Conocí a Balbina Rivero, hace ya
bastantes años cuando el azar nos sorprendió en Santa Cruz de Tenerife. Ella se
nos acercó y muy animada nos habló de algunos libros que había publicado y de
sus proyectos literarios, del hecho de escribir. Así fue como empezó nuestra
amistad. No la conocíamos, pero a partir de aquel día nos tropezamos con mucha
frecuencia con un nuevo libro que tanto puede ser para niños como para adultos
o nos envía su último libro de poemas, como el que presentamos hoy “Poemas al viento”
Un libro de poesía publicado en
el 2014 por la editorial “Escritura entre las nubes” que tiene el aroma de la sencillez
y la espontaneidad, la actitud creativa del conocimiento y la estética que,
comparte con el lector en sus poemas sobre las despedidas, la religión, la
muerte, las letanías y las plegarias con una dosis de espiritualidad. Comparte
también la amistad, el amor o el erotismo como podemos escuchar en el poema “Queja
a Afrodita” en el que Balbina invoca las deidades del sueño, los seres
inmemoriales:
¡Ay, Afrodita! Tu hijo, ese
inquieto y caprichoso niño,
el que tiene las alas llenas de
vino y las flechas oxidadas,
corrígele y que no me torture, no
quiero sufrir más
este desasosiego nocturno ni
sufrir impaciente los días.
Me prometió un tálamo para compartir con mi otra mitad
que de celos sufre por mí y
retenido lo tiene, alejado.
No creas que solo él sufre por
Psique.
...Sabes bien que el corazón no sabe, no ve, no
comprende…
La voluptuosidad me embarga y espero bajo el
manzano,
ansiosa, la llegada de mi amado
espero sus caricias tantas veces degustadas.
Mi perfume le señalará el camino hasta
llegar a mí…
Un poema que fue premiado con un
accésit en el certamen de Poesía erótica. Canarias 2013 coordinado por Juan
Francisco González Díaz y Aquiles García Brito y que tuve el placer de formar
parte del Jurado y realizar el prólogo del libro titulado Poesía Erótica
Canaria, que publica Ediciones Ciudad Galdós.
“Poemas al viento” tiene el aroma
de esa poesía de la cotidianidad, de la experiencia en la que la autora incide
con intención de transformarla. Tiene el aroma de la poesía de las relaciones
entre las palabras y los seres que la rodean, de los lugares comunes, del
mundo. Por lo que podemos decir que es una poeta inquieta y soñadora en medio
de las realidades humanas y de su circunstancia. Una poeta siempre en constante
experimentación, capaz de entusiasmar a un público amplio.
Una escritora que alterna poesía y
narrativa. En este último género recrea la figura de Beneharo y se incorpora al
tratamiento novelesco de los mitos canarios; cada isla tiene su personaje.
Doramas en Gran Canaria o Tanausú en La Palma. En el caso de Beneharo, mencey
de Anaga, se trata de un héroe que según la tradición prefiere el suicidio
frente al sometimiento a los conquistadores castellanos. De este modo practica
el mismo ritual que Tanausú o que los últimos resistentes en Gran Canaria, que
al grito de ¡Atis Tirma! Se arrojan al vacío.
Beneharo es, según Balbina Rivero,
“un valiente que no se dejó doblegar por el conquistador”, y con la conquista
lucha consigo mismo para aceptar propuestas de los conquistadores que van en
contra de su voluntad. Era un “hombre sensible, amante de la tierra y del
contacto con la naturaleza, con la que vive en una especie de simbiosis, y
presiente que algo va a acaecer.” Y nos añade la escritora que el mencey fue
bautizado como Fernando de Anaga, desterrado en Arguinenín, y enterrado en Gran
Canaria.
Sin embargo, popularmente, se ha
creído que Beneharo se despeñó para no caer cautivo cuando el adelantado Alonso
Fernández de Lugo invadió Tenerife, pero este error parte de la recreación
literaria que hizo el poeta Antonio de Viana, poema que inspiró a autores
posteriores como Viera y Clavijo, y Ramón Gil Roldán, que sirvió de base a la
Cantata del Mencey Loco, de los Sabandeños.
Para el doctor Alvarez Delgado, quien fuera catedrático de Latín en
la Universidad de La Laguna, historiador y humanista, Beneharo fue una
invención del poeta Viana, del mismo modo que el vocablo Tamarán para designar
a la isla de Gran Canaria fue también una creación literaria del siglo XIX, una
invención de Manuel de Osuna Saviñón recogida en 1844. Lo cierto es que a través de la historia de la literatura
canaria se estructura un tipo de creaciones basadas en tópicos y
contradicciones, leyendas tejidas a los largo de los siglos sobre la historia
de Canarias.
Ahora Balbina Rivero nos plantea
en “Beneharo, mencey de Anaga. Fin del mito”, temas como creencias, costumbres,
a veces se adentra en la fantasía otras se ajusta a la realidad. En un relato
que divide en una veintena de capítulos cortos en el que nos va narrando desde
las costumbres de un pueblo, a los preparativos para la batalla o la muerte de
Bencomo. Una novela corta que tiene como eje central a Beneharo. En definitiva
un libro que con polémica o sin ella Balbina Rivero rescata al heróe, al mencey
de Anaga.
Un libro que nos permite fomentar
la lectura y el aprecio por uno de los mitos de Canarias. Beneharo, mencey de
Anaga
Foto Balbina Rivero con Rosario Valcárcel en el Museo Domingo Rivero
facebook/rosariovalcarcel
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