La clarinetista Celia Sánchez nació en Ingenio, Gran
Canaria. Y siendo aún muy pequeña mientras estudiaba en el Colegio Profesor
José Sánchez Sánchez, le ofrecieron a ella y a sus compañer@s la posibilidad de estudiar un instrumento
musical. Para ello la educadora escribió en la pizarra una lista de más de
media docena de nombres de instrumentos: clarinete, trompeta, flauta, saxofón,
percusión, guitarra, piano…
Celia nunca había visto un clarinete pero, desde que vio esa palabra escrita, se quedó embelesada y sin dudarlo tomó la decisión de que ese era el instrumento que quería estudiar. Al llegar a su casa y contarle a sus padres lo sucedido no se sorprendieron demasiado, solo comentaron que el hecho parecía mágico, que los hilos de la herencia siempre unen, porque daba la casualidad de que Celia es bisnieta de León Sánchez González, primer director de la Banda del Municipio de Ingenio en Gran Canaria, un músico que durante su vida musical tocó el clarinete y dirigió la banda de la Sociedad de Pastos, una institución de carácter social que marcó una etapa importante en la historia de Ingenio.
Así a los diez años comenzó sus estudios de Canto y Lenguaje
musical, se sumergió en el aprendizaje técnico y artístico de su clarinete con
su primer profesor Juanjo Ortiz. Poco a poco Celia ha ido desarrollando
destrezas y gusto por el arte musical, por
los sonidos de su clarinete que palpitan como si conociera los secretos
de su alma, por el arte de la exploración del mundo y lo compagina con su profesión
de analista de laboratorio, el arte de la ciencia que también busca el
conocimiento pero de una forma más objetiva.
La labor musical de Celia ha sido forjada en bandas de
música aunque se ha interesado por la formación y el estudio de otros estilos.
Le gusta la música contemporánea, la moderna, lo nuevo y trabaja en la improvisación
libre y en la creatividad. Colabora con recitales poéticos y participa en la
Sociedad musical de la Villa de Ingenio.
Escucha Celia Sánchez todo tipo de música, quizás porque
toma conciencia de la importancia del papel del músico en la sociedad. Se
confiesa fiel defensora de la música hecha en Canarias. Pero Celia es también aficionada
a la lectura y a la narración oral y le gusta escribir poesía, refugiarse en la
sorpresa de los recuerdos. Tejer y evocar microrrelatos:
“La Tarta de
Manzana”
Prepararé la tarta de
manzana fiel a la receta y me dio muchísima satisfacción oír los halagos de mis
comensales. Los calmantes hacían su trabajo. Nadie pudo sospechar ni yo
entender, mi dedición de triturar la falange izquierda perdida accidentalmente
cortando la fruta para la masa del pastel...
Y nos descubre pequeñitas obras de ficción, imágenes que
aparecen una tras otra como este fragmento de su relato “Leire”:
En el salón, entre el
sofá y la mesa del centro donde aún quedaban restos fehacientes de cocaína,
yacía fría e impávida Leire. Al cuello, a modo de boa mortal, los pantis que
llevaba puestos y a lo largo de su escuálido cuerpo contusiones múltiples propinadas
con ensaño.
Un ejercicio más de sensibilidad de la clarinetista Celia
Sánchez, un ejercicio que la hace disfrutar de otras experiencias, que la hace
festejar otro lenguaje, el contenido de imágenes, de registros sonoros. La
palabra imaginada que concebirá, posiblemente, más tarde en su clarinete.
Fotos de Celia Sánchez en diferentes eventos.
facebook/rosariovalcarcel/escritora
Celia es una mujer sensible y una buena intérprete que todavía progresará. Ameniza como nadie los actos culturales
ResponderEliminarLa conoceré el 28 de Marzo, será un placer inmenso. Si viene avalada por estos dos buenos amigos, es buena.
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