A
Pronósticos
¿Es cierto
que te repudian por no tener gran tamaño?
Triste
estoy, pobre de mí; ¡Qué pena! ¡Qué desengaño!
A ti
periódico niño que aún das tus pasitos mal,
y necesitas
los mimos y el sustento maternal
a ti que
encantas a muchos con tu juvenil gracejo,
y que tienes
ocurrencias que parecen de hombre viejo.
¿Quiénes son
los que te niegan con su apoyo el alimento?
Quienes son
los que no aplauden tu acertado nacimiento?
Con noble y
gran sentimiento, que es aliento de mujer,
mujeres:
todas unidas ayudémosle a crecer.
Como a un
niño, que en mantillas con cariño lo envolvéis,
cada cual en
su fajita, un “Pronóstico” pondréis.
Tú a tu
hermano. Tú a tu hijo. Tú a tu novio transmarino.
Les sabrán
más las noticias, que una copa de “BON VINO”
¿Puede haber
algo mejor, más ameno, más sabroso,
que este
semanario chico con sus “plumas” de Coloso?
Hay que
evitar el que exclame con sorna algún descreído;
¡Se murió?
No era “pa” el mundo, aquel niño tan sabido.
Inocencia
Aldana Lorenzo nació en Teguise (Lanzarote), donde su padre, Agustín Aldana fue secretario de dicho
Ayuntamiento. Su interés por la literatura la transmitió a todos sus hijos,
pero fue inocencia la que tomó y
demostró más interés a lo largo de su vida.
Desde muy
joven comenzó a escribir cuentos y poesías. Colaboró en el semanario Pronósticos y en Atena, con el seudónimo de
Doña Clarines.
La obra,
tanto de Inocencia, como la del recordado doctor y filántropo José Molina
Orosa, se encuentra en la publicación de Nazario de León y Perdomo Acercamiento
poético.
La casa
familiar en Arrecife reunía a lo más selecto de la sociedad de entonces;
reuniones en las que se recitaban poemas propios o de otros poetas.
Cuando el
periódico Pronósticos anunció su próximo cierre, doña Inocencia publicó en
primera página un poema donde reivindicaba y exigía su continuidad, poema que
siguió firmando bajo el seudónimo de Doña Clarines.
Foto de las redes sociales, Inocencia Aldana