Artículo enviado por José M. Balbuena Castellano
Canarias tiene cada vez más importancia desde la perspectiva
geo-estratégica, dada su situación en la parte noroccidental del continente
africano. Pero también como lugar donde en estos momentos tienen puesta su
vista las multinacionales del petróleo y los que se dedican al negocio de la
guerra (OTAN y otras organizaciones belicistas) o a defender los intereses de
grandes potencias. No crean ustedes que las concesiones a Repsol en aguas que
no están bien definidas internacionalmente, viene de ahora. Ya en diciembre del
año 2.000, el gobierno del PP, realizó nada menos que nueve concesiones en una
zona de 600 kilómetros cuadrados a la multinacional Repsol. Así que, como
vemos, son viejos amigos. El fin de esos permisos era la investigación y
prospección de recursos hidráulicos y su viabilidad económica en el espacio
marítimo comprendido entre las islas de Lanzarote y Fuerteventura y la costa
occidental de África, donde también merodea Marruecos y su voluntario e
interesado conflicto delque se ha apoderado sin más, ante la pasividad de la
ONU y de casi todo el mundo. Todo ello proviene del desmesurado afán expansivo
del reino alauita, que no deja de ser una dictadura coronada y
organizativamente anclada en la Edad Media, aunque aparentemente presuma de
avances y de gestos democráticos. Ahí está también, en medio de ese conflicto,
la reivindicación de su soberanía por parte del pueblo saharaui y la República
Árabe Saharaui Democrática.
A juicio de los analistas políticos y económicos las
concesiones implicaban “la arriesgada y prepotente decisión del gobierno
español de decidir por primera vez la delimitación del espacio marítimo entre
España y Marruecos, fijando la llamada “frontera marítima” en esta zona del
Atlántico, mediante la aplicación de facto del criterio de la equidistancia o
meridiana, sin tener en cuenta la solución de equidad, que se reconoce en el
Convenio 1982, art. 83”.
Pero Marruecos también ha concedido unilateralmente
concesiones desde 1990 hasta nuestros días, a empresas norteamericanas y
francesas, en el espacio marítimo que comparten Marruecos y España, que
permitirán las perforaciones a 50 millas de Lanzarote y Fuerteventura, fuera de
las 12 millas de estas dos islas.
Tanto Marruecos como España han hecho caso omiso a las leyes internacionales, tanto en la
delimitación y el reparto del territorio
marítimo, como en otros aspectos que tienen que ver con el rico banco pesquero
canario-sahariano, donde Marruecos decide, sin tener derecho a hacerlo, o en la
ocupación del antiguo Sahara Occidental,
o la explotación ilegal de sus recursos.
Pero existe algo más que deberían tener en cuenta ambos
países y el resto de las naciones. Me
refiero al hecho de que todo el espacio al que nos estamos refiriendo es una
Zona de Protección Oficial, designada
por la Organización Marítima Internacional.
Hace unos días oí que comentaba este hecho Pedro Anatael Meneses,
muy versado en estos temas.
La OMI impide las prospecciones
petrolíferas y es vinculante. Existen argumentos suficientes para impedirlo:
las explotaciones pesqueras existentes (defensa de la flora y fauna) ; por estar dentro de una de las grandes rutas
marítimas y, por tanto, impediría el
“libre tránsito” de buques. Por si esto fuera poco, pone en peligro uno de los
pocos recursos económicos que le quedan a las Islas Canarias: el turismo
No importa que hayan esgrimido que se realizaran las
prospecciones con todas las garantías de seguridad. No existen garantías en
estas perforaciones. No importa que hayan dicho que Canarias se beneficiará. No
es cierto que sea así. Recibirá las migajas de las multinacionales que hagan la
explotación. No tenemos competencias ni siquiera para gravarles impuestos, o exigir
algún tipo de beneficios. Aplaudimos pues, las protestas y esfuerzos de los
habitantes de Lanzarote y Fuerteventura y de otros colectivos con una
conciencia más ecológica y menos especulativa, para impedir que se realicen
esas prospecciones. Aunque deberían ser todas las islas quienes se opongan,
porque a todas les va a afectar.
Como vemos, Marruecos y España se saltan las leyes
internacionales, y esas poderosas multinacionales harán lo posible para
conseguir sus objetivos. Además, tienen el apoyo de un gobierno que entiende la
democracia solamente cuando beneficia a sus intereses y no actúa con
transparencia. Están por encima de las leyes y de los sentimientos de las
personas. Que no sean demagogos, que no nos vendan humo y que no nos vengan con
cantos de sirena. Si nos quedamos sin
turismo. ¿Qué nos queda?
facebook/rosariovalcarcel/escritora; www.rosariovalcarcel.com
Como vemos, España se baja los pantalones con frecuencia ante Marruecos o el que sea. Lamentable como la vida misma.
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