Páginas

jueves, 24 de abril de 2014

Con motivo del Día del Libro, Exposición “Libros llenos de arte” en el DOMINGO RIVERO

Miguel Ángel Miró Goya y Barceló

Una exposición comisariada por Diego Casimiro y el área cultural AC/DC.


Y hablamos de arte y de la vida, de pintura y conocimiento. De libros llenos de arte, de libros cuyos protagonistas son cuadros que se han salido del lienzo para compartir con nosotros la mirada.  De cuatro grandes obras de pintores, de artistas que también leyeron y leen que visitaron bibliotecas, que manejan o manejaron antiguos manuscritos para dejarnos un legado pictórico.

La Capilla Sixtina:

La Capilla Sixtina debe su nombre al Papa Sixto IV della Rovere (pontífice desde 1471 hasta 1484) quien hizo reestructurar la antigua Capilla Magna. Más tarde Julio II, sobrino de Sixto IV decidió modificar parcialmente la decoración de ésta y le confió el encargo a Miguel Ángel en 1508.

El santuario está inspirado en el Templo de Salomón en Jerusalén, aunque su fama se debe a la decoración, al fresco y especialmente a la bóveda y el Juicio Final. El tema escogido es la historia del mundo y de la humanidad antes de la venida de Cristo. Los frescos que adornan la cúpula son de enormes dimensiones,  incluye casi cuatrocientas figuras.

Figuras que nos introducen en el mundo de los contenidos de la Revelación. Formas que manifiestan acentuados escorzos, que anticipan el Manierismo (una reacción anticlásica que cuestionaba la validez del ideal de belleza defendido en el Alto Renacimiento) y el Barroco, y crean una increíble sensación de movimiento.

 El techo de la Capilla está dividido en varias secciones, y los elementos arquitectónicos simulados consiguen multiplicar los marcos de la bóveda y separan nueve escenas del Génesis. La escena sagrada envuelve cierto temor a los resucitados, lamentaciones que casi podemos oír.

Esta obra maestra del gran Michelangelo fue realizada con la compleja técnica del Buon Fresco o Fresco Buono. Miguel Ángel utilizó plantillas a escala real de las diferentes escenas. Lo curioso fue que los personajes fueron escenificados por Michelangelo con sus cuerpos totalmente desnudos, lo que se conoce como ignudi (desnudos). Sin embargo, este hecho no gustó a algunos de sus cardenales, en especial al maestro de ceremonias Biagio de Cesana, así que se encargó al discípulo Daniele da Volterra que cubriese las partes íntimas de algunos de los personajes con velos o "bragas", —lo que le valió el apodo de "Braghettone"—; este hecho molestó bastante a Miguel Ángel.

Y se vengó, lo representó desnudo, con enormes orejas de asno, enrollado en una serpiente y rodeado de monstruos. El artista retrató al rey del infierno Minos con el rostro de Biagio de Cesana. Lo ridiculizó. Y cuenta la leyenda que Biagio de Cesana, asustado, al verse representado en el infierno acudió al papa con lágrimas y suspiros para que diese orden al Sr. Michelangelo de que borrara su horrible caricatura. Paulo III, quien por lo que se cree poseía buen humor, le contestó:

   -"Querido hijo mío, si el pintor te hubiese puesto en el purgatorio, podría sacarte, pues hasta allí llega mi poder; pero estás en el infierno y me es imposible. 

Goya y La Quinta del Sordo:

En la última etapa de su vida, entre 1819 y 1824 con más de setenta años, Goya se quedó sin amigos, su sordera iba en aumento, tuvo problemas con la Inquisición… se volvió solitario y huraño. Le atrapó la oscuridad. Y fue en esa etapa cuando el pintor compró una casa con el fin de pasar allí un periodo de su vida. Y en contra de la creencia popular, el nombre de la finca no se debió a la sordera del pintor, sino a la de un anterior propietario.

Oculto en el rumor de esa pequeña casa decoró las paredes con sus famosas pinturas negras, que es el nombre que reciben una serie de catorce cuadros pintados con la técnica de óleo al seco (sobre la superficie de revoque de la pared). La casa fue demolida en el verano de 1909.

Los cuadros son de lo más expresivo y sus temas son siniestros, fantasmagóricos, pesimistas, cánticos de muerte: brujería, aquelarres, personajes tenebrosos, cercados por una ondulación de fanatismo, etc. La España de su época (principios del siglo XIX) queda retratada en su vertiente más horrible y oscura. Actualmente se conservan en el Museo del Prado, porque antes de que la Quinta del sordo fuese demolida, las pinturas fueron arrancadas de la pared y trasladadas a lienzos.

Algunas de esas pinturas negras representan las fauces apocalípticas, El Aquelarre y La Romería de San Isidro, así como a Saturno devorando a su hijo, y Judith y Holofernes (la heroína judía que seduce y mata al viejo asirio) La Peregrinación o Procesión del Santo Oficio, entre otros.  

Goya representa un Saturno torturado, enloquecido y deforme que devora a dentelladasel cuerpo descabezado de su hijo. Representa caracteres de las emociones. La mirada del espectador se ve atraída por la expresión del rostro: ojos desorbitados, boca exageradamente abierta, y cabello y barba encanecidos entre manchas que bailan sucias y desordenadas enmarcando el conjunto. El cuerpo del dios emerge de la oscuridad, tejida de hedor espeso que constituye el fondo de la escena.

Cromáticamente, la obra presenta una gama de colores del color del pelaje animal, oscuros y  poco saturados, sobre los que destacan las masas blanquecinas: los ojos y la pierna izquierda de Saturno, el cuerpo del hijo... Y sobre este último, la llama roja de la sangre que, más que brotar, ribetea el pequeño cuerpo.

Los Papeles de Son Armadans y Joan Miró
El nacimiento y la actividad editorial de la revista Papeles de Son Armadans está directamente relacionada con la presencia de su fundador y director, Camilo José Cela, en la isla de Palma de Mallorca durante más de 30 años, desde 1954 hasta 1988 Y colaboraron en ella 1.070 autores distintos, del ámbito de las letras y las artes hispánicas, a quienes Cela solicitó sus colaboraciones en 276 números mensuales, de abril de 1956 a marzo de 1979.

Miró "intentó hacer poesía, esbozos oníricos pasando incluso a una pintura naïf. Porque él con un pincel, con colores, con una tela, crea destellos, lenguajes de niebla, alientos. Poesía. “Una poesía que ha gobernado su actividad” y para ello se ha basado en los poetas franceses del surrealismo

Y Cela decidió dedicar un número a un Miró, recién afincado en Calamajor aunque mayoritariamente desconocido entre los mallorquines. Así, Miró ofreció algunos de sus bellos diseños  de esos esbozos suyos poéticos, onirícos que pasan incluso a una pintura naïf.  En algunas de sus diseños Miró trabaja el fondo de la composición mediante formas abiertas. Figuras a base de siluetas y contornos cerrados.

El número, que salió a la calle en diciembre de 1957 con la identificación “Año II, Tomo VII, Núm. XXI”, se abría con una entrevista del académico al artista titulada “La llamada de la tierra: Acta de un monólogo de J.M.” -cuando en realidad el monólogo era de Camilo José Cela. Dos años después, en 1959, el libro de Dibujos y litografías de Joan Miró inauguraba la colección “Juan de Juanes” en las ediciones de bibliófilo de la revista. Joan Miró siguió aportando litografías para posteriores números de la publicación.

La cueva de los felinos, Miquel Barceló: 

El 18 de diciembre de 1.994, tres espeleólogos franceses descubrieron una gruta conocida hoy en día como de Chauvet en honor a uno de ellos. Y después de muchos esfuerzos, lograron habilitar una rendija por la que apenas cabía una persona y accedieron a una cueva de dimensiones extraordinarias.
La cueva albergaba un conjunto de sombras del destino, de pinturas rupestres acunando las paredes entre tinieblas y soledad. En el límite de la existencia y de la razón. Pero con tal espectacularidad que desde el mismo momento que la descubrieron causó sensación entre la comunidad científica.

Albergaba las huellas de la historia: bisontes, caballos, renos y ciervos, siluetas silenciosas en un estado de  perfecta conservación. Lo que ignoraban es que estaban ante uno de los mayores descubrimientos de todos los tiempos en cuanto a arte parietal prehistórico se refiere. Tan antiguas que doblan la antigüedad de la Cueva de Altamira.

Todas estas pinturas más de 400, relucen con gran detalle y uso constante del difuminado. Están llenas de fuerza y vida, flotan y revelan una gran maestría en el trazo y un conocimiento asombroso de la anatomía y del movimiento de los animales en donde solo importan los animales y no su mundo.

Inmediatamente, el gobierno francés cerró el acceso a la cueva y sólo algunos científicos tienen permiso para, durante unos días al año, poder estudiarlas. Una de las primeras personas que logró este permiso fue John Berger, escritor, pintor y crítico de arte, que en 2.008 decide invitar a su amigo Miquel Barceló.
Durante la visita, el gran artista mallorquín Barceló, siente una de las mayores impresiones estéticas de su vida: "En Chauvet había algo más", comenta.

Y como consecuencia de este brutal impacto, Barceló decide paralizar el proyecto en el que estaba ocupado en ese momento, la cúpula de la sala de los derechos humanos de la ONU, y regresar a su ciudad natal.

En su estudio de Mallorca cogió el primer cuaderno que encontró (de hecho lo tenía ya empezado con algunos dibujos) y allí pintó acuarelas de felinos basándose en lo que había visto en Chauvet: así nació el cuaderno de felinos (Cahier de félins).

Quizás esa fuerte impresión le surgió porque cuando él tenía veinte años ya se había representado a si mismo (más de un centenar de veces), se había retratado como un felino. Hoy se ve más sereno, menos salvaje, más pensativo, hoy se ve como un gorila.

Miquel Barceló es un creador volcánico, un artista incansable y siempre sorprendente al que el público admira por su autenticidad. Barceló marca época y apasiona con su aventura creativa. Sus obras, de gran potencia y muy cotizadas, son apetecidas por museos y coleccionistas. El autor mallorquín lleva 30 años de pugna, en la ola y en la brecha, desde que se afamó con su gesto expresionista y trans vanguardista, igual que una joven estrella del rock. En Europa aporta una cierta idea mediterránea y de la España moderna y engarza con la herencia de Picasso y Miró. Es premio Príncipe de Asturias y hace 20 años fue premio Nacional de Artes Plásticas.


face/rosariovalcarcel/escritora  

1 comentario:

  1. Aun estoy intentando asimilar lo que descubrí aquí. No he podido parar de hacer cosas. Las musas estaban de tenderete en torno a la sutil improvisación del sueño a la poesía.

    ResponderEliminar