lunes, 19 de junio de 2023

Simbolismo y expresionismo de M. Sánchez Gironés

 

Una muestra que podemos ver mañana día 20 de junio en la Galería de Arte Manuel Ojeda, Buenos Aires, 13. Las Palmas de G Canaria.                         

 


Manuel Sánchez Gironés  Nos muestra en esta exposición dos estilos artísticos.

Un estilo expresionista y otro simbolista.

En el simbolista realiza una pintura esquemática y colorista, un retorno al símbolo, a la emoción, al misticismo de las letras. Lo cual equivale a hablar de un propósito minimalista en una época en la que varían rápidamente las tendencias y los propósitos artísticos. 

Desde la antigüedad la escritura posee un valor simbólico e iconográfico innegables, así los aztecas tenían verdaderos jeroglíficos para indicar el agua, la tierra, el aire, el viento… Y el símbolo se convirtió en su instrumento de comunicación decantándose por figuras que transcienden lo material y son signos que cumplen un cometido, mundos ideales y raros. 

Así las letras del alfabeto hebreo han sido fundamento para expresar muchas cosas, y por ello han supuesto el punto de partida del ejercicio cabalístico. La mayoría de las iglesias y las catedrales medievales llevan pintadas o esculpidos símbolos que vienen de esta tradición hebrea.

La àlef es la primera de las letras del alfabeto hebreo, y tiene como valor numérico el 1. Esta letra representa a Dios.

Esta tradición hebrea la sustituyeron los cristianos por el Alfa y Omega griegas. Para los cristianos estas dos letras representan la eternidad de Dios, pues son la primera y la última del alfabeto griego. Dios es plenitud y perfección, Dios es eterno, el principio y el fin de todo lo creado.

Lo que nos propone Manuel Sánchez es la recuperación del símbolo. El símbolo que está presente en la fascinante escritura jeroglífica de los egipcios, que posiblemente se leería como se leen los libros chinos. Nuestro pintor nos dibuja letras como la R símbolo de la pirámide, de Ra, dios del Sol en todo su esplendor. Una letra que para el cabalista es de un color dorado, de un color que brille.  También nos muestra la letra U azul con un fondo amarillo, color que en ningún momento indica espacio vacío.

O la letra B que en la mitología egipcia, el Ba egipcio era uno de los elementos poderosos e inmateriales que componían al hombre una vez que había acaecido la muerte y por  medio del Ba, el difunto podía desplazarse y reunirse con su Kaactuando como intermediario entre el cielo y la tierra. El mundo de los dioses y la tierra.

Por lo tanto lo que propone nuestro pintor es evitar el racionalismo, porque -dicho con sus propias palabras- la lógica de su pintura no es la lógica de lo racional.

La utilización de los símbolos requiere la renuncia a la lógica y a lo racional, el pensamiento simbólico está mucho más allá del pensamiento histórico puesto que el símbolo acude a las raíces de la humanidad, al inconsciente. Igual que el rito es tan antiguo como el hombre. Se apoya en las tradiciones, en las religiones, en las ceremonias para propiciar la caza, la lluvia, la fecundidad de los campos, etcétera.

Manuel Sánchez Gironés pinta números y letras un procedimiento de raigambre cubista y utiliza principalmente el color verde, el color  ácido, el color de lo inestable, de lo efímero. Un color que podemos pensar que quizás maneja para resaltar el sentido onírico de lo sobrenatural.

Números y letras que son la base del entendimiento humano. A cada letra le corresponde un número, así la A es el 1, la B es el 2, etcétera. Y de este modo cada palabra puede ser abordada desde la perspectiva de la numerología con la intención de encontrar significados profundos que no son evidentes a simple vista.

Las letras en sí mismas, sus nombres, su forma gráfica, su valor numérico y hasta su posición en el alfabeto tienen algo de misterioso y sagrado. Cada alfabeto posee sus secretos, su historia, su simbología.

Nuestro pintor, que desde 1985 obtuvo la licenciatura de Bellas Artes en la Universidad de Barcelona, nos propone el regreso al símbolo, al mundo esotérico y místico de las letras.

En el estilo expresionista plasma con trazos casi líricos a un equilibrista y al fondo un público inaudible. En otros lienzos aparecen las tres Gracias,  tres mujeres a las que casi no les vemos el rostro. Tres mujeres sencillas con trazos uniformes, pintadas a contraluz con colores negros, oscuros como sombras. Una pintura que nos crea una sensación de silencios y de desasosiego.

Tres mujeres que nos hablan de la soledad e indefensión del ser humano, del precario equilibrio de la existencia en un mundo hostil.

Una exposición que tuve el placer de presentarla  el mes de mayo del 2012 en el Club La Provinc 

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lunes, 12 de junio de 2023

Encuentro con el autor, Luis León Barreto

 Texto de Ina Molina



Interesante conferencia que tuvo lugar la tarde del 7 de junio, sobre la “Trayectoria del cuento en Canarias” a cargo del escritor y periodista Luis León Barreto, presentada por Rosario Valcárcel. Una querida pareja que derrocha complicidad en todas sus apariciones públicas y privadas. 



Tuvo lugar en la Biblioteca Insular de Gran Canaria. Cabildo de Gran Canaria, y dentro del bonito proyecto de María José Godoy, ENCUENTROS CON EL AUTOR. Con la estupenda colaboración de Berbel de Canarias e Inma Flores.



Un grato encuentro, ameno e instructivo y documentada charla con lectura de sus cuentos en las voces de Luis y Rosario. Agradecer al conferenciante que de forma espontánea, nos invitara a los presentes a compartir alguno de nuestros relatos guardados en nuestros móviles.


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sábado, 3 de junio de 2023

DE LOS HABSBURGO A LOS BORBONES.

 Por Pedro J. Valcárcel

Solemos denostar de los Imperios, entendiéndolos como entes en torno a los cuales se agrupan una serie de naciones, tal es el caso del Sacro Imperio Romano Germánico, al que perteneció en su última etapa, María Teresa, reina consorte de Francisco I, quien promovió cambios socio políticos y religiosos en el tramo final del período de los Habsburgo. Fue en el S.XIX con Elisabeth de Austria, popularmente conocida como Sissi emperatriz, casada con Francisco José, ya dentro del Imperio Austro Húngaro, cuando se construyeron la mayor parte de los palacios, palacetes y edificios de grandiosidad artística que tanto embellecen la ciudad.


Es la una de la tarde, la Kartner Strasse, calle comercial por excelencia, burbujea de gente en un ir y venir con la vista puesta en las boutiques, algunas de ellas lujosas, locales de restauración en donde a buen seguro no faltará el escalope vienes (Wiener Schnitzel), y las sempiternas pastelerías, hasta alcanzar la catedral de San Esteban, desde cuyo transepto se pueden divisar al fondo, unas vidrieras en las que predomina el color rojo, dando mayor luminosidad al altar. Afuera, contrastando con la ceremoniosidad del interior del templo, la gente, mayormente jóvenes, se agolpan en grandes mesas cuadrangulares, en torno a un mercadillo, mientras dan cuenta de las conocidas salchichas bratwurst; entretanto, otro animado grupo, disfruta de los sones procedentes de una orquesta que nos obsequia música folklórica del país. Nos encontramos en el centro histórico y neurálgico de Viena. Previamente, divisamos la Staatsoper, imponente edificio de estilo renacentista, en cuya fachada podemos divisar la figura del genio austriaco de la música, Mozart, quien vivió allí parte de su vida.

Ya no se trata de aquella ciudad cuasi dormida de los años ochenta, en la que apenas había niños en las calles, con algunos negocios regentados por judíos y en la que el silencio habitual solo se veía interrumpido por el devenir del tranvía.

Los distritos están divididos en círculos. El eje central se agrupa en torno a la Ring Strasse, avenida principal, vertebrada por una rambla con doble sentido de circulación. Desde ella se accede al barrio antiguo.

Arquitectónicamente, el centro de Viena transita desde el neogótico de su catedral hasta el barroco, con algunas reminiscencias clásicas y neoclásicas. Al otro lado del río tras el inicio del nuevo milenio, la ciudad adoptó un estilo arquitectónico moderno, incluyendo rascacielos, con edificios de oficinas y viviendas que en nada se asemejan al resto, coronadas por el llamado Puente del Milenio, tal y como sucedió en Londres.

Algo más alejado, el Prater, término latino que significa prado, refiere al parque más representativo de Viena; se reacondicionó con motivo de la Eurocopa del año 2008, habilitando asimismo una parada de metro en las proximidades, así como mejorando su mobiliario urbano y dotándolo de árboles en los alrededores del estadio de fútbol que se encuentra en su interior. Un vagón original de la noria antigua permanece como recuerdo y añoranza de la película “El tercer hombre”, con Orson Welles como actor estelar, interpretando el role de Harry Lane, contrabandista de penicilina en la Viena de la post guerra, quien tan solo aparece una vez en escena, mientras los ecos de la banda sonora resuenan en tu cabeza, haciéndose presente.



Casi un centenar de palacios conforman la foto de Viena. En cuanto a las dulcerías, las hay para todos los gustos y precios, aunque nunca faltan ni la Apfel Torte, ni el Apfel Strudel ni la Sacker de chocolate. De entre todas destaca, Demel, confitería pastelería y chocolatería, cuyo interior es de estilo barroco, data de finales del SXVIII; actualmente con terraza incluida y un atril que franquea la entrada, con un letrero en inglés y en alemán, en el que te sugieren que esperes para ser atendido/a, antes de acceder a su interior tras una generosa cola. Una vez dentro, no conviene detenerse mucho en la elección, solamente cerrar los ojos, dirigirlos al techo y luego manteniéndolos cerrados, hacia las vitrinas, y señalar uno de los deliciosos dulces, seguro que no te vas a equivocar.

Los austriacos y muy especialmente los vieneses, sienten veneración por la música culta. Existen innumerables salones de palacios, castillos, teatros, el Kursalon…, donde poder disfrutarla, alternado el clasicismo con la música de valses de la familia Strauss.

Si les gusta la música clásica, son golosos y admiran el arte arquitectónico, ya saben adónde ir.

Foto: Staatsoper de Viena y programa  

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