sábado, 23 de diciembre de 2023
viernes, 22 de diciembre de 2023
La lotería de Navidad, la ilusión de los pobres
Si no fuese por el soñar siempre…
Fernando Pessoa.
No sé por qué, pero
siempre he asociado el Sorteo Extraordinario de la lotería de Navidad con la
ilusión de los pobres, con la ilusión de aquellos españoles que esperaban con
ansiedad que al fin les tocara el gordo, con el personaje de Luces de Bohemia,
con Max Estrella en la calle, ciego, enfermo, abandonado en un portal mientras
su amigo Latino le saqueaba el billete de lotería, en aquel Madrid hambriento.
Lo asocio con un rumor alegre, con un
despertar diferente, alrededor de la radio escuchando a los niños de San
Ildefonso cantando números, cifras, entre el apasionante rumor de las bolas que
guardan los secretos, los sueños oscuros, la esperanza somnolienta, un futuro
mejor para nuestra existencia.
En aquella España, no muy lejana en que
ellas, amas de casa, la mayoría, soñaban con ganarse una suculenta cesta llena
de felicidad. Soñaban con servir una mesa rebosante de vinos, de jamones y de
esperanzas. Un Año mejor con las despensas llenas.
Ellos fantaseaban también con la
fortuna, con no tener que levantarse todos los días, casi de madrugada, a
trabajar más de ocho horas y, muchos tener que aguantar a un jefe dominante e
incompetente, y todo eso por la comida y un poco más.
Así junto a la radio o al televisor, en
trance, contemplábamos los nuevos millonarios, la emoción desbordada, los
llantos y la alegría de los propietarios de la administración de la lotería,
juntos con los afortunados brindando, diciendo que el premio había ido a parar
a gente trabajadora.
Pero lo que me costaba comprender es
el por qué no le tocaba al mejor hombre que he conocido, a mi padre que, sin
querer, se ponía triste cuando no ganaba ni el reintegro, aunque no se
desanimaba, todo lo contrario, con voz convincente razonaba que hasta que no
mirara la lista oficial, no había nada perdido.
Al final terminaba probando con el estímulo de los
“Rascados” que es como se le llama a la lotería del Niño. Y me parece estarlo
viendo, preso del hechizo, con sus gafas de carey, mirando una y otra vez los
miles de números en aquella sábana impresa en donde finalmente se evaporaba las
esperanzas, no la ilusión, porque su ilusión, lo que verdaderamente le
importaba, era regalarle el décimo premiado a la parienta. Ese era uno de los
sueños de su vida. Para dejarle unos ahorros, para que ella se pudiera comprar
lo que quisiera, –y exclamaba por lo bajo-: un vestido bonito, un viaje, una
buena casa…
Pasaban unos días y lo
escuchaba hablar con mi madre. Aspiraba, contenía la respiración y al final
decía:
-¡Ay Padrito! No me tocó por un
número.
Pero, a pesar de que el mundo se le caía encima, de que se sentía desgraciado, sonreía con tristeza. Sonreía, sonreía.
Lo mejor que puedo desearles para el 2024, vivan, sueñen y sonrían como cuando éramos niñas/os.
FELIZ NAVIDAD CON MI ABRAZO APRETADO
blog-rosariovalcárcel.blogspot.com
miércoles, 20 de diciembre de 2023
Navidades con guerra y mazapán
Luis León Barreto
Las ciudades europeas tienen un río, un tranvía pintado con color alegre y una iglesia grande que normalmente es la catedral. En esas poderosas urbes por diciembre se arman unos mercadillos navideños de notable belleza, en los que te servirán vino caliente con especias para combatir el intenso frío. Hay muchos abetos bien iluminados en las calles, con sus Papá Noel y también hay muchas referencias al nacimiento tradicional, con la mula y el buey. La Navidad es la época más linda del año, lástima que ya no se apliquen las treguas que antes paralizaban todas las guerras. En esta época es al contrario: parece que se aceleran. Una lástima: aunque sean edulcoradas con los buenos deseos, las guerras se vuelven crónicas, caen en la indiferencia, se acaba pronto la compasión.
Desde sus orígenes hasta hoy Navidad es una fiesta con muchos cambios. En Roma el solsticio de invierno venía con las fiestas saturnalias que celebraban desde antiguo. El 25 de diciembre, día del Sol Invicto, venía a significar el deseo de que el invierno fuera lo más benigno posible. Por la descripción de los Evangelios, el niño Jesús debió nacer en marzo o abril, pero la Iglesia, tan inteligente, aprovechó una festividad pagana aceptada por todos.
Las saturnales celebraban el deseo de superar el invierno. La fiesta comenzaba ocho días antes, el 17 de diciembre, cuando se les daba vuelta a las normas cotidianas. Las casas se decoraban con vegetación, se encendían velas y se entregaban regalos. Como los días se acortaban y de alguna manera la tierra moría de forma simbólica, era necesario que Saturno estuviera contento para que permitiese el renacer de la primavera.
Y como parte de esa tradición de congraciarse con el más allá y con los demás, se introdujeron los regalos. Desde entonces la maquinaria del consumo ha batido sus propios marcas, con las rebajas, las ofertas. Si compras, te sientes poderoso. Será difícil obtener plaza para cenar en cualquier restaurante, todo el mundo está en la calle.
Claro que además de la euforia de los encuentros familiares, también esta puede ser época conflictiva, algunas separaciones y divorcios se incoan en el mes de enero, en medio de la tan temida resaca. Los psicólogos señalan que esta época suele ser crítica para quienes sufren ansiedad, y afecta más a las mujeres porque son ellas las que organizan las cenas, comidas, encuentros familiares, compras, etc. Estos días todo tiene que ser especial, perfecto, lo cual genera tensión añadida. Además es la época de hacer balance, uno se siente un año más viejo y a veces el alcohol y la desinhibición hacen que estallen conflictos.
Todo se acelera, pues si hace unos años las iluminaciones y los nacimientos se inauguraban avanzado diciembre, ahora todo comienza antes. Los centros comerciales encienden sus arbolitos, y empieza la época frenética de las compras. Como hemos copiado el Halloween y el Black Friday solo nos queda imitar el Día de Acción de Gracias, aunque comer pavo nos haga ingerir una carne bastante sosa. Pero la publicidad hace milagros, y el cine nos vende lo que debemos hacer.
Tendríamos que dejar atrás los miedos y las crispaciones, porque es bueno pensar que podemos ser mejores en el 2024. Así que ¡Feliz Navidad!
lunes, 18 de diciembre de 2023
Atlántica existencia, Ana Cortés
Seña de identidad
La forma de hablar enigmática,
la belleza de sus playas y sus expresiones
cariñosas.
Su comida típica y artesana.
Pueblos
perdidos en las montañas,
carreteras desdibujadas, señales de los
guanches,
enseñanzas
de los aborígenes.
Tomarse una pausa y creer en la esperanza.
Entregados y directos a lo nuestro,
a las ocho islas de volcán y sentimientos.
Ni el mejor de los tesoros las alcanza
porque en primer lugar está Canarias.
Bombea
la sangre por todos los caminos de mi cuerpo,
rojizo el corazón cautivado por mi amor.
Pasean
mis conocimientos por el valle de la inteligencia,
interrumpen
todas las ideas que tu ser me generan.
Tu nombre está en mi paisaje desde mucho antes
que brillara el sol.
Los
colores estallan como fuegos artificiales,
apuntan
al cielo, se reflejan en el océano de Canarias.
Amarme y amarte, reina del reino corazón,
quédate
a mi lado, no te vayas.
Vivimos en la era de la velocidad, en la que parece
que nadie se detiene a razonar, que lo que hacemos es desplazarnos de un lugar
a otro, no pensar, no observar. Pero afortunadamente sigue existiendo la razón,
el pensamiento, la imaginación creadora, la poesía. Y de fondo la Naturaleza,
como en estos poemas de Ana Cortés en los que la poeta desde la cercanía de la
tierra, ahonda en la memoria del paisaje, de un paisaje que habita, escenifica
y comparte en lo vivido la belleza y la armonía. Tanto que me confiesa al
enviarme una foto suya con los pies metidos en un charco de La Playa de Las Canteras mientras escucha
el sonido que se produce
-
Para
mí La Naturaleza es lo mejor del mundo. Lo que ha creado todos los sueños
posibles.
Realza el paisaje con una nota pictórica de colores
e imágenes, como el rojo, un color que repite a lo largo del poemario Atlántica existencia, igual que una pincelada de satisfacción o
quizás de pasión o de travesura. Así
en el poema Mujer de colores, finaliza:
Soy la mujer de colores.
Un tema que puede parecer muy caprichoso o banal, aunque
es en realidad el fondo de nuestras vidas y la forma como la tomamos y como la
llevamos a nuestra existencia. Y es importante, porque el universo y la vida
humana son como una gran gama de tonos y colores, de extrañas e involuntarias
oleadas de energía, de formas y de luz.
Mujer de colores
(de Atlántica existencia)
En
mi se encuentra el poder de hacer una vida,
de coger la salida cuando la etapa termina
y
no hay más enseñanzas.
El
mundo sigue avanzando…
En
mi se encuentra el arcoíris, el sol, la lluvia,
los acantilados más altos, el vértigo de un
precipicio,
pero también el atrevimiento de un salto
y
caer en otra parte.
Las
estaciones se desordenan en mi cabeza,
las emociones que mi interior almacena
y
luego expresa en versos y poemas.
El
amor es mi movimiento, yo lo tengo dentro,
soy
la mujer de colores.
El pasado 24 de noviembre presentamos en la librería
Agapea, el segundo libro de poesía de Ana Cortés, Atlántica existencia. Una poeta muy joven, pero ella, igual que una
hormiguita trabaja día a día, sin distraerse de su propósito. De hecho no queda
radio en la isla en que no la hayan hecho una entrevista. Rincón de la isla en
dónde Ana no haya recitado poemas y cito algunos de los lugares: Desde la Feria
del Libro a Agaete. En el Centro en Café Despacio, Orden del Cachorro Canario
al Hotel Aloe Canteras. En La Biblioteca Municipal y en Las Ferias del Libro de
Gran Canaria, Guía y Gáldar, y muchos más.
Y, aunque el conjunto de estos poemas puedan parecer de gran sencillez y de recursos tradicionales Ana Cortés es la voz de una mujer, que fiel a sí misma, aflora una poesía descriptiva, original y cálida.
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viernes, 8 de diciembre de 2023
Isabel Preysler vende la Navidad
Ser famoso. ¿Quién no ha soñado con serlo al menos una vez en la vida? La fama tiene varios grados: famoso, famosillo, influencer, etc. Hay quienes piensan que ha de ser genial conquistar la fama, porque todo el mundo te admira y te respeta. Pero en la realidad, las cosas no son como parecen. Pues la fama también ha de tener su lado oscuro: cierta ansiedad, cierta inseguridad para gestionar el éxito. En la historia reciente ha habido ganadores de la lotería de Navidad que se han visto arruinados al cabo de poco tiempo, y eso le ha sucedido también a gente que ayer fue famosa y hoy da pena: futbolistas, cantantes, actores y actrices… Siempre hay tiparracos interesados en administrar los dineros de los famosos, y al cabo de los años los famosos son desplumados por esos listos. Los famosos y famosillos se quejan de algunas de las desventajas que tiene su condición, pero explotan muy bien su momento, dedicados a ganar una pasta gansa yendo de una pantalla a otra.
Cuentan que la superfamosa Isabel Preysler está inmersa en la promoción de sus superexclusivas, de la nueva aventura profesional y uno de los programas televisivos más esperados. De su experiencia con Mario Vargas Llosa salió algo afectada, puesto que el premio Nobel publicó cosas sobre ella y su familia que seguramente no le agradaron: que si se pasaban el día hablando de cotilleos, que si se pasaban la mañana y la noche probando cremitas para no envejecer, que si eran una panda de gente tontorrona. Obviamente, ella, como es una Señora, se dedicó a no comentar las confidencias de su ex, que rápidamente volvió con su antigua mujer de casi toda la vida, Patricia Llosa Vargas, su célebre prima.
Soy de los que piensan que Vargas Llosa tenía sus motivaciones secretas para emprender esa relación: habría estado más que bien que al cabo del tiempo publicase una novela acerca de las frivolidades y de los caprichos de esta clase de gente que vive pendiente de sus exclusivas. Pero don Mario anda ya por los 87 y no creo que tenga ganas de meterse en esos berenjenales. De cualquier modo, de todas las parejas que ha gozado doña Isabel ha sido el único varón que se ha atrevido a criticarla en público. Que si en esa casa no se leen libros, que si las conversaciones son algo estúpidas, que si se está al quite de las nuevas cremitas y maquillajes para el embellecimiento de ella, sus hijas y demás allegadas.
Y así ha sido: muchos y muchas venden sus rupturas matrimoniales y luego sus reconciliaciones, sus aventuras amorosas y su punto final. Negocian previamente con las revistas del ramo, que ofrecen buenos beneficios a los que tal vez ni siquiera haya que declarar a Hacienda, aunque Hacienda somos todos.
La llamada reina de corazones, por fin, se deja ver en su día a día y aparece con los preparativos para celebrar la Navidad. La nueva estrella de los culebrones de la televisión reunió a la prensa en el hotel Ritz de Madrid para presentar nada menos que “Isabel Preysler, mi Navidad”. Al parecer se trata de un documental que será emitido próximamente y en el que muestra la manera exuberante en que vive estas fechas tan entrañables en compañía de su familia e hijos. Así que la diosa va a descender al mundo de los mortales para que apreciemos todo lo que se le ha ocurrido, que debe ser mucho.
Las cosas ya no son como eran, y tampoco las próximas fiestas se han librado del famoseo. Así que cualquier ocasión es propicia para lanzar una exclusiva que, naturalmente, convoca a lo más granado de la prensa del corazón. Es lo que hay. Qué tiempos aquellos de las Navidades austeras y pobretonas. Y nosotros aquí cada vez más dependientes del turismo, que se eleva en el PIB a porcentajes nunca vistos.
martes, 5 de diciembre de 2023
Plegar orillas, José Pablo Quevedo, Antonio Arroyo
El pasado sábado
pudimos disfrutar en la ciudad de Gáldar, Gran Canaria. Un nuevo libro de Antonio Arroyo compartido con
José Pablo Quevedo. Plegar orillas, Un
poemario en el que escuchamos dos voces distantes geográficamente y cercanas en
su compromiso con la poesía.
Soy el guerrero guanche,/ aquel que aún vive
en la nube resplandeciente/aquel cuya piel tuvo el perfume de los pinos/ y de
las plantas prodigiosas,/ aquel que flechó al Cazador de Orión/ una vez en una mágica noche,/ aquel que no
tuve miedo ni a la tormenta ni/ aquel que en sus redes trajo los peces plata/
aquel que es hermano de los ciervos/ y que descalzo fue de cerro en cerro para
adorar al rayo y al arco iris, aquel que desafiando al malvado,/ atrajo para sí
la eternidad/ arrojando su lanza en los arrecifes./
Soy aquel, entonces, el que ama y procrea,
aquel cuyo grito salido de una montaña
fue a permanecer en la nube
y habita en la inmensidad de la piedra.
Por eso, amada, te diré que mi boca
Ha formado la floresta
Para que los pájaros y las palmeras
Tuvieran la eternidad del tiempo.
José Pablo Quevedo de Plegar
orillas
José
Pablo Quevedo nace en Catacaos; Piura, en la costa norte del Perú. Llegó a
Alemania con el resplandor que da la juventud y fue aclamado como un héroe
andino, como un semidiós indígena que se proponía llevar su verdad a la Europa
distante.
En
nuestro reciente viaje a Berlín, vimos una fotografía suya, vestido con un
traje sencillo, seductor con los colores de su tierra, elaborados para el uso
de los rituales pastoriles, agrícolas, ceremoniales, que evoca lo que estoy
contando. Él venía de las verdades elementales, de los pueblos prehispánicos,
de la naturaleza virgen, de ese paisaje
extraordinario de América Latina.
Muy
pronto consiguió una beca en RDA, República Democrática Alemana, un país que ya
no existe porque se reunificó con la llamada República Federal Alemana.
Y
se queda a vivir en Alemania junto a Bárbara Krügger, su mujer, allí realiza desde la
década de los 70, una importante labor cultural y literaria. Es autor de una amplia obra poética de
más de 10 libros, además de su producción filosófica y ensayística, ha escrito libros de poemas visuales para niños - la
imagen y la esencia de la palabra- así como una serie de guiones dramáticos y
unas docenas de canciones.
José
Pablo es un hombre silencioso, pero cuando sonríe te sientes inundada por una
oleada de emociones. Poco a poco nos contó lo esencial, los momentos cruciales
de su vida: Obtiene el título de doctor de filosofía en Leipzig y Berlín
Y desde mayo de 1996 organiza la “Cita de la Poesía: Latinoamérica–Berlín”. Sorprende su obra pictórica contagiada por el creacionismo y el expresionismo abstracto. Implicada en lo que podríamos llamar la conciencia del arte.
En literatura el creacionismo es un movimiento poético hispanoamericano, perteneciente a las vanguardias del principio del siglo XX. Fue iniciado por el poeta chileno Vicente Huidobro y el poeta francés Pierre Reverdy. Se caracteriza por considerar la poesía como una totalidad lírica, independiente de toda forma de contexto, es decir, como una creación autónoma.
José Pablo Quevedo es el creador del universo Arte Regresivo
trabaja y reflexiona para su difusión. En
fin gozamos una noche poética con encanto y una pequeñita muestra de pinturas.
También se presentó el primer y segundo volumen de la colección Plegar orillas: colección de poesía en español y alemán en donde participan un poeta canario y otro berlinés que hubiese participado en el Encuentro poético de Berlín
Una tarde - noche para disfrutar con amigos de otros continentes, con poetas de aquí y de allá que recitaron poemas que nos perturbaron y hechizaron. Una invitación a los aficionados a la pintura y la poesía a pasar un buen rato. Se repetirá en la isla de La Palma en los días 7 y 8 de mayo en Tenerife y 10 y 11 en la isla de la Palma, esta última correrá a cargo de la Asociación Abra Canaria Cultural.
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