí aspirar dulce ambrosía
Del hálito divino del Señor.

Yo probé de tu trova melodiosa
El sonido sutil, arrobador,
Cual liba la ver´stil mariposa
El perfumado aroma de la flor.

Oh nunca, nunca el bárbaro destino
Te haga apurar el caliz de amargura;
Vive siempre feliz con tu hermosura,
Rodeénte los goces y el amor…! Santa Cruz de La Palma, 1834, 1860

Cristina nació en Santa Cruz de La Palma. Era hija de José Gabriel Pestana Brito -depositario del Ayuntamiento de la capital palmera- y de María del Rosario Fierro Camacho. Ambos eran naturales y vecinos de esta ciudad.

Su hermana la conocida Leocricia fue una incansable lectora que, desde que era pequeña, había sentido una gran fascinación por la poesía. Sin embargo, sólo componía sus versos en la intimidad de su cuarto, sólo para cubrir una necesidad vital, para su satisfacción

Poema entresacado de un ejemplar titulado “Coro femenino de Poesía Canaria, de Eugenio Padorno. Una iniciativa de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas. Un libro dedicado a las poetisas canarias entre los siglos XVIII y XX.  Un libro del que se hicieron 35.000 ejemplares para regalar con motivo del Día del Libro en el 2.006.

Foto imagen de la isla de La Palma.

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domingo, 16 de febrero de 2014

FANTASÍA SEXUAL

Tómale después entre las manos
el miembro genital recién nacido,
al qual daba loores soberanos
poniéndole contino este apellido:
-¡O padre universal de los humanos
de quien tantas naciones an salido!
¡Tú solo das contento a las mugeres
y en ti se cifran todos sus plazeres!
Furiosamente a todas acometes,
y con mayor ardor a los doncellas,
entre las quales, quando te entremetes,
a la primera buelta triunphas dellas.
Tienes tanto dulçor quando te metes,
que aquel dolor que entonçes sienten ellas,
es puntilla del agro que se añade
al muy dulce manjar porque no enfade.
Entre casadas eres tan contino
que, si discretas son, nunca te dejan,
y aunque tengan hecho ya el camino
por más gustar se duelen y se quejan.
Mas como vienes luego y tomas tino,
y ellas mesmas la entrada te aparejan,
entras muy orgulloso y entonado
y sales muy humilde y despechado.
Viudas como yo, Dios sabe quántas
noches no duermen sin tu compañía,
de aquestas nunca vivo te levantas
por más que traygas brío y osadía.
Mas son sus artes y sus mañas tantas,
según se muestra por la mano mía,
que si cinqüenta veçes te marchitan
cinqüenta mil y más te resucitan.
Pues que quanto tú entras denodado
entre las debotísimas beatas,
donde encuentras un virgo remendado
que de solos tres golpes desbaratas.
Allí eres querido y regalado,
pues nunca das herida, que no matas,
y quando las matases desa suerte
sería darles vida con la muerte.
Tú das también el dote a muchas tristes
que huérfanas sus padres las dejaron,
y a las que están desnudas, tú las vistes
y a muchas das remedio que enfermaron.
Ninguna muger ay que no conquistes
y a las que de tus burlas se pribaron
más hazen con la gana y los deseos
que nosotras con obras y meneos.
Desde la mayor reyna hasta la esclava
ninguna muger ay que te aborrezca,
la ques autora no se muestra brava
y no porque desea que anochezca.
Aquella que mirarte rehusaba,
yo fiador que antes que amanezca
ella te ponga tal, aunqués muy sancta,
que llegues con los pies a la garganta.
¡O parte de quien naçe todo el todo,
herida sin lisión en la cabeça,
perdida por vençer del mismo modo
que vienes a perder la fortaleza!
Quien no te quiere, póngase de lodo
y pugne y vença a su naturaleza.
Sin quien no puedo ser, no quiero vida
ques vida violenta y aburrida,       Fray Melchor de la Serna, en El sueño de la viuda

Día a día, el campo de la sexualidad avanza a pasos gigantescos, tanto que la fantasía y la realidad algunas veces parece no tener límite.

Las fantasías sexuales son representaciones mentales creadas por el inconsciente de forma voluntaria o involuntaria. Comienza con la pubertad y suelen acompañar al ser humano durante toda su existencia. Freud las definió como “representaciones no destinadas a ejecutarse”. Quizás porque si se ejecutaran perderían el efecto estimulante que tienen, la magia. La idealización.  

Pero las tornas se han vuelto y es la mujer la que, contrariamente a lo que se pensaba en el pasado, también tiene fantasías y somete al hombre y de mutuo acuerdo con su pareja controla la fantasía sexual, ocupa su espíritu, convierte el sexo en ficción y al hombre en el objeto de deseo dominado.

La Fantasía de la dominación está a la orden del día en la canción y el videoclip, en la literatura erótica-amorosa y en las películas “normales”. Ya nadie se extraña de que la mujer represente esas invenciones, el misterio, su actitud agresiva y amenazante o que una joven ate a su compañero con unas esposas a las barras de la cama, como hizo Melanie Griffith en Algo Salvaje en el año 1986. 

La figura tradicional de la dominadora se ha vuelto familiar. Pero unos años antes, Franco Brogi Taviani realizó el guión y dirigió una película que sorprendió a la sociedad, una película que en España se llamó Las Perversiones de Wanda y recordemos como el caballero vienés conoce a Wanda y se casa con ella, una ama de casa excelente, todo lo contrario a la dominadora de La Venus de las pieles, producto de su fantasía.

Sin embargo él decide metamorfosear a esta insípida compañera, le hace firmar un contrato, y le exige que sacie la bestia que hay dentro de él, que desgarre su cuerpo con sesiones de humillación y flagelación… En fin, una comedia de un escritor que se obstina en querer satisfacer sus gustos sexuales a través de una mujer mediocre, completamente cerrada a su mundo imaginario.

Al mismo mundo y al mismo tema que ahora nos trae Roman Polanski en La venus de las pieles. Basada en la obra teatral de David Ives, retrata a una actriz Emmanuelle Seigner, que llega tarde a una audición para un director inclinado al masoquismo, Mathieu Amalric, desciende hasta su alma y escucha los placeres que bullen en su cerebro, sus confesiones. Se embarca en una encarnizada batalla de sexos.

Polanski ha vuelto a rodar con su esposa, Emmanuelle Seigner, ha vuelto a  hacer un cine provocador, una comedia, porque según él el mundo sufre un puritanismo cada vez más absurdo.

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martes, 11 de febrero de 2014

EL MACHO PUTIN EN SOCHI

Por: Héctor Abad Faciolince

Hay gente que razona así: el que defiende los derechos de los paralíticos es tullido; el que se opone a la violencia contra la mujer es mujercita; el que lucha por los derechos de los gays, es marica, etc. Pues no.

No sólo las mujeres defienden los derechos de las mujeres ni sólo los pobres se oponen a las humillaciones a los pobres. Si algo ha logrado la cultura (las novelas, por ejemplo, pero también las canciones, las pinturas, los periódicos) es desarrollar nuestra capacidad de salirnos de nosotros mismos para tratar de experimentar en la imaginación lo que sentiríamos si fuéramos algo distinto a lo que somos: paralíticos sin rampas para la silla de ruedas, homosexuales encarcelados o golpeados por su condición, o mujeres abusadas por machos prepotentes. La cultura fomenta la empatía y la empatía es un motor para el progreso moral del mundo.
Este viernes, con ocasión de la apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno en el balneario ruso de Sochi, pudimos asistir a una magnífica movilización mundial contra varias leyes oscurantistas aprobadas en Rusia en junio del año pasado. Según esas leyes homofóbicas, queda prohibido cualquier tipo de propaganda a favor de “relaciones sexuales no tradicionales”. Uno podría alegar que las relaciones homosexuales tienen una tradición tan antigua que se remonta a la Grecia clásica, como mínimo, por lo que la ley no podría ser contra ellas, pero en otros apartes la ley es más explícita. Nadie puede discutir en público los derechos de los gays; los homosexuales no pueden cogerse de la mano ni besarse en público; profesores y jueces pueden ser multados y encarcelados si defienden las relaciones homosexuales. Cualquier extranjero sospechoso de ser gay, o lesbiana, o que defienda los derechos de la comunidad LGBT, o que diga que ser homosexual es tan normal como ser zurdo, podrá ser arrestado hasta por 15 días y multado con sumas exorbitantes.

Precisamente a este rasgo homofóbico y xenófobo de la ley se debió la movilización del viernes, que incluyó una buena entrevista del presidente Obama, una elegante campaña de Google, y millones de tuits, videos y artículos en el mundo entero, tanto de celebridades como de gentes del común.

Sin mencionarlo, Obama le recordaba a Putin que en la delegación de deportistas de Estados Unidos había, y a mucho honor, varios atletas gays, que él enviaba como portaestandartes del deporte y de sus derechos personales. Un Putin a la defensiva —al ver que en Sochi habría muchos deportistas, entrenadores y delegados abiertamente homosexuales— tuvo que declarar que estos no serían perseguidos “siempre y cuando se mantuvieran lejos de los niños”. La advertencia es ridícula y se basa en la misma creencia absurda y acientífica en que la ley se funda: pensar que un niño o joven se puede “contagiar” de homosexualismo. En ese sentido la mejor respuesta la ha dado una aguerrida Lady Gaga con su canción, prohibida en Rusia, Born this way, Nacido así: http://bit.ly/1ccmoty

Lo exaltante es que en estos días hubo mucha gente moviéndose a favor de la libertad y contra las tinieblas. El garabato (doodle) de Google en su página de búsqueda, este viernes, recogía los colores de la bandera gay arcoíris, y ese solo ícono hace más por los derechos de los gays y las lesbianas que mil discursos. Aquí pueden verlo, en el museo virtual de los garabatos de Google, con el del 7 de febrero entre los últimos: http://bit.ly/1mpby8c. Al mismo tiempo Human Rights Watch publicó una serie de videos donde se ve a gays rusos golpeados y maltratados por neonazis. La aprobación de estas leyes abominables ha disparado los ataques homofóbicos en Rusia y HRW los denuncia aquí: http://bit.ly/1fVwJwX. En tres días el video ha sido visto por dos millones y medio de personas.

Contra el vodka ruso, contra las hamburguesas de McDonald’s que patrocinan el evento, contra el macho Putin que envenena a los disidentes con polonio radiactivo, ¡ha ondeado la bandera del arcoíris!

Foto del escritor y periodista: Héctor Abad Faciolince
Foto  de Putin.


jueves, 6 de febrero de 2014

LA PALABRA "PUTA"

 SONETO A NICE

No te quejes, oh Nice, de tu estado
porque te llamen puta a boca llena,
pues puta ha sido mucha gente buena
y millones de putas han reinado.

Dido fue puta de un audaz soldado,
a ser puta Cleopatra se condena,
y el nombre lucrecial, que tanto suena,
no es tan honesto como se ha pensado.

Esa de Rusia emperatriz famosa
que fue de los carajos centinela,
entre más de dos mil murió orgullosa;

y pues ya lo dan todas sin cautela,
haz tú lo mismo, Nice vergonzosa,
que esto de honra y virgo es bagatela, Samaniego.
 

El vocablo de puta, en el sentido de prostituta tiene su origen en las fiestas en honor a la semidiosa romana Puta, diosa menor de la agricultura quien presidía la poda de los árboles= putare.

Comenzó siendo una ceremonia sagrada de solicitud de embarazo. Y el séquito de Dionisio compuesto por ménades y sátiros, cobrando sus honorarios, incitaba a los invitados a azotar a las mujeres, que podaban los árboles, con las mismas ramas, a participar del gozo, de orgías sexuales. Las sacerdotisas finalmente terminaban celebrando una bacanal, ejerciendo la prostitución sagrada en su honor, así el nombre de la Diosa Puta, comenzó a ser vinculada al dinero y al sexo. Y la costumbre se expandió por toda Grecia y fue adoptada por los romanos que hablaban latín.

Asimismo, dada la juventud de las participantes, la palabra italiana putta significó muchacha. Por lo que la semidiosa Puta comenzó a ser vinculada con las orgías sexuales y el dinero. Por lo que no es una casualidad que se les llame rameras o putas.

Hay un proverbio popular que dice:      Mujer que menea el anca
                                                                               O es puta o es manca.

Otro refrán campesino del siglo XVII: “En su cama es una bella mujer, en cama ajena es una puta.” “En la Virgen y en el pez la mitad lo mejor es.” “Toma al buey por los cuernos, al hombre por la palabra y a la mujer por la falda”.

Quevedo las llamaba “hermanitas de pecar” es decir mujeres de la vida alegre, bayaderas, cucas, bergantes, baratas o estrechas, palomas torcaces, brujas, izas, perras, pupilas, rabizas, carreristas, cartagas, colipoterras, copetineras, golfas, pájaras, patinadoras. En Bolivia pelanduzcas, fulanas, furcias, maturrangas, azafata, colmas, daifa, hetaira, labara, lechuza, meretriz, pendón, perdida, pingo, portuguesa, putanga, ramera, retozona. En Méjico, gacelas perdidas, topa, tica, zorra, alajuelas, carreristas, aves nocturnas, tías Marías, marcolfa, guarichas, mesalinas, ovejas, coima, mantenidas, pampairunas, trompeteras, trotonas, robonas, pupilas, traviatas, china. En Venezuela charolas, cortesanas, pisonas, prostitutas, troperas, juanas, trolas, turras, zaranas, ganado bravo…

Así que una vez visto este largo recorrido, Es mejor seguir el consejo del escritor Mauro Gago:
“nunca llames “puta” a una mujer… mejor decile “diosa”…

Foto Las señoritas de la calle de Aviñón, Picasso


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martes, 4 de febrero de 2014

JORGE CARRERA ANDRADE, y su poemario Mensaje a África.

 Poema XVI

Te amé mujer de manos laboriosas
creadoras del mundo de mis sueños.
Me trajiste la sal, la luz de las naranjas
un tiempo más dorado que un domingo sin nubes.
tus manos construyeron palacios en la niebla
terrestres paraísos amueblados
con espejos de cielo, armarios de tesoros.
Tus manos me ofrendaron las viandas y los frutos
del país de la dicha.
Tu amor fue más alado que el rocío
sobre un jardín del trópico.
Te amé, te amé mujer, mi dios doméstico
y te amaré hasta el día
en que se apague el fuego
y los últimos pájaros emigren para siempre,

Un poema amoroso de Carrera Andrade que nos habla del júbilo y la exaltación del poeta ante el cuerpo de la amada. Un poema entresacado del libro bilingüe: Mensaje a África/ Message a
 L´afrique.

Je t’ai aimée femme aux mains laborieuses
créatrices du monde de mes rêves.
Tu m’apportas le sel, la lumière et les oranges
un temps plus doré qu’un dimanche sans nuages.
Tes mains construisirent des palais dans la brume
de terrestres paradis meublés
de miroirs de ciel, d’armoires emplies de trésors.
Tes mains m’offrirent les mets et les fruits
du pays du bonheur.
Ton amour fut plus ailé que la rosée

sur un jardin des tropiques.
Je t’ai aimée, je t’ai aimée femme, mon dieu domestique
et je t’aimerai jusqu’au jour
où s’éteindra le feu
et les derniers oiseaux émigreront à jamais,

   MENSAJE A ÁFRICA
Inmensa hermana, escucho el palpitar terrestre
de tu gran corazón oculto en los tambores
hablando en un lenguaje aprendido de las rocas.
Sol, baobab, león: son signos protectores
de tu pueblo de polvo y de raíces
tu pueblo hecho de flores….


Sœur immense, j’écoute la palpitation terrestre
de ton grand cœur caché dans les tam-tams
parlant un langage appris dans les rochers.
Soleil, baobab, lion : signes protecteurs
De ton peuple de poussière et de racines
Ton peuple fait de fleurs…

Junto a esta necesidad por hablar desde lugares, también se hallaba aquella por dar a conocer esos espacios…

Jorge Carrera Andrade. Fue el “Neruda ecuatoriano” cuya obra se considera la superación del modernismo y la iniciación de las vanguardias en su país. Cosmopolita en su formación, trascendió ampliamente las fronteras locales y ejerció la traducción, el ensayo y la diplomacia. Estudió en la Facultad de Jurisprudencia de Quito, en la de Filosofía y Letras de Barcelona (España) y en la de Aix (Francia). Político y diplomático, fue secretario general del partido socialista ecuatoriano (1927-1928), secretario del Senado y del Congreso, cónsul de su país en Paita (Perú), El Havre (Francia), Yokohama (Japón) y San Francisco (EE. UU.); secretario de Embajada en Venezuela, ministro plenipotenciario en Gran Bretaña y delegado en la U.N.E.S.C.O.

Aunque desde los comienzos de su actividad literaria asimiló la estética de los movimientos vanguardistas de la época, nunca dejó de tomar como inspiración el espíritu y el paisaje de su tierra ecuatoriana ciudad natal Quito, a la que alguna vez la calificó como “capital de las nubes”... Su poesía está dotada del lirismo que nace del mestizaje entre dos mundos. Se embriaga de los detalles mínimos, de las cosas pequeñas, de lo auténtico.

En 1930 escribió Boletines de mar y tierra. El poema que da título al libro insiste en esta línea de impresiones metafóricas ligadas a la tierra.

En 1940 escribió Microgramas : miniaturas poéticas, en la cual adaptó el estilo de la poesía Haikú al español, el sentido trascendental, la vibración de la vida, la grandiosidad del mensaje de las cosas pequeñas. Usa como temática, la fauna, flora y folclore ecuatoriano, donde se demuestra una gran influencia del poeta Haikú Matsuo Basho.

GAVIOTA:
Ceja de espuma
de la ola del silencio.
Pañuelo de los naufragios.
Jeroglífico del cielo.

En 1945 apareció la recopilación de lo más destacado de su creación con el título de Registro del mundo, obra considerada como una de las más bellas muestras de la lírica hispanoamericana.
En 1955 abordó el campo histórico con la publicación de La Tierra Siempre es Verde, que trata sobre los 300 años que los españoles dominaron los territorios andinos del Ecuador actual.
Siempre estuvo agradecido a Francia y al preguntarle sobre “París no existe” Carrera confesó:

 Tendría que evocar la ciudad de París para señalar mis mejores momentos de plenitud. Allí encontré comprensión artística y editores para mis libros poéticos. Ejercité mis posibilidades de creación, publiqué muchas colaboraciones en revistas francesas y fundé un hogar…

En los años 1957 y 1959 publicó Hombre planetario, obra clave para entender la maduración de su palabra poética. La obra poética de Carrera Andrade expresa una estética de la percepción del mundo que va de lo grande a lo pequeño o del ser a las cosas.. Y en 1976, la Academia de La Lengua de Ecuador propone su candidatura al Nobel. Ese mismo año, el poeta publicó su Obra poética completa. Fue homenajeado oficialmente en 1977 cuando recibió el Premio Eugenio Espejo, galardón que le permitió disfrutar de la pública admiración de sus compatriotas.

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