viernes, 23 de febrero de 2024

Entre calimas y alisios

 Ida y vuelta

Luis León Barreto

En los tiempos antiguos, el carnaval solía obsequiarnos con bullicio en las calles y unos buenos chaparrones, que más de una vez llegaban a provocar inundaciones, recordamos una en la cual la calle Francisco Gourié se quedó muy afectada. Eran otros tiempos, qué duda cabe, cuando las presas se quedaban repletas tras los intensos chaparrones y los barranquillos siempre resecos llevaban su buen caudal. En las zonas plataneras, los agricultores celebraban aquellas regadas que daba el cielo, y eso significaba un gran optimismo cara al nuevo año, ya que el ahorro en agua les llevaba a lanzarse a disfrutar más de un extra.

Ahora las cosas están cambiando tanto y tan deprisa que a veces le digo a mi mujer: menos mal que dentro de 20 años, cuando el planeta esté mucho más deteriorado, ya no veré el gran estropicio del clima. El futuro no va a ser muy beneficioso para nuestros descendientes, le comento. No te lo creas, me responde. Pues todo va tan rápido que igual dentro de cuatro o cinco años ya verás por tus propios ojos el gran desastre del clima, puede que incluso veamos un elevado paro juvenil, aunque bien es verdad que la economía tiene sus picos y tanto puede bajar mucho como dar un subidón cuando menos te lo esperes.  Ciertamente, de año en año los niveles de deterioro climático son muy agudos.

            Lo cierto es que desde diciembre, incluso desde mucho antes de Navidad, la calima se ha hecho la dueña de nuestros horizontes. Enero y febrero son ahora meses en los que el polvo sahariano llega con más intensidad hasta nosotros. Hace tiempo que no hay inviernos, nos estamos tropicalizando en tal medida que por las noches resulta difícil dormir cuando llegamos a los 22 o 24 grados como si tal cosa. Llevamos muchos años así, con invasiones saharianas más duraderas, más intensas y que llegan más lejos. En el mapa del tiempo podemos apreciar que con frecuencia ese polvo en suspensión sube hasta Portugal, sobrepasa Madrid, llega hasta Francia y Alemania. También se ha comprobado que accede con mucha facilidad a las islas del Caribe.

Cielos con escasa nubosidad y temperaturas elevadas. Esa es la tónica preponderante, con un fuerte anticiclón posicionado muy cerca. En la Península están construyendo desaladoras a toda prisa, y sobre todo en Cataluña se prevén restricciones en el consumo de agua cara al próximo verano porque las presas están más que secas, y los ríos van con un caudal muy precario. Pero en esta pelea de los elementos, aquí en las islas no siempre lo tenemos todo perdido ya que el alisio siempre estará pugnando por abrirse camino y traernos alguna alegría.

Hay calimas cálidas y otras más frescas. Podemos recordar que el verano del año pasado sobrepasamos los 40 grados a la sombra en muy diversos escenarios de las islas, desde Fataga a El Paso en La Palma, desde las islas orientales a las occidentales. El aire en aquellos meses de julio y agosto era tórrido, hasta los 42 y 44 grados, durante varios días aquí se registraron con las temperaturas más altas de toda España, mientras que las calimas que llegan en enero y febrero por lo general son algo más livianas de temperatura, aunque más copiosas en cuanto a las masas de polvo que nos llegan.

Ya se nos ha avisado sobre el progresivo deshielo de los polos, la elevación del nivel del mar en todo el planeta y cosas de este tipo, con lo cual ciudades del litoral como Las Palmas de Gran Canaria se verían muy afectadas, particularmente en las playas de Alcaravaneras y Las Canteras. Es de esperar que estas predicciones tan catastrofistas no lleguen a término, y también es de esperar que la tecnología pueda echarnos una mano en la medida en que debemos sobrevivir más allá de tales amenazas.

1 comentario:

  1. amigo luis como buen observador, haz descrito lo que viene sucediendo en el transcurso del tiempo en nuestras islas, aunque nunca ha sido de mucha agua, si ha habido momentos puntuales, que nos ha regado los campos y las presas se han llenado, pero como el cambio climatico se expande , tambien a nosotros, nos llega, y habra que ir pensando que del cielo no esperemos, tendremos que resolver con lo que tenemos en la tierra, depuiradora, para los riegos, y potabilizadora para el agua de abasto. aunque hay quien dice que la potabilizadora es contamienante, por la sal que se vierte al mar....en fin buscar soluciones...ya.

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