¿Cómo es El Alma de Tacande, la película del director Antonio Fernández? El silencio se hace escuchar y una dama con ropajes vaporosos y voz profunda pide que den un poco de queso a su hijo. No toda la familia que está cenando la escucha, porque el viento puede parecer traer lamentos y quejidos en las largas noches de invierno de El Paso. El bebé llora, “quiere que lo arrullen”, avisa la pequeña de la casa. “¿Cómo sabes eso?”, pregunta su madre. “Porque ella lo ha dicho”, añade el hermano. “¿Quién?”, pregunta el sacerdote invitado por el cabeza de familia para que tranquilice a los suyos. Algo sucede y todos gritan, todos menos él, que como consecuencia de lo que ha pasado ante sus ojos, se queja: “¿Es que no la han visto?”. En muchos lugares existen leyendas sobre espíritus que se aparecen después de la muerte, dicen que las almas no descansan y que, si han dejado asuntos sin resolver en vida, regresan porque no pueden descansar en paz. La actriz Rosana González, que interpreta a la difunta que vuelve a su casa en el municipio de El Paso tras su muerte para cuidar de su hijo, lo explica: “Yo tuve un parto difícil, y puedo entender que el Alma de Tacande solo quiera que los que siguen vivos cuiden de su niño porque ella ya no puede, y si hace daño o da miedo”, agrega, “es porque no encuentra más forma de comunicarse con ellos que esa”. De hecho, junto a rodaje que tiene lugar estos días en la antigua escuela El Morrito de este municipio, pero fuera, bien a resguardo en los brazos de Maite Alberó, amiga y directora de Arte del filme, se encuentra su pequeño de apenas un año. En las casitas de piedra se ruedan escenas de interior, y a veces el aire lleva hasta el equipo el llanto del bebé. Entonces, como si verdaderamente se tratara del Alma de Tacande, Rosana González abre las puertas y sale corriendo, vestida de tal manera que hace difícil distinguir si vuela o no para llegar más rápido, como haría cualquier madre, para proteger a su pequeño.
Y es que El Alma de Tacande se manifiesta para cuidar de su hijo después de su muerte. Esta vez, a través del largometraje con el que el director Antonio Fernández quiere revisar una leyenda que ha permanecido en el imaginario popular de La Palma desde el siglo XVII y que está considerada como una de las historias de fantasmas, documentadas y con base hisórica, más antiguas de Canarias y de España. Se trata de la primera película producida por la Asociación Socio-Cultural y de Artes Escénicas (ASCAE), creada en El Paso en 2012, cuando se comenzó a impartir formación de cine en este municipio a través de ella. Desde encontes, ha apoyado la creación de varios cortometrajes, entre ellos el dirigido por la pequeña Yalena López, ‘San Borondón’, que se mostrará el próximo 22 de agosto, a las 19.00 horas, en la Casa de la Cultura Braulio Martín. Ella en esta película cambia la dirección por la interpretación y, aunque confiesa que ambas le gustan, prefiere la dirección y que, en breve, volverá a rodar otra historia con sus amigos.
El filme se rueda hasta este jueves, día 20 de agosto, en El Paso, pero antes ya estuvieron en el casco antiguo y en el Puerto de Tazacorte, y previamente en Barcelona, donde se rodaron pasajes del momento en el que el caso del Alma de Tacande es llevado al Tribunal de la Insquisión Española. Hasta la ciudad condal fue el actor palmero Dailos Pérez, quien ve y escucha a la aparición y debe dar fe de que es cierto ante la alta jerarquía de la Iglesia. Con guión de Antonio Fernández, José Rodríguez y Nil Forcade, esta película pretende mostrar los sucesos históricos registrados en las crónicas de la época y en el libro escrito por María Victoria Hernández. La intención es contar “cómo nos afecta esta leyenda incluso sin ver al Alma y cómo su influencia ha llegado hasta el siglo XXI, marcando a unos y llenando de miedo a otros”, explica el director. La escritora Elsa López participa en el filme como actriz, faceta artística que ya ha cultivado en otras ocasiones, con un personaje que, según sus palabras, “me divierte mucho porque no resulta fácil ser una mujer en el siglo XVII, sometida por su marido, ruda y distante por las dificultades y la pobreza”. Alba Cabrera, su hija en el filme, reconoce que aunque tiene en su registro el personaje que interpreta, es la primera vez que da vida a una joven “apocada y temerosa”. Gregorio García completa el cartel de actores palmeros como cabeza de familia, rudo e incrédulo pero que, sin embargo, no puede evitar ser uno de los que escucha al Alma de Tacande, aunque siempre lo niega. Afirma llevar meses preparándose para el papel, aprovechando todo lo que tiene al alcance en La Palma sobre esta historia de fantasmas, que es mucho. De hecho, Marcelino Rodríguez, coleccionista palmero de objetos del siglo XVII ha cedido para este rodaje el atrezzo de época, sobre todo el de las secuencias interiores y familiares, como los utensilios de cocina, con el que el equipo de arte capitaneado por Maite Alberó consigue crear un ambiente capaz de hacer viajar en el tiempo con solo mirarlo.
Del trabajo en equipo precisamente depende que el rodaje de un largometraje llegue a buen término. Así, antes del conocido y estridente “Acción”, con el que se avisa a todos de que la cámara va a comenzar a grabar, los intercambios y anotaciones fluyen sin cesar entre el director de Sonido, Tomás López y Sergio Román, director Técnico, y la directora de Actores, que es la mismísima Alma de Tacande, la también actriz Rosana González. También entre los actores se hacen consideranciones de última hora, unos con otros y de ellos con el director. En total, un equipo de apenas catorce personas para rodar en La Palma, a los que se suman los participantes en el rodaje de Barcelona. Todos ellos, en cierta forma, están en manos del equipo de efectos especiales, a cargo de la empresa VFX Visual Efects, ya que, si bien Antonio Fernández no pretende hacer una película de terror, si comprende que sin la postproducción adecuada, no sería una película sobre apariciones, sobre el Alma de Tacande. “Nosotros contaremos los hechos y cada uno que sienta lo que tenga que sentir”. Así es que para esta parte, la ASCAE, buscará apoyo institucional adicional, ya que se trata se trata de una película con un presupuesto limitado, que les permitirá terminar el rodaje, editar la imagen en septiembre y el sonido en octubre para así abordar en diciembre la última fase de la edición, cuando reúnan el dinero que les hace falta. De modo que espera estrenar el filme El Alma de Tacande en 2016.
Las Ruinas de la casa de El Alma de Tacande, la Ermita Nuestra Señora de Bonanza, El Barrial, el casco de El Paso, las calles de Tazacorte, el Puerto de Tazacorte y la Cumbre y el Llano de las Cuevas. Estas son la localizaciones que llevarán La Palma y el misterio de la vida y la muerte por todo el circuito cinematográfico nacional e internacional con la película producida íntegramente en la isla gracias a la ASCAE. Es una historia basada en hechos reales, documentada y viva gracias a la imaginería popular porque, ¿qué no haría una madre por su hijo recién nacido?
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