El día que escuché en La Casa Salazar de Santa Cruz de La Palma, la interpretación musical de los poemas, en la que Margarita es la compositora y arreglista de muchos de los temas a la memoria de Félix Francisco, considerado el Rimbaud de las letras españolas, puedo afirmar, que la ejecución y la interpretación personal de ambos lograron conmover al público. Y junto a los compositores llegó la energía desatada, el clamor de la belleza, el acto poético- musical como desmesura, propio de los creadores que se acercan a la hondura de lo humano, a las metáforas, a la vida y a la poesía de Félix Francisco Casanova.