martes, 15 de abril de 2014

SIGNOS DEL PLACER SEXUAL.

ESTREMECIMIENTOS

12

Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, se despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan, se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
 se rehúyen, se evaden y se entregan  (Oliverio Girondo)

Poeta nacido en Buenos Aires, Argentina, el 17 de agosto del año 1891 y fallecido en la misma ciudad el 24 de enero de 1967, después de haber padecido durante unos años un estado de discapacidad física provocado por un accidente.

Tuvo la oportunidad de visitar el viejo continente desde muy pequeño, lo cual le abrió las puertas a una rica formación académica. Sus primeros pasos por la poesía lo relacionaron con el nacimiento del vanguardismo en su país. Además de su producción poética, incursionó en la traducción con una obra de Rimbaud, aprovechando el privilegio de haber aprendido lenguas extranjeras en su infancia. Casado con la poetisa Norah Lange hace de su casa un lugar de reuniones literarias.

En este poema Se miran, se presienten, se desean se observa una sensualidad intensa, una fuerza inusitada en su expresión. Al leerlo me he acordado de Simón de Beauvior cuando escribió: la amiga se complace en la certeza de acariciar un cuerpo del cual conoce todos los secretos y cuyas preferencias les son señaladas por su propio cuerpo"

Algunos de los signos de placer sexual femenino son entre otros el momento en que nos estremecemos. Y a ello se puede llegar través de las caricias, del contacto de unas manos, de un pie… sobre nuestra piel. A veces puede llegar a ser tan intenso que sin darnos cuenta perdemos casi el sentido de la realidad. Porque el tacto a pesar de estar poco valorado en las relaciones sexuales pertenece  al mundo más íntimo de los sentidos, al de las emociones.

La obra de Girondo ha llamado la atención de la crítica sobre todo libros como "Veinte poemas para leer en el tranvía", "Persuasión de los días" y "En la masmédula".

En cuanto a él, permaneció extasiado, con el sexo en erección y el cuerpo estremeciéndose débilmente, como si lo recorriera el placer al recordar la boca de Marianne abriéndose para entrar en contacto con el suave miembro, Anais Ninn

Los primeros poemas de Girondo están repletos de color e ironía, superan el simple apunte pintoresco y constituyen una exaltación del cosmopolitismo y de la nueva vida urbana e intentan una crítica de costumbres.

De pronto, una descarga eléctrica me atravesó, frustrando la tierna caricia de la asiática que lamía mis mejillas… Joy Laurey

No debemos olvidar que las caricias deben ser el preámbulo del coito y que en las relaciones íntimas el contacto con nuestra piel asume un gran poder erótico. Según la Astrología cada parte del cuerpo está regido por un astro, por un universo tan repleto en matices que nunca hay dos caricias iguales ni dos estremecimientos idénticos.

Cuando nos acariciamos cada signo tiene un toque especial que nos sacude, nos estremece. No en vano poseemos entre seis y diez millones de sensores táctiles que recogen la valiosa información que llega del exterior y del interior del organismo.

Por eso en nuestras relaciones debemos aprender a acariciarnos a recorrer lugares, partículas del paisaje físico y espiritual. Debemos aprender a transportarnos, a crear nuestra propia música como acto de comunicación y expresión de sentimientos. 


facebook/rosariovalcarcel/blogspot.com





7 comentarios:

  1. Se pueden pasar horas en ese "se" tan peculiar, tan sensual y erótico de Oliverio G. Ojalá muchas personas te lean y tomen consciencia de la importancia del tiempo y las caricias en este época marcada por las prisas del reloj. Gracias por hacer "tomar conciencia" de algo tan importante como es el acariciar, no sólo el cuerpo, sino también el alma.

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  2. Rosario, gracias por hacerme vivenciar corporalmente los pasajes en que mi cuerpo todo, mis sentidos y mi sensibilidad, lo practicado desde mis primer contacto con la piel de una mujer...dieron sentido a mi ser y estar en esta tierra y me alejaron de lo práctico y concreto...Oliverio Girondo y su mujer Norah Lange, una pareja que ha vivenciado el erotismo en acto, devenido luego en escritura...vanguardia en el Río de la Plata, que la pacateria de la época no supo apreciar y disfrutar...hoy, podemos acercarnos suavemente, levemente y hacer de estas palabras una alegoría cual ceremonia del sexo en toda su perfección y milagro.

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  3. Poema 12 del libro Espantapájaros, una maravilla de Oliverio.

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  4. Nunca nos cansamos de aprender. Después del poema de Oliverio Girondo, el texto de Rosario Valcárcel y el comentario de Inma flores, no hay que agregar mucho más.

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  5. Como siempre, la autora nos muestra un universo insinuante, placentero, de renacimiento personal.

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  6. Creo que el poema se llama 12 no estremecimientos.

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  7. Tiene usted razón Sr. Russo. Pero como yo quería aprovechar el contenido del poema para hablar de los estremecimientos, olvidé colocar el número 12
    Le agradezco la aclaración. Ya lo he añadido
    Un saludo cariñoso.

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