Confieso que desde que empecé a hojear “Fuga de relatos”
comprendí enseguida que los trece cuentos que constituían este libro eran narraciones
independientes tanto en sus temas como en su ritmo, que no se acomodaban al
libro de relatos previsibles porque son una colección de pequeñas historias
reales o ficticias que se presenta ante el lector con temáticas diferentes, escritos
en distintos tiempos cronológicos y en espacios culturales que algunas veces guardan
relación entre sí y otras no.
Ahora bien María del Pino Marrero Berbel deja la puerta entreabierta
al gesto crítico y elocuente, al guiño por los derechos de lo femenino, a
reflexiones filosóficas y humorísticas, a la propia experiencia de las
emociones humanas, de la vida.
Desde
el primer relato titulado “Historias de las orillas” hace alusiones directas e
indirectas a la tierra canaria, a Agaete, a lo coloquial y lo cotidiano, a los vocablos de
nuestra lengua, al “cuento” a la adjetivación y a los giros canarios. Nos
envuelve el poder de la palabra.
Las mujeres lo
tenían aún más negro, revolviéndose en lo seco, tierra adentro, arañando
cebollinos a la montañeta, hartas de lavar en las acequias y de limpiarles los
mocos a los chiquillos.
O en el
relato “Crimen perfecto” una
historia que ya con ese título posee un gran
atractivo y un halo de misterio ante el lector. Y si además coincide como en
este caso que es un relato maduro y mimado.
La vida teje los
hilos de la muerte y en su telaraña van cayendo pedazos de emociones,
sentimientos e ideas que van aniquilando el tiempo
También nos introduce en “La mansión de los Winterson”
narraciones donde encontramos historia de países y sus mitos. Descripciones
que estimulan nuestra percepción porque es un discurso repleto de luces,
colores, ruidos, voces. Costumbres.
…¡África es otro
mundo! En África tocas las raíces de la tierra, de lo ancestral del misterio.
¡Si viera Lawrence, los sakuyus, los masai, los tuareg, los bosquimanos…! ¡Los
ojos ardientes del silencio!...
Sabe
Berbel describir a los personajes, lograr un retrato fiel con vigor y colorido en
sus rasgos.
A mi mujer la
conocí en el pueblo, ella sabía de mí y nada le podía extrañar. Me enamoré de
Juana un día que la vi en misa, yo estaba detrás de ella emocionado por las
orquillas que prendían su velo.
Como indica nuestra autora en algunos de sus relatos hay
muchísimas referencias y homenajes a sus autor@s preferid@s, a los estudios que ha realizado a
través de los años, a la lectura de los clásicos. Referencias que toma como un
juego. Ingredientes que como en “El reino de los libros” pertenece al
mundo de las palabras, del tiempo, de la imaginación, de lo onírico. Al reino
de la ensoñación y de las fantasías.
Recorrer los
espacios del tiempo, los sentimientos, las emociones. Transitar la vida entera
entre realidades y sueños impagables entre las cuatro paredes de aquella biblioteca
que siempre fue su reino.
Fuga de
relatos es un libro editado por Huerga y
Fierro. Presentado en la Casa Museo Poeta Domingo Rivero por Juana Olivia
Falcón Falcón y por Laura Astrid Ramos Cardona, con rigor y sencillez. Más de
cien personas disfrutaron del ambiente cálido, de las palabras de Berbel, quien comenzó haciendo un recuerdo entrañable a Luis Natera, poeta recién fallecido. Al coloquio que se
creó con la nueva obra que ratifica la
calidad literaria de nuestra autora.
Un
libro que lleva una preciosa portada. Una foto de Rafael Hierro que representa un
invernadero que ha sido azotado por el viento, sin tejado en un paisaje de calima
y con un cielo desvaído, casi sin color. Un paisaje que podría simbolizar la
Fuga de los relatos de Berbel. Relatos que nuestro viento alborotador, nuestro
viento del sur, ha querido que emprendan la búsqueda de otros paraísos, de
otros lectores.
Desde
muy pequeña Berbel sintió una gran pasión por la literatura y nos dice que
escribía antes de saber escribir. Y quizás el estar dotada de un alma sensible y
sentir un gran amor por las artes plásticas le ha ayudado a su composición
narrativa, a su estilo, así en su obra se percibe el juego que hace con los
nombres de los personajes o el cambio sorprendente del personaje principal en “Carta
el Ingenioso Hidalgo de la Mancha” donde la propia narradora es la que
enamora; es la Cervantina.
..¡Oh, amor y amado! ¡Oh mi señor y dueño, que
por ganarme el cielo en los empeños, ligera y lisonjera transgredí las normas y
los mundos recorrí por mi honra! ¿Pues acaso la honra no es servirme de los
altos valores de mi alma?...
Pero su
verdadero refugio literario son sus espacios internos o externos. Espacios
donde quizás ha vivido o ha soñado los relatos, espacios por donde serpentea su
imaginación, espacios que son en definitiva, según sus propias palabras,
lo que construye su Universo, lo que la lleva a vivir y a escribir con una
mente sensible y con un registro muy personal.
Foto cedida por el Museo Poeta Domingo Rivero
Foto cedida por el Museo Poeta Domingo Rivero
facebook/rosariovalcarcel/escritora; www.rosariovalcarcel.com