martes, 31 de enero de 2012

El Carnaval del mundo: Isabel Echevarría

    Rosario Valcárcel

La belleza pertenece a los sentidos. Solo a los sentidos.
Tomás Mann en Muerte en Venecia.

      Antiguamente las máscaras simbolizaban la creación del Universo, la muerte del primer hombre, la marcha diurna del sol. Hoy es una celebración alegre y desinhibida que marca el vuelco de la vida diaria y permite a nuestros deseos más profundos la anarquía y la total libertad.
     Porque el carnaval nos da la oportunidad de arrinconar la rutina diaria y pasear por calles y ciudades del mundo, por ciudades que se visten con un aura de ensoñación y de deseos. Escenarios llenos de rumores y maquillaje en el que interpretamos nuestro propio drama existencial, donde recreamos un universo teatral y mágico, antes de pasar al arrepentimiento de la Cuaresma.
    Pero el Carnaval es también fuente de inspiración para los artistas. Así  en esta magnífica exposición  Isabel Echevarría nos presenta una colección de bellas mujeres luciendo ostentosos vestidos de lentejuelas, piedras preciosas, plumas… … Nos presenta parejas disfrazadas, con la intención de exaltar la belleza, el jolgorio, la alegría. Como ella bien dice la idea de que estamos vivos.
       El carnaval de Las Palmas de Gran Canaria ha sido el leit motiv de esta brillante muestra romántica, realizada con una técnica mixta y un tono hedonista. Porque en el carnaval de nuestra isla flotan los placeres de la vida, los disfraces de Venecia, de Río de Janeiro, el carnaval de Filipinas, país de origen de Isabel, de Francia. Los carnavales del mundo.
        Y evoca nuestra pintora el carnaval de Venecia, la costumbre del festejo veneciano, el mundo satírico, la liberación sexual. Llena el espacio de figuras cortesanas, de transparencias y de deliciosos colores sedosos, de cuellos y encajes, de expresiones hieráticas. De glamour, de hombres y mujeres vestidos a la moda de las fiestas de palacio cuando la nobleza se disfrazaba para salir a mezclarse con el pueblo con capas burato, careta blanca y capuchas. Disfraces como elemento lúdico y de belleza. Y las  máscaras, máscaras que se tornan reveladoras y ocultadoras. Máscaras como elemento liberador de las restricciones sociales en un mundo en donde las relaciones sexuales estaban sujetas a muchos tabúes. Máscaras que representan el misterio, el juego de esconderse, el acercamiento a los mitos y a los rituales. La captación expresiva de los modelos expuestos con maestría.
        Y en su recorrido imaginario nos lleva al carnaval más famoso del mundo, a las calles de Río de Janeiro, a la sensualidad que revolotea, que avanza lujuriosa, a la belleza de Brasil, simbolizada aquí por una preciosa mulata, Mame Yame Mattallah, que precisamente fue Reina del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria en el 2.010, representando al Centro Comercial “El muelle” con un diseño de Willy Diaz,  llamado Yuma. Un retrato alegre y con ritmo juguetón, un retrato donde Isabel nos trasmite la espontaneidad y el movimiento, la provocación y el deseo. Ese deseo de supervivencia de semidioses felices y superficiales.
       En otros casos el escenario es Paris. Así nuestra pintora se sumerge también en el maravilloso mundo de la apasionante ciudad del Sena. Y busca su inspiración no en los sueños sino en el goce y los festines, en los cabarets y los cafés de una ciudad que siempre apostó por la modernidad.
     Y de la mano del carnaval de Las Palmas de Gran Canaria contemplamos contornos sinuosos, el desnudo como liberación, cuerpos que se cimbrean bajo pesadas estructuras, que se saben parte de un Cosmos. Una muestra figurativa que es algo más que una mera copia de la realidad existente, una muestra llena de sensualidad, de hermosura poética, de colores intensos y brillantes, de atmósferas bien perfiladas con colores fuertes, aplicados en largas y gruesas pinceladas, que parecen no tener fin. Un carnaval donde lo bello es la fugacidad, donde lo maravilloso reside en los confetis que tiras, en las serpentinas, en pasar un instante y quedar en los ojos y en la memoria de los que nos miran, de los que nos rodean.
     Finalmente Isabel le hace un homenaje a su tierra, a Filipinas, y un precioso vestido la transporta a regiones soberanas y dueña de su destino, recrea una mujer sensual, una mujer que aunque lejana en el espacio posee rasgos comunes con la cultura española. Un trabajo sereno y muy equilibrado.
       Premiada y reconocida artísticamente en Manila desde 1981, nuestra pintora aparece en diversos libros de Arte Contemporáneo filipino y sus retratos están expuestos en algunos museos y oficinas estatales de Filipinas. Sus oleos se encuentran en colecciones privadas en Asia, Oriente Medio, EE.UU., y Europa.
      En esta muestra titulada “Carnaval en el mundo” Isabel Echevarría evoca que nuestro yo real desinhibido salga a jugar con disfraces, con máscaras o sin ella. Porque ella sabe resaltar la belleza femenina, mujeres atléticas envueltas en fantasías. Sabe plasmar el espíritu de transgresión, el brillo superficial y teatral de la vida.
      Y ha logrado conseguir una exposición fresca, el deseo por el misterio y lo equivoco. Ha logrado plasmar el arte del carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. 




 La exposición estará expuesta en el Gran Casino de Las Palmas del 26 de enero al 17 de febrero. De 17 a o4 horas.( Lunes a Domingo)

1 comentario:

  1. El vestido que cubre el alma, no es vestido sino cárcel. Gracias, Rosario por presentarme esta exposición alucinante de Isabel Echevarría, que pinta el alma en los vestidos.

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