martes, 22 de octubre de 2024

Rosario Valcárcel, morfema del erotismo, EL CHESTER DE SANDRA LORENZO

EL CHESTER DE SANDRA LORENZO — La literatura erótica invoca a la vida, un género que ha tenido una larguísima tradición literaria, pero no ha alcanzado el justo reconocimiento Sandra Lorenzo
Rosario Valcárcel. Foto: OSWALDO
Conocí a Rosario Valcárcel hace ya más de una década, en el teatrino de San Andrés y Sauces, venía a presentar uno de sus libros, y ese mismo día conocí a Luis León Barreto, escritor y periodista palmero, su compañero de vida y de letras. Ella vivió muchos momentos de su niñez en Los Llanos de Aridane, es una palmera más, que siente esta tierra como suya. 

 Si no me equivoco el día que conocí a Rosario vestía de rosa y llevaba una diadema muy llamativa, después de aquello, nunca he visto a Valcárcel sin un complemento diferente como abrazado a su melena, como a modo de una seña de identidad; a mí me encantan sus complementos, pero también su literatura. 

Rosario si tiene que decir algo lo dice, si tiene algo que escribir lo escribe, siempre ha sido una mujer adelantada a su época, que dedicó treinta años a la enseñanza y que también se postula como la escritora del género erótico más aclamada de las islas. Hoy le damos la bienvenida a El Chester y estamos encantadas de recibirla.

 -¿Cuándo comienza a escribir Rosario Valcárcel?

- Había escrito algunos poemas ¿Y qué joven no lo hace? E incluso me atreví a escribir una novela, que nunca se publicó porque me lo tomé como un ejercicio de aprendizaje a la escritura. Cuando realmente pude volcar mis sueños como escritora, fue en la etapa que viví en Madrid. Allí, desde la nostalgia del mar, de la isla, escribí lo que sería mi primera publicación: ‘La Peña de la Vieja y otros relatos’. 

 -Evolución como escritora… 

 Comencé escribiendo de temas cercanos donde predominaban la memoria, la nostalgia, mi vida en mi playa de Las Canteras. Mi descubrimiento del amor. Escribí del mar y del cine que han formado parte de mi mundo creativo. Cuando yo era pequeña la vida era diferente, muy diferente… Esta frase resume el trasfondo del libro. Años más tarde Hollywood desembarca en Gran Canaria y yo regreso a la infancia y escribo ‘Moby Dick en Las Canteras Beach’, en los que plasmo los recuerdos y anécdotas de los días en que Gregory Peck y otros actores de relevancia internacional filman las últimas escenas de la película Moby Dick en el mar del Confital, con John Huston como director. 

 Después evolucioné hacia el erotismo, tanto en narrativa como en poesía, como una nueva forma de expresión para explorar la sensualidad, el cuerpo y el deseo. Me preocupan, también, las relaciones de pareja, lo efímero de la vida y el papel de la sexualidad en la vida humana. Y publico una trilogía erótica: ‘Del amor y las pasiones’, ‘El séptimo cielo’ y ‘Sexo, corazón y vida’. Más tarde, junto con Luis León Barreto publicamos un libro doble: Él, ‘Cuentos traviesos’ (con tono divertido) y yo: ‘Cuentos gozosos“ (tono erótico-existencial). 

 -Maestra por vocación durante casi 29 años. ¿Qué supuso una vida dedicada a la enseñanza? ¿Cómo valoras la educación en la actualidad? 

- Sí, estuve dedicada a la enseñanza casi treinta años y eso me permitió aprender de mis alumnos, explorar la creatividad y el pensamiento crítico con una generación adolescente. Me enriqueció tanto a nivel profesional como humano. Siempre ha habido grandes profesionales en la enseñanza, y los actuales docentes siguen siendo expertos, competitivos y apasionados por la enseñanza, a pesar de que se tienen que enfrentar a realidades que son más exigentes que nunca. 

 -La literatura erótica… ¿El as bajo la manga que posees? ¿Es difícil aún considerar este género cómo uno más sin entrar en tabúes? Primera escritora en cultivar el género erótico en las Islas Canarias ¿Es una responsabilidad o un privilegio?

- No creo que posea un “as bajo la manga”, simplemente intento ahondar en lo psicológico, emocional e incluso filosófico en los temas que me interesan. Además, el erotismo en estos días es una expresión más de lo literario. Dice el escritor Sabas Martín: “Escribir sobre sexo ahora es, nada más y nada menos, que la voluntad de convertir el erotismo en literatura. Rosario Valcárcel lo sabe”.

- ¿Cultivar el género erótico es responsabilidad y privilegio al mismo tiempo?

- La literatura erótica tiene bastante poder, porque puede influir en la percepción del deseo, la sexualidad y las relaciones humanas. Pero también es un privilegio. Los escritores, sociólogos, sexólogos, o simplemente la comunicación de pareja, pueden abrir espacios para la reflexión sobre el placer, la diversidad sexual, el empoderamiento. Tarea que nos puede llevar a una mayor comprensión y aceptación de la humanidad. Nos puede abrir esas puertas que históricamente estaban reprimidas, cerradas. Para finalmente llegar a conversaciones más honestas sobre el disfrute de la sexualidad y lo que significa el placer. 

 -Última publicación. ¿Qué nos puedes contar de ‘Territorios íntimos. Las profundidades del placer’?

- Abordo el erotismo desde un ángulo profundo y reflexivo donde el placer se convierte en una forma de conocimiento y autoexploración. Creo que el libro rompe con los moldes tradicionales del género. En ‘Territorios íntimos, las profundidades del placer’ invito a la reflexión sobre el erotismo, las relaciones humanas, las dificultades y las gratificaciones, la soledad y el sexo. Exploro el mundo de la literatura erótica apoyándome en la mitología y el cine. El texto incluye fotografías y una antología poética de unos 60 autoras y autores actuales, en una ceremonia que adquiere una connotación artística.

 -¿Podrías contarnos cómo es la vida de una escritora, junto al también escritor Luis León Barreto? Me imagino que el apoyo mutuo ayuda a seguir remando… 

- Nosotros mantenemos nuestros trabajos independientes. Es una especie de pacto, sin haberlo hablado. Concretamente, Luis no suele hablarme de lo que escribe. Me comenta alguna cosilla cuando le apetece tener un cambio de opiniones, sobre cualquier tema. Yo, en ese sentido soy más abierta y comento mucho más, quizás porque él me da pie al preguntarme con frecuencia: “¿Qué estás escribiendo?” De todas formas, la cercanía nos permite crecer y evolucionar gracias a la influencia mutua. Una influencia enriquecedora, compartir juntos la visión del mundo, el día a día, las películas que vemos todos los días, la creatividad. Es un proceso delicado en la que procuramos que nuestros trabajos no interfieran en la relación personal. Y lo hemos conseguido 

 -¿Crees que la escritura erótica tiene el lugar que se merece o es un género que hay que reivindicar más? 

 La literatura erótica invoca a la vida, sigue siendo un género que ha tenido una larguísima tradición literaria, pero no ha alcanzado el justo reconocimiento. Se suele asociar con tabúes sociales, en lugar de valorarla como una expresión artística. No obstante Anais Nin, Bukowski o Henry Miller han sido reconocidos. Y es curioso, ya que hoy, hay muchas voces que lo representan. Hoy lo erótico forma parte de la moda, del cine, de la política, de la vida social, de la cotidianidad… y sigue siendo subestimado en algunos espacios. A través de mis libros eróticos presento el erotismo de una forma artística, poética y emocional. Me interesa como una vía para reflexionar sobre el amor, la libertad y las emociones. Me interesa como exploración humana, como susurro, como energía, más allá del simple deseo físico, donde la sexualidad sea vista como comunicación íntima de autodescubrimiento y de unión con el otro/a. 

 -Este espacio es para ti, la última pregunta está abierta, una reflexión, un agradecimiento, un mensaje a quien quieras. Te escuchamos:

Quiero dar las gracias a Esther. Un verdadero placer ver cómo ella sigue buscando en la calle, en el despacho, la noticia, haciendo reportajes con un lenguaje sencillo y ordenado que transmite sentimientos y vocación por su oficio, dando gran importancia a la cultura. Y lo hace bien.

 Gracias también a Sandra Lorenzo. Creo que la primera vez que escribí sobre su trabajo. Dije: “Me gusta escuchar a Sandy Lorenzo hablar del cine, de la pintura, la música. Me gusta cuando la escucho recitar poemas o hablar sobre su poesía o sobre sus relatos porque sabe crear una íntima relación, un candoroso hechizo. Se respira ese aire poético, ese entusiasmo emotivo de los poetas cuando nos muestran su trabajo, un trabajo que, igual que si fuese un cristal frágil, ella lo protege. 

 La escritora saucera se ha presentado a las ediciones del certamen literario Luis Sánchez Brito. Y creo que ha ganado todas las convocatorias, incluso la última, la convocatoria XXV. Certámenes que convoca el Ayuntamiento de la Villa y Puerto de Tazacorte con trabajos de poesía como de narrativa. Por lo que desde aquí la felicito. Un lujo de mujer en todos los sentidos. 

 Rosario Valcárcel, poeta y narradora.


viernes, 11 de octubre de 2024

N I Ñ A I S L A, libro de poemas de Helena Herrera


A lo largo de la historia poesía y música han sido dos artes que han concurrido inevitablemente. De hecho en un principio la poesía se cantaba. Y si se le dio el nombre de lírica fue porque al recitar los poemas se acompañaba con un instrumento musical llamado lira. El poeta senegalés, Léopold Senghor escribió: La poesía llega a su completa expresión cuando se convierte en canto: en palabra y en música simultáneamente. 

Y eso es lo que hace Elena Herrera, compone la música de sus canciones, canta y escribe poemas para antologías, participa con su guitarra en eventos culturales en las que evoca su mundo sentimental, onírico y poético, el recuerdo de aquellas maravillosas, insólitas y emocionantes canciones que descubrió en su adolescencia, las cosas que importaban en aquel momento en el mundo musical, como fueron los Beatles, Bob Dylan, Joan Baez… que tanta influencia tuvo en ella. Tanta que me confesó: 

Me matriculé en cursos de inglés para entender las letras.



 A Elena le atraía la idea de escribir un libro de poemas. Recrearse en el sonido de las palabras lo consideraba una asignatura pendiente, una ilusión, una idea. Una idea que le dio valor para seguir adelante. Quizás esperaba una verdad nueva, otra forma de penetrar en el mundo… Lo cierto es que, a menudo, le abrumaba, pero como mujer que controla su destino, corre a su encuentro y, hoy presentamos Niña Isla. Un libro de poemas de la experiencia que se mueve entre el paisaje y la memoria. Un libro con el poder mágico de susurrar secretos, acariciar al viento, la piel, el duelo de la luz. 

Un poemario en el que surge la isla, la esencia misma de su ser. Versos que nos conquista con la belleza de la palabra, con un corazón femenino poblado de pasión y sentimiento. Por otra parte, yo diría que lo curioso de esta autora es su talento para conseguir ese difícil ejercicio de la sencillez, como podemos ver a lo largo del poemario y especialmente en los dos poemas titulados: Irene e Isla. 



Poemas dedicados a la profunda y compleja conexión emocional que tenemos con nuestra madre. Tengo que afirmar que al leerlos sentí nostalgia, gratitud de esas voces queridas que nos hablan en nuestros sueños. Del olor impregnado en las rosas que cultivaba en su jardín, la matrona, como la llama la poeta en el poema Isla. 

-En medio de la laurisilva, /el caudal de aguas cristalinas / que lleva el riachuelo, se filtra / en lo más profundo del monte. / La belleza brota en el Cedro, / el esplendor y el misterio. / Donde tus ancestros reposan / tras sus batallas. / Descansa en paz guerrera. / La isla te abraza. 

Elena convierte Niña Isla en su refugio, en un lugar en donde canta al paisaje, a la luz y a la llovizna. A las estaciones, a la calle ancha del mar, a los caminos. Una poesía que es un canto a la vida, al amor y al gozo sensual, dándole a cada sílaba un toque de ternura. 

Canta también con ímpetu a la libertad de decidir por ella misma.

 -Soy mujer. Aprendí con el tiempo / a decidir por mí misma. / El aroma de mi piel embriaga el universo de los sentidos / liberando mi imaginación. / Exploro lo que me gusta. / Siento un íntimo placer / de puro amor. / ¡Me amo tanto! 

Termino estas palabras con la voz siempre intensa y reflexiva del prologuista de Niña Isla, Alberto Omar Walls: 

-La isla emerge desde la profundidad del alma sensible de la poeta, con todas las cualidades de ser mujer: el amor sensual, la ternura, el posicionamiento de lo femenino en el tiempo que le ha tocado vivir, y, por supuesto, la autoestima. 

Felicidades Helena. Deseo que el poemario Niña Isla tenga un largo recorrido, te lo mereces.

 Rosario Valcárcel, poeta y narradora. 10- 10-2024

 Blog-rosariovalcarcel.blogspot.com