Un grito contra la ablación en el día Mundial de la Tolerancia Cero contra la Mutilación genital femenina
Grito para que la ablación sea solo un mal
sueño
Cómo
iba a imaginar que era la fiesta de mi Purificación
si era un
ritual de regocijo, de danzas y cantos donde
germinaba el pasado.
Tatuaron
mi cuerpecito de amarga henna,
invocaron al espíritu, batieron palmas.
El
aire me agarraba de la mano.
Celebraban
la llegada de una media hechicera.
No
podía entender el color de sus ojos centenarios
o
si era amiga o enemiga.
Cómo
iba a imaginar que era la fiesta de mi Purificación
si
inundaron el silencio de risas, tambores y timbales.
El destino me
trajo chillidos de hiena,
olor a ataúdes
Me
abrió la entrepierna a la sombra de un dátil
y con
una vieja hoja de afeitar cortó la raíz de mi deseo.
Águilas y buitres revoloteaban
enloquecidas
al olor de la sangre, al rumor que evoca
la muerte.
Cerré
los ojos e igual que un pájaro en una trampa,
aleteé
como una loca, grité, lloré.
-¡Aguanta, aprieta los dientes o nunca
encontrarás marido!
Castró
mi sexo como a los burros del desierto,
colocó
cerrojos a mis labios vivos.
Convirtió
mi sonrisa inocente en una sonrisa macabra.
Desgarró
la carne de mi alma.
Cómo
iba a imaginar que era la fiesta de mi ablación,
que a
mis ocho años una de las peores cosas de mi vida
había
sucedido,
Hoy es el Día Mundial de la Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina.
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