Cuando leí el poemario “Una mujer
es” enviado hace ya unos meses por Juan Francisco González-Díaz pude comprobar
que sus poemas estaban cargados de símbolos, de sentimientos que colman,
salvan, abrasan, desvelaban misterios. Secretos en donde el sujeto poético
convoca con frecuencia la imagen femenina, una imagen que se va perfilando a lo
largo de la obra, una imagen que unas veces aparece pero que otras se desvanece,
se pierde.
“Una mujer es” es un libro de
poemas, un homenaje a la mujer, a su amada, a un personaje que quizás existe
más allá de las palabras. Un homenaje a personas conocidas o desconocidas, poco o
nada importan esos detalles, como en este poema titulado “Pasos”
Ayudada por hilos y aguas, / Ella/ siempre
sabe/ que va a decir/ Irrumpe,/rápida,/precisa./ Se turba, /mayor enterada desea estar. /Los
cangrejos/salvan distancias/y cierres de puertas./Cartas/ a pulso de
mano/escribe a las madrugadas, /para que le amolden el mundo. / Da el primer
paso, /el después,/ya no existe.
Una mujer es”, es un poemario que
también habla de sí mismo, del deseo que nubla los sentidos. Un libro que
podríamos calificar de modernista por la forma en que unas veces acude al mundo
de los silencios, de lo simbólico, y otras veces exalta los mundos de la
realidad o, de ese hermosísimo territorio de los sueños, de ese deseo del
inconsciente en donde cada palabra puede alcanzar la plenitud total, que en
definitiva es quien define lo humano.
Aporta nuestro poeta sueños con
cuerpos físicos, sexuales y sensuales, sueños de diosas y de amores cotidianos,
imágenes surrealistas, a veces aisladas que evocan un sentimiento de placer o
de salvación que nos conducen al Séptimo cielo, como en “El mediodía es menos
cálido”:
La gruta/a gritos
llama, /cual firme soldado/acudo./Como postre, /a lengüetazos, /sorbemos
nuestros jugos. /El mediodía es menos cálido.
Un texto que atesora retratos que
rozan el umbral de la simbología, la metáfora de la sexualidad como definiera
Octavio Paz. La insinuación, la cadencia templada sobre la mujer o las mujeres,
ya que no se puede entender una sin la otra, porque el poeta se apega a ellas,
a cada una de ellas y las sigue a través del carrusel del tiempo. Defendiendo ese amor del que hablaba Mario Benedetti, ese
amor como elemento emblemático, como fervor erótico que nos eleva por encima de
lo habitual. Un elemento que a mi juicio envuelve el mundo en donde hemos sido
creados y que se evidencia en el poema: “Sin el más leve apremio”
Ella, / escanciada por
los desencuentros, /odia los abruptos aguaceros, /teme de los surtidores en las
madrugadas. /Las ansias le andan a la luz del sol, /la aturden. /El, / sin el
más leve apremio, /se lustra los ojos, /extendiendo/ la dimensión de lo
privado. /A pie firme, /vibra.
“Una
mujer es…” está repleto de poemas cortos, de versos libres, sin rima ni medida
pero con un ritmo musical que demuestra el amplio bagaje cultural de nuestro
poeta, su dominio de los encabalgamientos donde secciona la frase con una
cadencia tal que podrían surgir tres o cuatro versos más:
Claros
evanescentes/atenúan el resplandor/en los cuerpos. /Cierras los ojos…
“Una mujer es... es un libro constituido por unos veinticinco poemas que
incluye en su interior bellas ilustraciones de un despertar sexual, emocional y
artístico. Dibujos realizados con una pincelada suelta, sugerente, plenos de
armonía y belleza, que juegan con los ritmos y los silencios, con la desnudez y
la transparencia. Ilustraciones creadas todas ellas por una hábil dibujante,
por su mujer, la pintora grancanaria Elva Ramírez Brandón que ha realizado, con
una serenidad especial y una gran sensualidad, las ilustraciones de un libro que
es una edición de NACE: Nueva Asociación Canaria para la Edición y que luce una
portada de una ninfa elegante, hermosa, una ninfa soñadora entre pétalos de
flores.
Juan Francisco González-Díaz es
cubano pero desde que llegó a nuestra isla se ha integrado perfectamente, y
trabaja con gran vitalidad en diferentes facetas: Preside el festival atlántico
de poesía De Canarias al Mundo y el Centro Canario de Estudios Caribeños. Poeta,
narrador, psicoanalista, antropólogo, profesor de secundaria con especialidad
en español, coordinador de un taller de
poesía. Autor de poemarios, libros de
cuentos y ensayos. Un ser con una gran capacidad para crear, tanta que algunas
veces escapa de su propio mundo interior y nos muestra una poesía personal
cargada de imágenes.
“Una mujer es…” es un texto
repleto de una lírica que posee gran poder de comunicación, un poemario con una
verdadera propuesta estética, capaz de proporcionarnos experiencias lúcidas,
felices y tan gozosas que me hace pensar que quizás nuestro poeta quiere a través de su poesía formar parte de la
eternidad.
facebook/rosariovalcarcel/ escritora; www.rosariovalcárcel.com