Un libro militante:
no solo constituye un canto apasionado en pro de la libertad y la alegría de
vivir sino que toma partido por la mujer, en la medida en que ha sido la parte
sumisa y dominada de la humanidad. La autora denuncia las discriminaciones, las
injusticias, la falta de libertad de las mujeres a lo largo de las
civilizaciones, la mujer que padece todavía la ablación de la conciencia
femenina, cuerpo maltratado.
Según Antonio
Arroyo, autor del prólogo, Rosario Valcárcel cree a pie firme que el amor es
una continua rotación entre Eros y Thanatos, el amor como una pequeña muerte,
la muerte como la culminación del amor: no una suerte de transcendencia, como
preconizaba Quevedo, sino como una inmanencia que desemboca casi en una mística
de lo carnal (como la de San Juan y Santa Teresa), tal como se parecía en
fragmentos de una gran intensidad poética:
Desenvaino,
la espada y con su luz atravesó
El pespunte
de mis labios rojos, el hervidero
De los
líquenes, la pelambre de Baudalaire.
E igual que
árboles abatidos por una tormenta,
Nos precipitamos
el uno en el otro.
Himno a la vida” es un libro que muestra la esencialidad
femenina, su capacidad de engendrar amor por las pequeñas cosas, su deseo de
pertenecer y dialogar con el mundo, con los seres, paisajes, árboles, casas...
El deseo de trascendencia a través de la belleza, de temas eróticos, sensuales,
del mundo de los gestos y la seducción. También constituye una reflexión sobre
lo efímero de la vida que identifica el destino de los humanos y el anhelo de
permanecer en el cuerpo del otro. En Himno a la vida asistimos
a la evocación de la memoria, la agitación ardiente de los deseos, la
celebración de esos instantes de plenitud que acontece a lo largo de la
existencia con una escritura directa, bella, repleta de elegancia y carga
emocional."
El acto estará amenizado por la clarinetista Celia Sánchez.
Al término de la presentación se servirá un vino.
Al término de la presentación se servirá un vino.
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