Por Eduardo Sanguinetti
Candidatos y políticos megalómanos, traidores, fascistas,
narcisistas, especuladores, cobardes y mentirosos, que en nombre de la
"unidad" dividen, fragmentan, pactan en las sombras, en fin, invitan
como en todo año electoral, a instalar la reiterada puesta en escena de la
representación política: una invitación al abuso y la estafa, la entrega y el
robo.
Escapar de la realidad convierte al hombre en simple
espectador de su vida. Tal el caso de la ciudadanía argentina, que en octubre
votará a su verdugo, elegido entre unos cuantos arrastrados candidatos todo
terreno desideologizados y congelados en el umbral del averno metafórico del
fraude, candidatos que se presentarán como formidables "turros", para
lograr llegar a ser elegidos por un pueblo amancebado a ocupar el cargo, tan
devaluado por cierto, de presidente de la República Argentina...
Mauricio Macri, peronista de la última hora,
acompañado en la fórmula presidencial por el neo-gorila Miguel Pichetto,
un desalineado muchacho peronista, ex-menemista, ex-kirchnerista, hoy macrista,
bendecido por el "Turco" Menem y un guiño del FMI...
Macri parece que tiene fans aún, luego de tres años y medio
de ajuste, represión, degradación del trabajador y su sombra, llevando a cabo
la más espantosa gestión de gobierno de que se tenga memoria en Argentina,
persiste en seguir transitando su sendero agrietado... No tengo idea que les
dirá a los oligarcones y caretas, a los corporacionistas, los offshore y otras
lacras sobre los manifestado en infinidad de oportunidades, sobre los 70 años
de pesada herencia "peroncha", para justificar el "Armagedón"
que devino en su gestión, o algo así... De todos modos, encontrará en los
muchachos peronistas ese logro tan deseado, de recibir con alegría su merecido
choripán, con gustito a populismo... ¿habrá reforma agraria?, o es dar
demasiado para recibir tan poco...
En la otra esquina Alberto Fernández, mesurado
candidato, "cool" profesor universitario, transitó los más diversos
espacios, dejando interrogantes menudos, como acompañar a Cavallo, el rey de la
convertibilidad, un hombre con un metalenguaje que inhibe... Pero ninguno de
los que se presentan como candidatos, incluidos los charlatanes de la izquierda
neoliberal de la CIA, rentada cada 4 años, dejan de ser cómplices de la
degradación de la vida de una ciudadanía obediente, castigada al límite... No
se justifica de ningún modo en un país como Argentina que el 50 por ciento de
los niños tengan hambre y sean pobres, que haya millones de indigentes... el
norte primero y primordial debería ser tener a 44 millones de argentinos bien
alimentados y nutridos: ¡se puede!... Un territorio que puede dar de comer a
400 millones, puede dar techo a estos millones de exiliados de la vida, que
deambulan sin rumbo por esta tierra pródiga en tener gobiernos basura,
sedimentos de deposiciones recientes.
El discurso de la verdad debe ser velado a los ojos del
pueblo desentendido y anestesiado por las corporaciones económico mediáticas,
de opinión excluyente y monolítica, al servicio del pensamiento único, en el
que la libertad de expresión fue eliminada, dando espacio al simulacro, la
mentira, lo falaz en el planeta virtual del simulacro... poder mediático que de
la mano de la justicia travestida, destruyen la eticidad y la libertad.
Esta banda de miserables candidatos a la presidencia de la
Nación Argentina, con sus execrables actos, le dicen a los sin voz, a quienes
no soportan más esta sobrevida: ya pueden irse a otra parte si no se asimilan
al "credo invisible" jamás enunciado que deben profesar, ustedes son
los excluidos, sus reclamos de salud y educación, de techo y comida, de
igualdad y verdad, no serán tomados en cuenta; son un número en el sistema
pleno de virus, sigan marchando por las calles de ciudades y poblados, serán
reprimidos como rutina habitual a la que serán sometidos, pues forma parte del
folklore cifrado del poder y el pueblo... Pero desgraciadamente no existe otra
parte donde puedan ir los excluidos, pues no tienen una geografía de recambio,
ni otro suelo que donde han nacido, su tierra, que va desde los parques a los
cementerios.
Intentaré que todo o casi todo desfile en estas líneas
plenas de sentido vital y móvil... denuncio a la plutocracia, a la complacencia
de la pudibunda burguesía, a la ausencia de austeridad de los ricachones
parásitos, a la Justicia negociable en tienda de accesorios, al consumismo de
todo lo que se promociona en medios infectos, a la discriminación de los pobres
y de los diferentes, a los hipócritas defensores de los derechos humanos para
pocos, a los mezquinos que profetizan en templos maniqueos la llegada del
mesías inverso, a la farándula que vive y respira bajo el signo de la bajeza y
la inmundicia prostibularia, a los que envidian, a los fanáticos de lo que sea,
a los cobardes y viles arrastrados tras el lucro cesante... Solo quedan la
cloaca y el colaboracionismo... sé que no estoy solo en la enumeración de estos
datos crepusculares de la caída.
Si logro transmitir el absurdo total de lo que denominamos
vida en ¿democracia?, en esta caminata trágica, entre seres que pasan te miran
y sonríen estúpidamente, fragmentos de hombres que deambulan sin meta fija, las
farsa de las intrigas políticas, testimonio de una Argentina desconcertada por
la devastación permanente del sentido, imágenes del flagelo humano, de la
soberbia, la especulación, la mentira, del hambre, de la brutalidad de los
padecimientos y humillaciones de las nuevas generaciones, erotizados por las
redes en la web, viajes en trenes que siguen itinerarios prefijados y se
pierden en medio de la universal chatarra... todo condimentado con pequeñas
dosis de misticismo y epicureísmo, de sensualismo exuberante, en pleno proceso
de desintegración, que se opera en un "universo cataléptico":
monotonía asfixiante de decrepitud consumada en una conciencia sorda e
impotente, de un vacío total... salvo para los candidatos "fantoche",
que se mueven de manera permanente, lanzando la palabra vacua, que mata y
deviene en agonía del lenguaje vivo, el que dice "algo", cual
ceremonia secreta de los comienzos misteriosos.
Palabras lanzadas a tiempo, quizás, que comienzan para
mostrarme sincero conmigo mismo y que, a fuerza de percibir los olores
nauseabundos de los basureros de la sociedad y de las zonas más viscerales y
reprimidas de la conducta humana, acaba por romper con todas las barreras,
prejuicios y convenciones que pesan sobre la forma de representación del mundo
y del hombre, liberándome del malestar existencial ligado al deseo de cualquier
replanteo general, alcanzando una última meta, registrar principios éticos.
(*) Filósofo.