domingo, 30 de diciembre de 2018

Poema. Año Nuevo





Cuando escucho las campanadas de Fin de Año
abro antiguos álbumes de fotos, 
aspiro el olor de mis padres y todo
se derrite en escaparates de tafetán,
parejas de ballet que danzan y danzan
mientras vinos y manjares giran alrededor
de llantos de serpientes y la perversa
 justicia de los pobres.
                                                                

Cuando escucho las campanadas de Fin de Año
encendemos el árbol de Navidad, escanciamos
el champán, y tú, como en los cuentos de hadas,
me enlazas por la cintura de mi vestido nuevo,
confiesas lo mucho que me amas,
y entre velas y zapatitos de cristal,
haces promesas, juramentos efímeros,
                                                               cruzas los desatinos de la vida.
                                                              
Y en el palacio clandestino,
recibo el vértigo de los volcanes,
tu respiración que fluye en el edén de los goces.
Entonces saboreo el rostro de la vida:
Villancicos, voladores y la tierra
que prende de nuevo.
El ciclo perenne de la vida que se extingue
                                                               y reverdece.




Queridos amigos: Feliz Año Nuevo y que los Reyes Magos nos bendigan y nos regale: oro, incienso y mirra.

Con mi abrazo apretado. Rosario Valcárcel

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