A P A R E S
Es el título de la exposición de María Beatriz Beneyto. Una exposición que nos
da la oportunidad de caminar por parajes coloristas, por recuerdos, por una
muestra realista y espontánea, entusiasta y de tema costumbrista. Así podemos
ver una treintena de óleos realizados con un dibujo detallista y minucioso.
Atraída nuestra pintora por la Naturaleza y la arquitectura
rural, logra traspasar las fronteras del tiempo y el espacio nos entrega, en
un encuadre cotidiano y sin elementos figurativos, una casa vieja de ladrillos
carcomidos y tejas mutiladas por los que florece el musgo y los veroles.
“A Pares” se acerca a las raíces de la tierra, porque
Beatriz se deja tentar por el entorno natural, y logra crear la belleza de las
estrelizias y la de los cactus. Y cultiva las emociones con el
árbol sagrado de los bimbaches, antiguos habitantes de la isla del
Hierro: con las sabinas. Y lo hace con tal realidad que parece que los árboles se
retuercen, se multiplican, se alargan, casi vibran.
Y nos ofrece las tomateras del Sur de Gran Canaria con un cielo que contrasta con la paleta de la tierra que sostiene las cañas, que protege los tomates. También se siente fascinada por el potente paisaje de Lanzarote y pinta volcanes dormidos y volcanes que eructan. Volcanes que ejecuta con pinceladas vibrantes y empaste de picón consiguiendo una sensación de relieve escultórico.
Y nos ofrece las tomateras del Sur de Gran Canaria con un cielo que contrasta con la paleta de la tierra que sostiene las cañas, que protege los tomates. También se siente fascinada por el potente paisaje de Lanzarote y pinta volcanes dormidos y volcanes que eructan. Volcanes que ejecuta con pinceladas vibrantes y empaste de picón consiguiendo una sensación de relieve escultórico.
Y como todos los isleños, Beatriz Beneyto siente la fuerza del mar en una escena costumbrista que evoca el oficio de los “Pescadores” las farolas de las barcas. Pinceladas azules y blancas que bullen en el aire, en la espontaneidad efusiva de caballos que trotan en el misterio del Azul y recuerda a los cuadros de Sorolla. Y mirando el mar hace un homenaje a la nostalgia, a la desaparecida “Peña de La Gaviota”. Una Peña en medio del Océano que el progreso y la autovía de la carretera del norte se tragó.
Durante unos años la pintora abandona la creación pictórica y decide dedicarse a lo que ama, a sus hijos pequeños, a su familia, pero el arte siempre ha estado presente en su vida y de una forma inesperada retoma la profesión artística.
Y nos sorprende con esta exposición llamada “A Pares”, con un proyecto que la vuelve a conectar con esos espacios comunes, la niñez y sus sentimientos por unos extraños personajes: Los lagartos que quizás para la pintora representan el hechizo de la infancia, la inocencia. Y conecta con la vejez, con el retrato de pareja de viejitos, en donde a través de pinceladas elaboradas nos muestra los rasgos que atraviesa la vida, con gran efecto de realismo y repleto de humanidad. El estudio despiadado del envejecimiento, el comienzo de la muerte.
Beatriz Beneyto es licenciada en Bellas Artes y en
Fotografía, doctorada en Dibujo, una artista que afronta la creación desde la
pintura, fotografía y escultura. Ha realizado exposiciones y ha obtenido
algunos premios. Y hoy nos presenta óleos sobre lienzo, así como collages y esculturas
realizadas con soga, picón, tela, latón o madera.
Una
exposición que pueden ver en el Centro Comercial “El Muelle”, dirige la sala Rogelio García en horario de 11:30 a
14:00 y de 17: 30 a 21:30. De lunes a lunes y hasta el 6 de junio.
Nos
muestra Beatriz Beneyto su paleta de colores y dibujos complejos, su visión
pictórica acaba modificando la realidad y haciéndola más lúdica.
facebook/rosariovalcarcel