Ahora no tienes,
corazón, el vuelo...
Ahora no tienes, corazón, el vuelo
que te llevaba a las más altas cumbres.
Lates, reptante, entre las hojas secas
del amarillo otoño.
¿Y hasta cuándo en la secreta larva de ti?
¿Volverás a nacer en la mañana,
a respirar la frialdad del aire
donde hay un pájaro?
¿Lo oyes?
Canta arriba, en las cimas, como tú, como entonces.
Tú eres sólo latir cobijado en lo oscuro.
Al pájaro que fuiste dedicas este canto.
(El vuelo)
que te llevaba a las más altas cumbres.
Lates, reptante, entre las hojas secas
del amarillo otoño.
¿Y hasta cuándo en la secreta larva de ti?
¿Volverás a nacer en la mañana,
a respirar la frialdad del aire
donde hay un pájaro?
¿Lo oyes?
Canta arriba, en las cimas, como tú, como entonces.
Tú eres sólo latir cobijado en lo oscuro.
Al pájaro que fuiste dedicas este canto.
(El vuelo)
El adiós
Entró y se inclinó hasta besarla
porque de ella recibía la fuerza.
(La mujer lo miraba sin respuesta.)
Había un espejo humedecido
que imitaba la vida vagamente.
Se apretó la corbata,
el corazón,
sorbió un café desvanecido y turbio,
explicó sus proyectos
para hoy,
sus sueños para ayer y sus deseos
para nunca jamás.
(Ella lo contemplaba silenciosa.)
Habló de nuevo. Recordó la lucha
de tantos días y el amor
pasado. La vida es algo inesperado,
dijo. (Más frágiles que nunca las palabras.
Al fin calló con el silencio de ella,
se acercó hasta sus labios
y lloró simplemente sobre aquellos
labios ya para siempre sin respuesta.
"A modo de esperanza" 1955
Entró y se inclinó hasta besarla
porque de ella recibía la fuerza.
(La mujer lo miraba sin respuesta.)
Había un espejo humedecido
que imitaba la vida vagamente.
Se apretó la corbata,
el corazón,
sorbió un café desvanecido y turbio,
explicó sus proyectos
para hoy,
sus sueños para ayer y sus deseos
para nunca jamás.
(Ella lo contemplaba silenciosa.)
Habló de nuevo. Recordó la lucha
de tantos días y el amor
pasado. La vida es algo inesperado,
dijo. (Más frágiles que nunca las palabras.
Al fin calló con el silencio de ella,
se acercó hasta sus labios
y lloró simplemente sobre aquellos
labios ya para siempre sin respuesta.
"A modo de esperanza" 1955
José Ángel
Valente, poeta, narrador y ensayista,
nació en Orense el 25 de abril del año 1929 y falleció en Ginebra el 18 de
julio de 2000.
Su trayectoria
profesional comienza cuando aún es un estudiante que despunta como poeta,
formando parte del “Grupo Poético de los 50”, dentro del cual representa a la
poesía como una vía del conocimiento. En la década de los 60 su poesía
evoluciona siguiendo una corriente llamada "poesía del
silencio", desligándose así del movimiento poético de mitad de siglo. En
este periodo destacan obras como A modo de esperanza (1954),
Premio Adonais en ese año, Poemas de Lázaro (1960), Premio de
la Crítica, La memoria y los signos (1966) o Siete
presentaciones (1967).
Su poesía presentó una peculiar evolución, partiendo de una
coherencia con la Generación del 50, para finalmente girar en torno al misticismo desarraigado
de cualquier creencia religiosa. Entre sus más de dos decenas de poemarios
publicados, destacan los títulos "A modo de esperanza", "Tres
lecciones de tinieblas" y "Fragmentos de un libro futuro".
Contamos con una completa selección de sus poemas, donde sobresale "Poeta
en tiempo de miseria". A través de su trabajo ensayístico,
también abordó temáticas abstractas y le interesó
especialmente la pintura. Algunos de sus libros más importantes son "Las
palabras de la tribu" y "Hermenéutica y mística".
Valente tuvo una de las carreras más brillantes de la literatura española, y el Premio Adonais o el Nacional de Poesía (el cual obtuvo en dos ocasiones)
A lo largo de su vida
residió en lugares como Madrid, París, Oxford o Ginebra pero, finalmente, no
pudo resistirse a Almería, a su “irrenunciable luz”. Aquí llegó para quedarse.
Foto José Valente, (tomada redes sociales)
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