y hasta vender la “virginidad” de cada uno de los robots
Por Amaury
Mo
La idea de tener robots sexuales equipados con inteligencia artificial es relativamente nueva, y por esta razón están empezando a surgir personas que buscan aprovechar esto de cara a un mayor alcance y popularidad en este tema.
Este es el caso de una chica que se hace llamar Unicole
Unicron, quien abrió una campaña de crowdfunding con el objetivo de abrir el
primer burdel del mundo con robots sexuales.
Pero no sólo eso, ya que Unicron también asegura que este
burdel estaría centrado en “prácticas sexuales consensuadas”, ya que según
explica, “los robots también deben ser tratados con respeto”.
10.000 dólares por ser el primero en tener relaciones con un
robot
Este burdel, bautizado como ‘Eve’s Robot Dreams’, abriría sus puertas en 2019 en Los Ángeles, Estados Unidos, y para ello, la responsable del proyecto está persiguiendo una meta de 155.000 dólares en Indiegogo.
Este burdel, bautizado como ‘Eve’s Robot Dreams’, abriría sus puertas en 2019 en Los Ángeles, Estados Unidos, y para ello, la responsable del proyecto está persiguiendo una meta de 155.000 dólares en Indiegogo.
A día de hoy, con cinco días por delante, sólo ha recaudado
poco más de 2.600 dólares y sólo cuenta con el apoyo de nueve personas.
Se ve complicado que la campaña vaya a llegar a su meta. Sin
embargo, todo lo que envuelve a este proyecto es por demás curioso y vale la
pena echarle un ojo, ya que podría sentar un precedente para un futuro no muy
lejano, donde existan sitios centrados en el sexo con robots.
El burdel contempla la compra de varios robots sexuales
RealDoll X, recientemente lanzados al mercado. Los visitantes podrán elegir el
robot que deseen, pero antes del sexo deberán establecer una “relación de
consentimiento”, con la cual se buscaría generar una interacción armoniosa.
Los visitantes tendrían que descargar la aplicación móvil de
Realbotix para empezar a conocer la “personalidad” del robot, algo que podrían
hacer horas antes de asistir al burdel o bien, una vez estando ahí.
También habría la posibilidad de interactuar con el robot
“en persona”. En todo caso, se exigiría que las personas conozcan antes a sus
robots si quieren tener sexo con ellos.
Tras entablar la relación, el sexo con el robot tendría un
precio de 122 dólares, pero aquellos que deseen ser el primero en estar con un
robot, tendrían que pagar 10.000 dólares, es decir, ese sería el precio por la
“virginidad de un robot sexual”.
Por otro lado, también se contempla tener muñecas sexuales,
no robóticas, cuyo precio sería de 60 dólares por relación sexual.
De acuerdo con su creadora, su principal preocupación es el
saneamiento y la limpieza, ya que quiere que los robots estén debidamente
desinfectados antes de cada nuevo invitado, una tarea que estaría a cargo del
personal.
Para garantizar esto se plantea poder ofrecer “inserciones
exclusivas”, que serían orificios para los robots que se colocarían por el
propio cliente para mayor seguridad.
La creadora del proyecto: su visión del mundo y el futuro
Como mencionaba, Unicole Unicron es quien está detrás del proyecto, quien se describe a sí misma como “especialista en ética para robots y líder del culto a una estrella pop que no está conforme con su género”. Unicron dirige el grupo espiritualista ‘UNICULT’ y hace videos musicales para su canal de YouTube.
De acuerdo al sitio web de UNICULT, el objetivo de este
culto es “enseñar que todos somos uno y que todos pueden ser felices y
armoniosos en un paraíso unitopiano”. Según Unicron, los miembros del culto
tienen reuniones de forma periódica y actualmente están enfocados en algo
llamado ‘3V3’, que es una secta dentro de UNICULT que se enfoca en “traer el
cambio matriarcal a la vanguardia de la inteligencia artificial y la robótica”,
que es precisamente de donde surgió la ideal del burdel.
“Los miembros del culto trabajan en su estado interno para
hacerlo lo más armonioso posible.
También trabajan diligentemente para crear la
mejor realidad posible para ellos. Los miembros pueden trabajar de forma
aislada o participar en la comunidad de UNICULT, que está principalmente en
línea.”
Unicron afirma que “los robots son una tecnología poderosa
que tiene el potencial de cambiar la conciencia de un usuario. Las visión que
tiene una persona acerca del mundo se ve profundamente afectada por sus relaciones
interpersonales, y la relación con un robot sexual no tiene por qué ser
diferente. La forma en que programamos y tratamos a los robots afecta la forma
en la que nos tratamos unos a otros”.
Ante esto, Unicron menciona que es sumamente importante
centrarse en el consentimiento, ya que nos ayudará a entrar en ese futuro con
robots desde una perspectiva más saludable, “toda vida potencia merece
respeto”. Es así como surge la idea del burdel, que sería un sitio, una especie
de refugio, “para que las personas y las parejas exploren todo tipo de
fantasías sin juzgar. Un espacio de curación futurista para que cualquiera
pueda venir a interactuar con los robots con los que de otra forma no podrían
interactuar”.
Según su creadora, su idea general es poder establecer un
estándar para que los burdeles de robots sean limpios, futuristas y sexualmente
positivos.
ensegundos.do y la vanguardia.com
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