"El Quinto elemento" comenzó como un viaje
de ida y vuelta entre las aguas del Atlántico y del Báltico, entre Canarias y
Polonia, un país al que la vida le ha pasado por encima como una rueda pero que
posee una de las ciudades más bonitas de Europa: El casco antiguo de Cracovia. Un país en el que los artistas
Osvaldo Cipriani, Oliwia Hildebrant, Roberto Maciejski y Luz Sosa participaron
con sus discursos plásticos y ahora comparten espacio en Canarias, junto a otra
artista, Virginia Palacios.
La muestra rinde tributo a ese ciclo de creación y de
memoria de esos cuatro elementos del que ya los pensadores griegos afirmaban que
la Tierra estaba formada, aunque Aristóteles añadió que el cielo se constituía de un quinto elemento al que llamó éter.
Osvaldo Cipriani
nació en Argentina aunque se considera cosmopolita. La primera vez que lo presenté
dije, entre otras cosas, que es un
creador que se asoma al mundo y lo interpreta a través de su cámara. Un
fotógrafo al que le gusta cortejar el alma de la poesía, la creación cargada de
alegorías y referencias mitológicas. Un artista que crea imágenes surrealistas,
sensuales, oníricas y hoy ha integrado en esta exposición la aproximación entre
las artes.
Se trata de una
muestra titulada “Sobre poetas” formada por cinco poemas y cinco fotografías.
Montajes fotográficos, composiciones repletas de tonalidades y dramatismo. Ha
sido atraído por la lírica de Pino Ojeda, Torrejonero, Domingo Rivero y
Rosario Valcárcel.
O el ritmo de los
poemas de Shakespeare. Cipriani se inspira en el primer acto de Macbeth cuando las hermanas
fatídicas, las brujas, gritan: Lo bello es feo y lo feo es bello/ flota en
bruma y aire espeso/. Una manifestación en el que está presente la emoción y la
hondura sobre lo humano, la certeza de la fugacidad de la vida y la
reflexión.
Oliwia Hildebrant, polaca, artista y pedagoga, doctora por el Instituto de Bellas Artes en
la Universidad Jan Kochanowski in Kielce, practica la creatividad en el arte de
la pintura, en los gráficos, el dibujo y los campos mixtos.
Le atrae la metáfora
de la cotidianidad, dialoga con la naturaleza y se sumerge en el inconsciente. Entonces
amparada en el celaje de la noche, mece destellos de planetas sinfónicos en el
Universo con una fosforescencia submarina, densa, intensa. Y me revela:
-El día a día me
lleva a los extremos: similitudes y contrastes grabados en el tiempo. No me
centro en una sola disciplina y técnica. Estoy construyendo mi propio alfabeto artístico. Busco combinaciones de
colores originales, analizo formas, juego con el detalle. Y es esa esencia mi
búsqueda formal.
Recientemente Oliwia
busca arquetipos femeninos en la cultura, el fenómeno de la complejidad de ellos
en la de la naturaleza y los patrones que la civilización moderna nos impone. El
mundo interior, emociones, procesos y relaciones son el sujeto de sus consideraciones pictóricas. Las imagina en el
contexto de los elementos, sustancias de las cuales nuestras vidas están
hechas. Agua, fuego tierra aire, pero también madera, metal. Son diferentes en
su esencia. Luchan porque se necesitan. Llevan asociaciones diferentes.
Símbolos sentimientos. En definitiva, la esencia de su pintura es la
transferencia de emociones, pensamientos pero también la evocación que les
produce.
Roberto Maciejski nació en Polonia pero lleva más de una década residiendo en Gran Canaria.
Nos presenta dos obras realizadas con técnicas mixtas. Y lo primero que le
viene a la memoria cuando le pregunto el por qué ese toque simbolista, me
confiesa:
-Me gusta centrarme
en sueños, en emociones y fantasías. Me apasiona la naturaleza como principio
para generar mis obras. Creo que vivimos en una sociedad enferma que necesita
cambios. Cambios que yo día a día experimento en mi vida personal y
profesional.
Y quizás, por eso o
porque se identifica con el elemento aire, Robert titula una obra “Mirando
dentro”, dos máscaras estructuradas con alambres con apariencia de bronce que
lo arman, y que se reflejan sutilmente en un espejo central. Hay otro trabajo
suyo en el que nos muestra la figura de un ángel construido con pasta de papel,
un ángel atrapado entre tablas, un ángel que quiere escapar de un destino
ciego, mientras Robert, en esa doble faz del mundo progresa en el encuentro con
lo inesperado.
Viriginia Palacios: Es venezolana de nacionalidad española. Hija de emigrantes
castellano-gallegos. Reside desde el 2002 en la isla de Tenerife.
Nos ofrece un
tributo a la Naturaleza con una abstracción al paisaje como protagonista. Un
trabajo onírico en la que la artista refleja esa esperanza de volver al origen,
a la naturaleza no dominada, salvaje y extraña a la intromisión humana y a la
corrupción. Virginia me manifiesta:
-Ha sido un trabajo
netamente intuitivo, me suelo inspirar en el paisaje telúrico de la isla de
Tenerife, del paisaje de los acantilados de Los Gigantes, Masca, en la isla
picuda. Aunque para este trabajo me he dejado guiar involuntariamente por las
emociones que emergen en este momento en mi vida actual.
Una muestra que la
autora titula “Ensoñaciones entre realidad e imaginación”. Un trabajo en el que
nos presenta ráfagas, calimas, transparencias, espacios de silencio y vacío. La
atmósfera y la luz que forman el lenguaje artístico. Virginia sueña con
imágenes y lo plasma en sus lienzos, quizás con la intención de que se
conviertan en realidad.
Luz Sosa, pintora
grancanaria. Estudió Ingeniería Técnica de Telecomunicaciones en la Universidad
de Las Palmas y Grado de Diseño y Multimedia en la UOC, Barcelona. Comenzó
a pintar en el 2003.
Nos presenta cinco retratos,
óleos de rostros femeninos. Rostros modernos que emergen como catalizadores de
emociones espontáneas, como detonante de conquistas y de derrotas, rostros que
expresan hedonismo e inocencia, misterio, ejecutados con pinceladas rápidas,
sueltas, inquietantes y lúcidas. Así logra una composición visual de gran belleza y cromatismo. Su quinto elemento en esta
muestra es la luz y me explica:
-Cada rostro que he
pintado cuanta una historia a través de la luz. La luz hace que imaginemos
quien habita en mi piel. La luz es todo.
Luz Sosa, fiel a su
nombre capta en los contrastes y las sombras la condición humana a través de la
iluminación y los colores. Los llena de viveza y gracia y también de
sentimientos con la claridad que introduce en la acción. Una muestra de cinco
retratos llenos de personalidad y una sensual vitalidad impregnadas de un halo
poético.
Una exposición íntimamente
relacionada con el simbolismo de cada artista, así como con los elementos que
conformaron la Tierra. Una muestra que podrán ver en el Club La Provincia desde
el 20 de septiembre hasta el 8 de Octubre.
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