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Timbuktú junto con cuatro películas más “Ida”
“Leviatan” y Mandarinid” y la
argentina “Relatos salvajes” han competido este año al Oscar 2015 a la
mejor película de habla no inglesa. Finalmente se alzó con el Oscar la película
“Ida” dirigida por Pawel Pawlikowski.
Pero Timbuktú es una película extraordinaria,
delicada y visualmente sorprendente. Refleja esa África que muchos de nosotros
tenemos presentes por la cercanía. Pero que todavía seguimos viendo como un
lugar que evoca aventuras exóticas, un lugar de una vida dura, de músicos y
buenos bailarines, de escasez, de construcciones hechas de adobe, de esa África
rodeada de un halo de misterio y repleta de tragedias.
La película 'Timbuktu', del cineasta franco-mauritano Abderrahmane Sissako, no refleja el pasado glorioso de la ciudad, ni los grandes palacios, mezquitas, torres o tumbas. Ni su fundación por un grupo de nómadas bereberes o Tuareg venidos del norte en el siglo XI. Ni su florecimiento como destino final de las rutas de las caravanas de cientos de camellos que cruzaban el Sahara, ni tampoco refleja las piraguas que transportaban por el pantanoso delta las mercancías de las caravanas hasta Djenné y volvían a Tombuctú cargadas de cobre y oro…
La película
“Timbuktú narra un
hecho real ocurrido en Aguellhok en el año 2012. Pequeñas historias que
retrata una aldea de Mali, azotada por el integrismo de los yihadistas que toman
la ciudad maliense de Tombuctú en 2012 e implantan el silencio. La semilla de
una crueldad que crea situaciones donde no se puede fumar, ni escuchar música, ni jugar al futbol.
Donde las mujeres son solo sombras entre unos paisajes hermosísimos. Un suceso
del que nadie en los medios de comunicación se hizo eco.
El film ha recibido el César al mejor largometraje en la 40 edición de los premios del
cine francés, donde obtuvo siete galardones. El reconocimiento al mejor
director, mejor guion original, fotografía, montaje, banda sonora y sonido.
A excepción
de artistas como Abel Jafri, Fatoumata Diawara o Hichem Yacoubi. El director se
vale de actores no profesionales para el reparto de Timbuktu.
Una película
que como dijo A. O. Scott: The New York Times es impactante. Es cine
político, no tanto por su virulencia de lo que proclama, como por la insultante
claridad de lo que enseña… una de esas películas necesarias. Política y
humanamente necesarias.
facebook/rosariovalcarcel/escritora
Una película hecha con mucha dignidad por cineastas de Mauritania, que refleja el horror del fanatismo islámico. Muy recomendable.
ResponderEliminarLuis León Barreto
Debe estar interesante. La cinematografía que se realiza fuera de los grandes monopolios es muy saludable. Lo que el gato se come al ratón.
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