Certidumbre
Yo jamás he visto un yermo
y el mar nunca llegué a ver
pero he visto los ojos de los brezos
y sé lo que las olas deben ser.
Con Dios jamás he hablado
ni lo visité en el Cielo,
pero segura estoy de adónde viajo
cual si me hubieran dado el derrotero
Ensueño
Para fugarnos de la tierra
un libro es el mejor bajel;
y se viaja mejor en el poema
que en el más brioso y rápido corcel
Aun el más pobre puede hacerlo,
nada por ello ha de pagar:
el alma en el transporte de su sueño
se nutre sólo de silencio y paz.
La sortija
En mi dedo tenía una sortija.
La brisa entre los árboles erraba.
El día estaba azul, cálido y bello.
Y me dormí sobre la yerba fina.
Al despertar miré sobresaltada
mi mano pura entre la tarde clara.
La sortija entre mi dedo ya no estaba.
Cuanto poseo ahora en este mundo
es un recuerdo de color dorado.
Emily Dickinson
fue una de las primeras mujeres en la historia a quien se le reconoció su
trabajo como poeta y se ha convirtió en uno de los pilares de la poesía a nivel
mundial.
Nació en una familia de abolengo de
Nueva Inglaterra: sus ancestros habían llegado en la primer ola de inmigrantes
puritanos a Estados Unidos y fueron adquiriendo, generación tras generación,
puestos importantes para la sociedad en crecimiento.
Su abuelo, Samuel Fowler Dickinson, fue secretario del Ayuntamiento, representante en la Corte General, senador en el congreso estatal y durante cuarenta años juez del condado de Hampton, Massachusetts.
Su padre, Edward Dickinson, fue abogado de la Universidad de Yale, juez en Amherst –ciudad natal de la poeta–, representante en la Cámara de Diputados de Massachusetts, senador en la capital del Estado y representante por el estado de Massachusetts en el Congreso de Washington. Además fundó la línea ferroviaria Massachusetts Central Railroad y el Amherst College, una escuela de pregrado que sigue siendo famosa por su alto nivel de exigencia.
Emily Dickinson nació el 10 de
diciembre de 1830, treinta años antes de que comenzara la Guerra de Secesión,
en la que se lucho, principalmente, por acabar con la esclavitud.
La enseñanza puritana, la lucha entre
posturas políticas y la influencia social que tenía la familia Dickinson en el
noreste del país fueron aspectos que quedaron plasmados en la obra de la
poeta.
Estos son algunos de sus poemas,
que hoy tienen un peso histórico y que Emily Dickinson jamás se imaginó. Fue su
hermana quien se dedicó a publicar sus obras, pues para ella no era relevante.
Sin embargo, hoy resultan indispensables para comprender la poesía
contemporánea.
Información redes sociales. Foto elpais.com
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