…Si te
pegan un palo no llores Lola
vale más
llevar palos que dormir sola. Eres, eres
Cuando yo era
pequeña existía un periódico que se llamaba “El Caso” un periódico que, unía lo
oscuro y lo terrestre, lo sustancial y lo misterioso del género humano, tenía
una gran difusión. Y recuerdo que un día apareció una noticia que me quitó el
sueño durante mucho tiempo. Estaba aterrorizada.
La crónica
hablaba de un padre de familia, al parecer un dechado de virtudes que sin saber
el por qué había matado a sus tres hijos y a su mujer que dormía plácidamente
en su cama.
Él los había
matado con un hacha.
Aquellos
hachazos sonaron en mi cabeza, en mi conciencia, durante mi niñez. Estallaron
en un miedo absurdo hacia todos los padres, hacia todos los hombres. Poco a poco
me fui calmando, jugué con mi padre, hablaba, encarnaba el símbolo paternal
maravillosamente. Me enseñó a desenterrar miedos, a librar la lucha del recelo,
de esa alma infantil que necesita que se le abrigue y proteja. Me entendía con
esa emoción suya, sincera, innata. Respetaba a mi madre, compartía cosas con los
amigos. Supo disipar mi intranquilidad, fabricarme una vida de amor, de tal
forma que su ejemplo, me ha servido para mantener una conversación
ininterrumpida con el mal llamado sexo fuerte.
La mujer por instinto da, nutre, acepta. Ha
sido el eje de las relaciones, obligaciones y actividades del día a día. Les
gusta compartir, tener inquietudes, experiencias intensas, retos. Formadas
sabemos formar. Sabemos relacionar el amor con el espacio que nos rodea, con
hombres y con mujeres. Se podría decir que somos el principal sujeto de la
creación, de la humanidad.
Estos días que,
de nuevo, se celebra el Día Internacional de la Mujer, el día que reivindicamos
y luchamos hacia la igualdad de los derechos y oportunidades con los hombres, el
día en que nos planteamos una vez más en qué tipo de amor elegirías, he
reflexionado de nuevo en todo esto, y he pensado en el por qué celebramos el
día de la mujer, porque mientras haya que diferenciar a las mujeres por la
lucha, por los derechos… estaremos en desventaja.
Además no debemos olvidar que ya desde la
antigua Grecia, Lisístrata empezó una huelga sexual contra los hombres para
poner fin a las guerras. En la Revolución
Francesa las parisienses que pedían “libertad, igualdad y
fraternidad”, marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino.
Estas reflexiones
vienen a cuento porque la violencia doméstica, machista o de género, da igual
el nombre, no se erradica, todo lo contrario, está a la orden del día, tanto
que en España cada año contabilizamos las mujeres asesinadas como si estuviésemos hablando de que la bolsa
sube o baja. Asesinadas por sus parejas
o ex parejas, amantes, da igual, en manos de seres que no tienen nombre.
Una violencia
que vivimos día a día, una violencia llamada de género psicológica como las críticas constantes o los atentados a nuestra autoestima que van seguidas de silencios malentendidos y miradas de dolor, de rivalidades y amargos desacuerdos, de peleas en que muchas de las veces, la mujer pierde la sonrisa de sus ojos, el control. Y comienza a gritar como una niña desamparada. Entonces nos regalan esa frase de:
-Estás histérica, necesitas un
médico.
Otras, las más sensibles rompen a
llorar, cubriéndose la cara con las manos, dando rienda suelta a lágrimas. En
resumidas cuentas ese vivir sintiendo que día a día te roban tus sueños, ese
vivir sintiendo que te hacen “Luz de Gas”
Y lo peor es que
aún se hacen chistes, una malentendida memoria histórica, donde las mujeres
podían ser castigadas por los hombres si éstas los miraban a la cara o le
hablaban sin su permiso, o aún peor podían golpear a una mujer, eso era motivo
de orgullo, pues así ellos demostraban su superioridad.
La violencia
contra las mujeres es la violación de los derechos humanos más universales.
Dice el Fondo de
las Naciones Unidas que una de cada tres mujeres en el mundo ha sido golpeada,
violada o padecido algún tipo de abuso. Y lo más sorprendente es que los países
con mayor número de asesinatos de mujeres por sus parejas o ex parejas son los
más civilizados y desarrollados de Europa: Finlandia y Suecia...
Sabemos que la
conquista de la Igualdad
de derechos y oportunidades no ha dejado de avanzar, a los resultados me
remito. Queda mucho por hacer Por eso en
estos días en que los políticos hablan y hablan, prometen y prometen, deben
tener presente que las leyes, la seguridad e independencia económica, no es
suficiente, no solucionará el problema.
Porque la
verdadera solución tendrá que ir acompañada de una educación en valores de
respeto y de igualdad entre los sexos si no todo seguirá perdido. Una educación
que parta del seno familiar, del buen hacer en los hogares porque los niños
aprenden a través del ejemplo. Una educación permanente en las guarderías,
colegios, institutos… Una educación donde toda la sociedad esté comprometida.
Facebook/rosariovalcarcel/escritora
Desde luego que si estoy de acuerdo . Las oportunidades deben estar en todos los campos , sociales, políticos y económicos.Pienso además que la mujer ha sido la protagonista de toda la historia. Por eso debía tenerse presente que ya deberían sentarse a no discutir entre tantas reflexiones..pienso que el aqui y ahora diario, para que, entiendan a las mujeres desde su puesto de trabajo, en el hogar(que considero un trabajo pendiente de remunerar por digno) y en todos los estamentos de una sociedad mas justa igualitaria
ResponderEliminarNo cabe duda que en el hogar se educa desde pequeños, esto debe transmitirse a todo, en donde la persona se desenvuelve diariamente, si no hay educación en valores , no hay oportunidades.Los hombre y mujeres somos iguales en muchos aspectos, aunque no fisicamente, a veces el intelecto supera Pero que hace la sociedad con las mujeres..son sobrevaloradas o por el contarrio, infravaloradas?..da pena mucha pena, En este mundo que vivimos con tanta tecnología y avances que nosotras quedemos relegadas en muchos campos, por no ser iguales.Yo digo seamos personas, individuos de este siglo que nos toca vivir y dejemos oportunidades a todos@s.
ResponderEliminarDeberíamos tener la autoestima muy alta. Pues con esto tan natural que si nos dejan cultivar sería un arma en contra de las humillación y demás malos tratos
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