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miércoles, 31 de mayo de 2023

Emociones, Ópera prima de Álvaro Rodríguez Pérez

 



 El pasado 17 de mayo en la Casa Museo Los Sabandeños, La Laguna, Tenerife. Presentamos Emociones, un libro de poemas de Álvaro Rodríguez. 

 Alabo a los héroes / no son de oro, plata, bronce. / Tampoco Hércules, Aquiles, Eneas. /
Son tiernos / victoriosos / angelicales / la lluvia de la mañana / el pinzón azul del Teide /

la dulzura del húmedo jardín / el besar los pies al duende / donde flotan los querubines del ayer…

       Álvaro Rodríguez Pérez, De emociones.

 
Desde joven a Álvaro Rodríguez Pérez le gustaba escribir relatos, poemas, leer a Octavio Paz, Luis Feria, Walt Whitman, Pedro García Cabrera. La poesía siempre ha estado en su pequeño diario, en sus reflexiones, en sus pensamientos íntimos. Y hoy nos presenta su ópera prima: Emociones. Un libro que procesa la realidad a través de los sentidos, le da voz a los afectos, crea mundos poéticos, reflexivos.  Una escritura directa y sencilla que prescinde de grandes adornos y retóricas. Nos deja en sus versos parte de su universo onírico, lo que concierne a los paisajes físicos o humanos. 

 La obra que hoy tenemos en nuestras manos se compone de casi un centenar de poemas agrupados en siete emociones: Sensualidad y Belleza, Libertad, Plenitud, Alegría, Temor, Amistad,  Amor y Tristeza. Y dentro de ellas están: La luz y la oscuridad, la tranquilidad y el miedo, el sueño y la vigilia, los símbolos y los mitos, la gratitud y el alma, la defensa de las libertades, la búsqueda de la belleza y los sentidos del corazón.

 Y entre palabras y palabras, el poeta me confiesa: - Escribo sobre las emociones que me transmiten un instante vivido, un recuerdo, el sufrimiento de alguien, el dolor de la sociedad, las alegrías, el amor.

 Álvaro Rodríguez nació en la isla de La Palma, en Breña Baja, desde un lugar en que respira el dulce olor de los árboles y la brisa del mar, un lugar donde se originan indagaciones de la existencia, de cada emoción, del estímulo de la vida humana, de la evocación de los aromas a la imagen de los lugares que no son solo una foto turística. Al pasado de ese niño que hoy poeta transciende lleno de recuerdos que brotan como lavas, como secretos:

 Nací en el mar / quizás en tierra / eso no lo recuerdo / viví cerca de los tarajales y los lirios. De Mi playa, Los Cancajos.

La poesía se le ofrece al poeta como una forma necesaria de volver a lo que ya es memoria, a ese tiempo mágico en que todo brilla, los sentidos se excitan y el instante es prodigioso. Escuchemos la última estrofa del poema titulado: La hora bruja:

 No, no te arrepientas amor / el instante ha merecido la pena /  la levedad de nuestros seres ha intimado / y la luz ha corrido por mis venas / como rayos tronados por Saturno.

     Nada está en el cerebro que no esté primero en los sentidos. Las emociones las imprimimos, siempre están ahí, están antes de tener uso de razón, aunque no son nunca idénticas: están condicionadas por el momento en que se viven y se expresan. Y de estas emociones Álvaro Rodríguez nos remite a un poema y a otro y a otro, a una voz, una contemplación, una creación. Nos remite al enigma de la memoria, de las ausencias acunadas por el dolor. A esa memoria de su tío y de sus abuelos, a la belleza de sus rostros surcados de profundas arrugas, a la sabiduría de Petronila y Celedonio, seres que derribados por la muerte permanecen vivos en sus versos:

 Aquel hombre /sostuvo una lucha constante / y diabólica durante diez años/ sin asistir a la luz del sol / en una habitación sin vistas / en una oquedad sin nombre / en una oscuridad eterna.

Una vez asomado, yo  / a una rendija de la puerta verde / roída por el tiempo / lo vislumbré. Estaba ansioso / lleno de desconsuelo fulminante / triste como una magnolia de aceite.

Sus manos temblorosas / corrían en busca del olor / de la fragancia (Varón Dandy) /que su madre había escondido allí, / en el tocador / hacía cuarenta años.

Aquel acorde cítrico / momento a momento lo extasió / pero tuvo que volver a su encierro /para nunca jamás salir. /

Todas las mañanas lo recuerdo /  era mi abuelo Celedonio / y su fragancia / me persigue, /recorre mis entrañas / y fluye como un pasado incierto / que toda la familia quiere olvidar. De aquel Hombre.

A veces, Álvaro se deja atrapar por ese soplo de la ensoñación que excita la imaginación de los poetas, los pintores, los cineastas, los músicos, los artistas y, lo hace con una poesía transparente llena de términos cotidianos y de entusiasmo a una naturaleza como metáfora que impulsa la subida de la savia por los troncos enamorados:

 … Ese embrujo surgió un instante, / un segundo, un eterno minuto / retorcida, agitada, compartimos el amor. Preñamos los bosques / llenándolos de sabinales / el verdor recorrió / nuestra tierra seca y llena de cicatrices… De Te canto Sabina, Árbol de la sensualidad. 

 

Rodríguez Pérez estudió pedagogía en la Universidad de La Laguna. Ha publicado en el periódico El Día, en la revista Cultural Tamasma. Ha sido después de su jubilación cuando ha iniciado su participación literaria en Voces de mar, la casa del Parque, Abrazos a Benahore; una antología poética publicada por Abra Canaria Cultural, a beneficio de los damnificados por el volcán de la Isla Bonita, La Palma. Participa en tertulias poéticas: Alisios de verso y prosa, Luis Feria, Hespérides, en revistas, periódicos digitales, redes sociales. Por lo que podríamos decir que no es un poeta de vocación tardía, aunque como decía Antonio Machado no es decisiva la fecha de nacimiento, porque lo importante es la vida.

El libro Emociones está editado por Ángel Morales García y lleva una preciosa portada de Celestino Mesa. Amenizó el acto el cantautor Luis Almeida. 

 Emociones de Álvaro Rodríguez Pérez es un libro cercano que ahonda en el ánimo de quien convierte su mirada en palabra, en poesía, en poemas de sensaciones, pasiones y esperanzas, fantasías y realidades, instantes y emociones. Un poemario escrito en tiempos de desánimos e incertidumbre. Un libro al que le deseo un largo, largo recorrido. ¡Felicidades!

 

Rosario Valcárcel, poeta y narradora.

Blog-rosariovalcárcel.blogspot.com
 




 

jueves, 25 de mayo de 2023

En el Día de África, un poema, Te recuerdo

 

Te recuerdo

más allá del río profundo y los lagos de color rosa,

en el viento del desierto, en la ribera

de los manglares e hipopótamos,

donde la Tierra abre sus fauces

al África huérfana de tantas cosas.  

 


Te recuerdo,                                                  

caminando cogidos del brazo,

acariciando mi pelo mientras duermo,

abrazado a mí junto al gran río,

la tierra ancestral y las mezquitas.

 

En una ceremonia de desesperación,

asediabas al cielo, susurrabas el salat,

tallabas nuestros sueños carcomidos

de mosquitos y almas negras,

mientras las arrugas de beduinos

relataban cuentos milenarios.

 

Te recuerdo

en los bordes del camino

que querías convertir en nuestro mundo

entre mariposas que beben la muerte

en los cuencos de nuestras manos.

 

Vuelvo una y otra vez al recuerdo

de aquel instante en que la catarata de la vida

nos enloquecía, mientras tú bramabas

en mis tinieblas de alabastro, absorbías

no sé si de gozo o angustia

el dolor del mundo, el néctar de mi ser,

mi infortunio de carne y hueso

como si fuese tu presa mortal.

 

Te recuerdo

junto al marabú del árbol sagrado

que vaticina que en la infelicidad humana

te he de encontrar.

                        Rosario Valcárcel

lunes, 8 de mayo de 2023

Sentimientos del alma, libro de poemas de Mariló Álvarez,



Siempre estarás en mis recuerdos

En las lunas…las estrellas…

En la magia…

En la magia que son los sentimientos… Mariló Álvarez

 

El pasado viernes día 5 de mayo, el Teatro del Círculo Mercantil de Las Palmas de Gran Canaria, se vistió de lujo para la presentación del segundo libro de poemas de Mariló Álvarez, Sentimientos del alma. Y disfrutamos de un  espectáculo delicado y elegante a cargo de un bello grupo de mimos, amenizados con violín y piano.  

 


 

El origen de este poemario titulado Sentimientos del alma, se gestó hace algunos años en que, por un tiempo, Mariló Álvarez Ruiz, se interrogaba acerca de la vida, de la felicidad y los infortunios. Navegaba en un mar de confusiones, tanto que creyó que la existencia dejó de serle tan fiel como ella lo había soñado. Entonces, su hija Malole, la preserva de esos momentos y busca el camino de la poesía, de esos poemas que su madre tenía guardado en gavetas. Y juntas ordenan y seleccionan poemas y más poemas con la promesa de que debía publicarlos. Porque como la poeta me ha confesado muchas veces:

 

-Yo he escrito desde muy joven, pero sin pensar en publicar. He escrito para mí. 

 


 Y vuelve a trabajar, a escribir poesía, a tejer igual que Sherezade, palabras y palabras que se agolpan durante noches y noches. Se prepara para vivir, pues la palabra no es lo contrario del silencio, es su consumación. Se prepara para explorar en los secretos del corazón, indagar en su interior, en su alma. Y en ese monólogo encuentra sentimientos y emociones, los secretos imposibles de borrar, los anhelos, los deseos incumplidos, los afectos, todos esos recuerdos que constituyen la esencia de una vida.

 


Escribir sobre la poesía de Mariló Álvarez es hacer un viaje a los sótanos desconocidos del ser humano. A los sueños, la nostalgia, la ternura, a esos versos repletos de sensualidad bajo los cuales se esconde la pasión, la ruptura, la soledad, la pena, en la que la poeta abre el corazón para expresar sentimientos que no es tarea fácil y menos si estos proceden del alma. 

…Y sueños errantes/ recorriendo rosas rotas/ pétalos de tristeza/ que van alfombrando estelas/ tus silencios me trastornan/ mis locuras encendidas/ como agujas desgarradas/ siempre están tejiendo mantos/ tejiendo penas que sin querer se me van…/ Y… de mi garganta sin plumas brota un lamento/ brota un llanto, un llanto en vano/ Un poema que nunca leerás…

Y ahonda en los deseos femeninos para retomar los sentimientos, en los que el perfil del hombre se diluye, quizás para reflejar solo el Amor. Un amor espontáneo que se apoya en su Arcadia privada, en los símbolos de la naturaleza: llena de sonidos, de olores, donde la magia de la luna y las estrellas revolotean entre mariposas y ríos de flores, entre nubes que la arrastran y la bambolean.  

Me escribiste cientos de folios/ sólo para decirme cómo era el amor/ uniste miles de palabras/ que juntas decían cosas hermosas/ hablaban de sentimiento y pasión/. Creaste para mí un mundo mágico/ en donde sólo existían lunas que soñaban, / lunas que iluminaban nuestras noches/ cubriéndolas con su plata/ envolviendo ilusiones que nos brotan/ que nos brotan desde el alma…

Un libro editado por la editorial Begingbook  Ediciones, con una preciosa portada e ilustraciones en su interior del pintor plástico Ángel Gustavo Cabrera. Y en la solapa una magnífica fotografía de Osvaldo Cipriani, que destaca la belleza y madurez de Mariló. Dos amigos con una gran categoría humana.


En sentimientos del alma nos encontramos un libro confesional, repleto de reflexiones amorosas en las que está presente la memoria, el viaje inconsciente, la evocación, la tristeza, la desesperación, la angustia, la felicidad, el amor, la soledad, la muerte.

 

Cuando mi cuerpo se muera/ mis recuerdos volaran/ porque quieren reposar/ en luces de luna llena. Y cuando yo ya no exista/ mis sueños si existirán/ y se me harán realidad/ para que al fin yo los viva…

 


Y para cerrar la presentación, Mariló Alvarez nos cautivó recitando una media docena de poemas, con su voz tan cantarina que recuerda el vuelo de los sueños.

 

Felicidades a Mariló Álvarez Ruiz con el deseo de que el libro tenga un largo recorrido. Felicidades a Luis Fajardo, cantautor que musicó, como el solo sabe, dos poemas de la poeta. Felicidades también a Victoria Pérez, la nueva Presidenta del Círculo Mercantil y a Vicente Gómez, al Grupo de Teatro, a los socios y a todas las amigas y amigos que forman parte de esta Sociedad Recreativa en donde durante muchos años disfrutamos de Bailes, Carnavales, Fiestas de Fin de Año y su amplia Vida Cultural. 

 

Rosario Valcárcel, escritora             


   

Blog-rosariovalcarcel.blogspot.com

 

domingo, 7 de mayo de 2023

UN POEMA PARA MI MADRE

 



EL TIEMPO DEL AYER                          

Ocurre a veces que el tiempo del ayer

me traslada al chapoteo de los granizos

que apresaba en una palangana,

al chirrido de la tiza cuando jugaba al teje

y ganaba amigas inexistentes,

me transporta a los besos a escondidas,

a los suspiros y jadeos entre cirios

y campanas replicando a muertos.  

 

Ocurre a veces que el olor a la tierra húmeda

me recuerda a tu luz entre la sombra

al olor a Dios, a los adioses, a tu cuerpo, cerca,

tan cerca, que adivino tu sonrisa,

tus ojos asomados en los míos

entregados al tránsito que nos acoge.

 

Entonces mi alma sale de mí y balbuceo

¿Mamá estás muerta o estás viva?

¿Puedes entrar y salir del cielo?

Alzo mis manos y me dejo arrastrar por el recuerdo:

¡No olvides, no se te ocurra, cuidado que ese chico no se propase!

¡Dios mío, nunca llegué a decirle lo mucho que la quería!

 

Ocurre a veces, que el olor a tierra mojada me convoca

a un repentino y tierno abrazo con mi madre

a buscar la luz de la inocencia.