lunes, 4 de marzo de 2013

El Zurrón de los postres de Irmina Díaz-Frois

Mi madre hacía una tarta de galletas.

La vida la escogió para llevar su casa, sacar adelante a sus hijos, a su familia, para recibir visitas para hablar de las preocupaciones de la vida cotidiana. Ella era capaz de organizar cualquier evento sin grandes ceremonias sin que le afectara el calor, el frío ni el cansancio. Su cocina era una fiesta porque sabía vencer a un enemigo casi invisible, al fantasma de la pobreza.Y le ganaba a través de su imagen sonriente, vivaz y plena, a través de sus recetas que tenía escritas con su puño y letra en aquellas libretas de dos rayas. ¡Qué rico le quedaba el pescado en escabeche o la tortilla de papas! Pero la que presidía todas las fiestas era su tarta de galletas. La tarta era la reina de los cumpleaños, las primeras comuniones y hasta los días de Navidad.
                                                              foto de Irmina Díaz-Frois
Una tarta que ocupó y sigue ocupando muchas mesas porque la cocina de la infancia igual que el color de tus ojos se hereda. Un paquete de galletones, galletas, canela molida, ralladura de limón al gusto, medio litro de leche, medio paquete de mantequilla, dos huevos, cuatro pastas de chocolate… Pero las modas cambian y el arte culinario como la alquimia ha progresado. Hoy la cocina se ha profesionalizado y las amas de casa averiguamos qué tipo de alimentos nos va mejor para nuestra salud y nos hacemos vegetarianos, veganos o nos decantamos por la cocina mediterránea o por la erótica. Por la llamada del dulce.

Hacemos cursos de protocolo para que todo salga perfecto, aprendemos a pelar la fruta y las gambas con cuchillo y tenedor.Y cuando vamos a celebrar alguna fiesta o queremos tener una noche frívola estamos muy atentos al lugar, cuidamos el entorno, la decoración de la mesa, cómo adornar la vajilla, la música, la iluminación y sobre todo la repostería, el momento que lo dulce bate el aire con sus alas decorativas y lujosas. 

Y algun@s hemos aprendido a maquillar y a ponerles guirnaldas a aquella antigua repostería de nuestras madres y abuelas.Y para eso consultamos blogs y nos estremecemos con el blog de Irmina Díaz-Frois, con sus crujientes galletas.

Una artista que viste la vida con pasteles, pastas, galletas, merengues, tartas, dulces y salados.  Un blog que huele a los vapores del horno, al chocolate calentito de las frías tardes de invierno: http://www.elzurrondelospostres.com.

Irmina comparte su vida con otro artista, con el escritor Moises Morán Vega, que ha publicado "La Sima, Ali Romero, la historia de un berberisco, "Historias de un ezquizofrénico que no quería serlo pero que lo era"... y muy pronto  con la colaboración de la Nueva Asociación Canaria para la Edición estará en la calle su nueva novela "Chat". 
 
El blog de Irmina está ilustrado con unas bellas fotografías que nos absorbe los cinco sentidos, que nos recuerda las ilustraciones de los cuentos de hadas y con el que puedes disfrutar y aprender paso a paso como realizar los chinitos de la suerte o los bocaditos de castaña y chocolate o los cucuruchos de fruta. Un blog donde puedes aprender a recortar galletas en forma de patos, palmeras o pájaros de largas patas que vuelan alrededor de troncos de árboles construidos con trufas o gofio. Un blog que nos enseña a bordar con pan, a fabricar cenefas para decorar dulces de cactus y margaritas. Un blog que seguro que nos permitirá entrar en la maravillosa casita de Hansel y Gretel. 

Facebook/rosariovalcarcel/blogspot.com;  www.rosariovalcarcel.com

11 comentarios:

  1. Sí, una artista en todos los sentidos.

    ResponderEliminar
  2. Irmina y Moisés son una gran pareja, gente sencilla, gente con energía positiva. Gente que se deja querer.

    ResponderEliminar
  3. Muy buena presentación de ese blog tan sabroso. Lo pongo en mi Esquina. Para mí el arte de la cocina es lo mismo que poesía y la buena gente, que, como dice Luis, se dejan querer.
    Un abrazo y buen enyesque.

    ResponderEliminar
  4. Gracias Moises, Luis y Antonio y espero probar los postres que han aprendido del blog de Irmina.

    Un beso grande, grande.

    ResponderEliminar
  5. Ohhh, amiga, mi amiga de mirada dulce, eso es lo que me inspiras al ver tu foto.
    Qué gran detalle has tenido, ¡qué post más bonito! Me haces entrega de unas palabras maravillosas, que yo recojo con humildad. Que me ha hecho sonrojar.
    Mil gracias Rosario, tú sí que eres una mujer entrañable, vaya donde vayas, con tu elegante adorno en el cabello y tus entretenidas historias.
    Un abrazo para ti y para tu adorado Luis.

    ResponderEliminar
  6. Felicidades a todos por esta corriente de relación humana positiva.
    Aquiles.

    ResponderEliminar
  7. En la cocina en general, parece bueno cierta innovación, pero algunos se pasan, muchas veces resulta muy complicado buscar la cocina tradicional, han evolucionado tanto con raciones más cortas y precios mas altos. En el caso que nos ocupa parece que desde la tradición se han incorporado algunas innovaciones, que demuestran sin duda la creatividad de Irmina, que como complemento a su labor, ha creado el blog, que con solo abrirlo estimula el apetito. Muy buena presentación de Rosario, como siempre.

    ResponderEliminar
  8. Me alegré mucho, Rosario, cuando pusiste como diana de tu escrito a Irmina. Parafraseando el escrito de la fachada de la Casa de Colón pudiéramos decir, cambiando a Machado por ella: "Irmina ya estás servida todo el pueblo está contento pues vuestra elecion asido hacer al mexor talento lo de justicia devido". Felicidades a ambas, a ti por tu escrito descubriendo sus virtudes y a Irmina por sus dulces aportaciones y su forma de ser.

    ResponderEliminar
  9. Enhorabuena por esta presentación tan apetecible.

    Un afectuoso saludo,

    Belinda Rodríguez Arrocha

    ResponderEliminar
  10. Querida Irmina: Ha sido un placer visitar tu blog, escribir sobre él.
    Gracias también a Aquiles García, a Juan Tejera, siempre fiel a mi blog. Y gracias a Belind por sus palabras.

    Un beso grande, grande para todos.

    ResponderEliminar
  11. Gracias Pancho por tus cariñosas palabras. Un beso grande, grande.

    ResponderEliminar