Poema seleccionado de su segundo libro:
No
es por el peso del sol por lo que cae
A pasos de
barranco el sol ardiendo.
El camino
lleno de sol,
el patio
lleno de sol,
el mundo
lleno de sol,
mis hermanas
llenas de sol,
las manos
llenas de
sol
no pueden
más
ramírez
tristes,
estupiñanes
tristes,
milanes
tristes, sánchez tristes,
cabreras
tristes, santanas tristes,
el sol
ardiendo sobre la tierra blanca
de la mesa.
Más no
sufras no obstante, muerto bueno.
Desde hace
cientos de años esta tierra levanta
un muro con
tu sombra".
Todo lo que perdura es esto y nada más ahora.
Tu cuerpo arriba eres el cielo y das que tienes
un largo olor de millo rebosando.
Bajo tu falda
el mes de mayo es hembra.
Es hoy el primer día del verano
y mayo
el mes de mayo es hembra.
Es hoy el primer día del verano
y mayo
queda en ti, clavado
contra tu frente,
clavado a pedazos contra tu frente
como el dolor de amar cuando se ama
después de mucho tiempo.
Pero para nosotros no.
No nunca eso.
Ni tú ni yo estamos para olvidar
que al tiempo muerto va a yacer la hora,
la hora y el día entero, el hombre
y su mujer,
la cabra, lo otro y lo otro, y la mirada
más alta.
Y, más al sur de nosotros, el deseo
y el olor del azufre, el tomatero
y el ron
quemado, ron de rones, mi señor proletario.
Para nosotros sólo de noche el mar viniendo de la tumba,[doblando
guitarrón y metalúrgico
clavado a pedazos contra tu frente
como el dolor de amar cuando se ama
después de mucho tiempo.
Pero para nosotros no.
No nunca eso.
Ni tú ni yo estamos para olvidar
que al tiempo muerto va a yacer la hora,
la hora y el día entero, el hombre
y su mujer,
la cabra, lo otro y lo otro, y la mirada
más alta.
Y, más al sur de nosotros, el deseo
y el olor del azufre, el tomatero
y el ron
quemado, ron de rones, mi señor proletario.
Para nosotros sólo de noche el mar viniendo de la tumba,[doblando
guitarrón y metalúrgico
Autor de los
poemarios: “Canción necesaria con María C.” (1966), “Y no es por el peso del
sol por lo que cae” (1968), “Itinerario en contra” (1980) que recopila toda su
obra poética hasta entonces, y Epigramas (1995), editado por el Gobierno de
Canarias, se enmarca en su última etapa poética.
Juan Jiménez
Santana nace en El Carrizal, Ingenio, en el año 1940 y estos días hemos
recibido la triste noticia de su muerte. Nunca estamos preparados. ¿Cómo nos
podemos preparar para despedir definitivamente a un gran poeta, a un amigo? ¿Cómo
nos podemos preparar para no ver nunca más a María y a Juan juntos? A la pareja recorriendo la calle Mayor de
Triana. ¿Quizás enamorándose y desenamorándose, leyendo los mismos libros,
compartiendo tantas cosas… viviendo las mismas historias en los más de
cincuenta años que estuvieron juntos? Siempre juntos cogidos del brazo.
La mañana
del lunes, María Castro, su mujer a quien él dedicó “Canción necesaria con María C, lo vistió con el traje, la camisa, la corbata… que él lució aquel
día del 2016 en que recibió el Can de Plata, de manos del
presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales y que guardaba para otra
gran ocasión.Y lo pensó bien, qué mejor ocasión que nuestro último viaje.
Habría que
reeditar su poesía completa. Su memoria lo merece. Ahora nos quedamos con las
palabras de Manuel García Ramos en su ensayo Tres Perfiles de la Poesía Canaria
última: Juan Jiménez, Ángel Sánchez y Juan Pedro Castañeda, publicado en la Revista de Historia Canaria,
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