La casa de mi tía.
Como cada mañana hoy miré al mar.
Al horizonte desde este cachito del norte de la Gran Canaria.
La Costa de Lairaga.
En donde mirando a naciente
ves la montaña de Arucas y Las Isletas,
y hacia poniente la Montaña de Galdar
el Pico de La Atalaya.
En los días de reflejo se ve la isla de Tenerife con su Teide gigante y su imponente risco de Anaga, por donde día a día se despide el sol después de la ardua jornada.
Y mirando al frente es por donde entran cantarines Los Alisios para subir por los riscos y barrancos a abrazarse a las montañas, a sus cimas mas altas.
Y una pequeña falúa navega cercana a la costa.
No hicieron falta los prismáticos,
se veía claramente su gorra y su barba.
Sandokán navega con rumbo al Portillo,
presente por siempre en nuestro pueblo.
Porque Manuel Sosa ha muerto para vivir para siempre,
en el arrullo de su Atlántico,
de nuestro amado océano,
que es su casa,
la que tanto defendió y que sigue cuidando.
Javier Marrero 7 de agosto de 2021
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