En la casa había fiesta mensual,
coros de impacientes voces infantiles, junto a papá y mamá, deseosos de
escuchar los mensajes de la abuela canaria…
Consejos, noticias de la familia que
crecía, nostalgia por el hijo ausente y por los nietos…
Con este
relato, a modo de introducción, comienza Elsa Vega Las lágrimas de papá, que al
leerlo pensé en la incomunicación, el amor, lo inefable del destino, en la
magua… Esa magua del isleño, esa melancolía del aislamiento, del tiempo que no
es inmortal. Y pensé ¿se escribe para defender la soledad?
En Reales y maravillosos nos encontramos unas treinta historias bastante
heterogéneas, sin hilo manifiesto entre ellos, algunos de menos de una página y
otros de un par de páginas. Construidos con el conocimiento del alma, con el
acento meloso, y el porcentaje de sangre isleño que lleva Elsa, con las
costumbres que son muy parecidas entre las dos orillas atlánticas, con la
lengua española que es una sola. Conocimientos que nuestra autora utiliza para
la anécdota narrativa, para empezar a contar. Y al preguntarle dónde fueron
escritos se detiene un momento, como si hiciera un recuento y me dice:
-El proceso
de darles vida a -Reales y maravillosos- en un soporte se inició en
La Habana en 1994 y, concluyó en Gran Canaria hace unos cinco años.
Los relatos
y los dos cuentos no solo son dispares porque transcurran en mundos distintos o
parecidos, lo son, sobre todo, porque parten de propósitos diferentes y, es por
eso por lo que la autora los divide en cinco apartados entrelazados entre sí,
con un nexo de unión que son sueños imaginarios de su vida, invenciones.
Narraciones a las que recurre quizás para hacer más soportable la existencia.
En el primer apartado, titulado animales, Elsa aprovecha para hablar de las moscas ante los preparativos de una taza de café, de alacranes o de hormigas. Cuentos de animales dulcificados, y otros que pueden parecer más realistas como el titulado, Santa, un relato que la prologuista del libro María Teresa de Vega, lo define como de una crueldad inconcebible que tiene su punto de partida en el racismo tan vivo en Cuba antes de la revolución. Otros tienen una dimensión más simbólica como el relato Solo un perro.
En el primer apartado, titulado animales, Elsa aprovecha para hablar de las moscas ante los preparativos de una taza de café, de alacranes o de hormigas. Cuentos de animales dulcificados, y otros que pueden parecer más realistas como el titulado, Santa, un relato que la prologuista del libro María Teresa de Vega, lo define como de una crueldad inconcebible que tiene su punto de partida en el racismo tan vivo en Cuba antes de la revolución. Otros tienen una dimensión más simbólica como el relato Solo un perro.
Los hay
diferentes, como las narraciones que se construyeron bajo el apartado de
Esotéricos, en la que los argumentos actúan como fuerzas expertas de filtros y
hechizos amorosos, santeras, brujerías o reencarnaciones, poderes
sobrenaturales muy extendidos en cruces culturales procedentes de Asia, África y
América. Ese camino de ida y vuelta entre Cuba y Canarias y la impregnación de
los mitos y las supersticiones que sigue viva, como podemos leer en el relato El mal de ojo. Una creencia consciente y
verbalizada desde los textos clásicos de la Antigüedad.
En el tercer
apartado, titulado onírico, el discurso lingüístico se convierte en
protagonista. Son historias que nos muestran lo insólito y, a veces, una
realidad imaginaria. Un mundo aparte, opuesto a la realidad. Un mundo en que lo
oculto se hace visible, un mundo que funciona como salida, como descanso, como
catarsis. Más allá del tema, en todos los casos, son universos en que se
conectan lo real o irreal, lo real y onírico. Con rasgos del realismo mágico de
la literatura hispanoamericana.
…Aquellos que buscaban en el teléfono
alivio a su tedio comenzaron a disfrutar frecuentes emociones fuertes:
escuchaban, indistintamente, espeluznantes aullidos de lobos, lastimosos
quejidos y llantos masculinos, ruidos de cadenas que se arrastran sobre un
metal, extrañas explosiones y otras muchas ocurrencias…fragmento del Cagüeiro.
Quiero
destacar la nota de humor, la forma de caricaturizar a algunos personajes
como en el relato Oiga, compañero, del
apartado temas varios, así como la ausencia del barroquismo del lenguaje. Se
trata de una escritura directa y sencilla. Prescinde de audaces metáforas, retóricas
y adornos. Reales y maravillosos son
un conjunto de cuentos con una interesante huella personal, cercana a las
inquietudes de dos archipiélagos y una generación, la suya, en los que Elsa
Vega se basa en líneas que son fundamentales: identidad, memoria, mestizaje y
migración.
Elsa Vega
nace en Holguín, Cuba y, en sus relatos mezcla personajes, olores, animales,
diálogos vivencias y hasta sabores de los dos lados del Atlántico. Posee Máster
en Educación, es Graduada en Economía Doméstica, profesora de español y francés y ahora Catedrática jubilada. Su obra literaria
abarca diversos géneros. Ha ganado varios premios en la modalidad de ensayo,
investigación…Y me añade en una conversación que tuvimos:
- Soy
estudiosa del pensamiento del héroe nacional de Cuba, José Martí Pérez, nacido
en La Habana. Un escritor que se estudia en las Universidades como importante
ejemplo de fruto creativo. Yo he añadido el segundo apellido porque no podemos
olvidar su patrimonio genético: hijo de valenciano y
tinerfeño.
Y más allá
de todo eso, Elsa Vega celebra en su obra una vida vivida con conciencia plena.
Celebra un tiempo asumido en las vivencias de esa complejidad.
Muchas
felicidades a los/as editoras Begingbook y AOC, 2019 por hacer posible el libro
Reales y maravillosos al que deseo un largo, largo recorrido.
Intervinieron
en el acto Albertine Orleans como Presidenta de AOC, el poeta Julio Pérez
Tejera leyó uno de los relatos y Rosario Valcárcel hizo la presentación del
libro.
Reales y
maravillosos se presentó en la Orden del Cachorro en la zona de Vegueta, Las
Palmas de Gran Canaria y, estuvo arropada por el cónsul de Cuba Ulises Barquín
así como por un pequeño grupo de amigos.
Un acto en que tuvimos la suerte de escuchar a dos músicos de estilo rock. Ramón Betancor, vocalista y compositor, y el guitarrista Nau López. Ellos forman parte de la banda Extática, compuesto por cinco músicos. Extática (2016), es una banda canaria que ya empieza a sonar con fuerza. Se les escucha desde hace un tiempo en distintas radios y ya han colocado varios singles en los primeros puestos de la lista de Click and Roll Música y Redes de los 40 Principales. En 2018, su tema Hoy y Siempre fue nominado a Mejor Canción del Año de los Premios de la Música.
Un acto en que tuvimos la suerte de escuchar a dos músicos de estilo rock. Ramón Betancor, vocalista y compositor, y el guitarrista Nau López. Ellos forman parte de la banda Extática, compuesto por cinco músicos. Extática (2016), es una banda canaria que ya empieza a sonar con fuerza. Se les escucha desde hace un tiempo en distintas radios y ya han colocado varios singles en los primeros puestos de la lista de Click and Roll Música y Redes de los 40 Principales. En 2018, su tema Hoy y Siempre fue nominado a Mejor Canción del Año de los Premios de la Música.
Extática una
banda vital, apasionada que nos conduce a la euforia, al éxtasis.
Las Palmas
de Gran Canaria, 24 de abril, 2019