Del 5 de octubre de 2018 al 24 de febrero de
2019, Arthemisia abrirá al público una nueva muestra en el Palacio
de Gaviria de Madrid. En esta ocasión será una retrospectiva
dedicada a la figura de Tamara de Lempicka. Comisariado por la
experta Gioia Mori este proyecto expositivo recorre la
trayectoria de la "Reina del Art Déco". La
retrospectiva, incluye en torno a 200 piezas procedentes de más de 40
colecciones privadas, museos y prestatarios.
Tamara de Lempicka contaba
con un estilo característico de la época, marcada por la estética de los años
20 con sus motivos geométricos, colores brillantes y formas rotundas. El art
decó, un estilo clásico, simétrico y rectilíneo que alcanzó su mayor apogeo
entre 1925 y 1935, hundía sus raíces en movimientos anteriores como el cubismo
y el futurismo, así como la influencia de la Bauhaus. Lempicka fue una de sus
representantes más destacadas en el ámbito de las artes plásticas, para las que
planteó toda una revolución. Esta será la primera exposición retrospectiva
dedicada a Lempicka en Madrid.
De unos ojos en pleno éxtasis, a unos ojos que no ven,
borrosos, ciegos, a otros que lloran, a los ojos de esa amante que mira cómo la
retratan, a los ojos con los que vio la vida -y luego la pintaba- Tamara
de Lempicka.
Siempre enigmática y misteriosa, Lempicka trazó pronto su
carrera. "Huyó de Rusia después de la revolución, tenía una gran
sensibilidad hacia el mundo de los exiliados", cuenta Gioia Mori,
comisaria de la exposición de la artista en Madrid.
Se instaló en un París efervescente huyendo de los
bolcheviques y allí su obra, siempre firmada bajo pseudónimo, empezó a
despuntar. "Ella toma el apellido de su marido, Lempicki, porque como era
mujer no le aceptaban su apellido como tal", destaca Cristina Trigo, jefa
de equipo de la exposición.
Atrevida y seductora, como los desnudos que pintó, Tamara de
Lempicka mostró abiertamente su bisexualidad. Frecuentó locales
clandestinos 'El doble 47', donde sólo se reunían mujeres con apariencia
masculina.
El mundo de la obra también se ve reflejado en la obra de
Lempicka, glamour, sensualidad y elegancia mezclados en su pintura
con los diseños de Salvatore Ferragamo o Elsa Schiaparelli.
La reina del art Déco, como se la conoció después, inspiró a
artistas como Madonna, que posee algunas de sus obras y las usó en varios
videoclips y conciertos.
"La obra de Lempicka ha estado siempre en manos
privadas y eso ha desfavorecido que se pueda dar a conocer", añade
Trigo.
Su cubismo suave, sus cuerpos geométricos y sus colores
satinados que estuvieron a punto de quedar relegados si no hubiera
sido porque un galerista francés la popularizó en los 70. Desde entonces, ya
nadie ha podido olvidarse de Tamara de Lempicka, el personaje que traspasó a la
artista. Arrolladora, libertina y etérea; Lempicka.
Información de la Sexta.com | Madrid | 03/11/2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario