martes, 22 de febrero de 2022

Un Poema de Rosario Valcárcel traducido al gallego por la poeta Margarita Otero Solloso


 APAGUEI AS LUCES

 



 Había tempo que o amor se fora,

que o anxo da garda era un ogro 

de grandes cabeiros. Rabuñaba as miñas entrañas,

mordía a miña tenrura. 

 

Escarbaba nas tumbas podrecidas, 

buscaba máis dentro do meu corazón. 

Escoitaba os presaxios do ceo,  

a  superstición da eclipse. 

                        Falaba cos mortos. 

 

A miña cabeza danzaba, imitaba aos  derviches       

nunha sinfonía  anoándose e desanoándose, 

na luz turbia, nas  frívolas    

noites en erupción. 

  

Sometida á metamorfose dos adeuses,  

aos ollos das pedras,

as flores mofadas, as rabias rebeldes. 

 

Apaguei as luces  

e afasteime de lavas ardendo,  

da xente que cheira a medo.

 

 Apagué las luces 

 Hacía tiempo que el amor se había ido,

que el ángel de la guarda era un ogro

de grandes colmillos. Arañaba mis entrañas,


mordía mi ternura.

 

Escarbaba en las tumbas podridas,

buscaba más adentro de mi corazón.

Escuchaba los augurios del cielo,

la superstición del eclipse.

                        Hablaba con los muertos.

 

Mi cabeza danzaba, imitaba los derviches     

en una sinfonía anudándose y desanudándose,

en la luz turbia, en las frívolas  

noches en erupción.

 

Sometida a la metamorfosis de los adioses,

los ojos de las rocas,

las flores enmohecidas, las cóleras insumisas.

Apagué las luces

y me alejé de las lavas ardiendo,

de las personas que huelen a miedo.

                                                     
Del Himno a la Vida.
blog-rosariovalcarcel.blogspot.com 


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