No quisiera amargarles el turrón navideño, ni las viandas
consumidas, o por consumir, pero aún, siendo muy optimista, no podría calificar
de excelente el año que fenece entre estertores sociales, entre “cracks!
económicos y financieros y entre negros
nubarrones, que no dejan vislumbrar el futuro, desde los que emanan relámpagos,
rayos y truenos que angustian a los ciudadanos de a pie de este pais. Millones
de españoles se muestran enfadadísimos, aunque ahora menos, porque estamos en
noches de paz y en días de deseos de un próspero año 2013, que eso siempre
consuela.
Pero hemos visto como la gente se ha lanzado a las calles y
al peligroso ruedo hispano, reivindicando que no se desmantele el famoso “estado
de bienestar”, ni lo logros conseguidos “tras luchas y esfuerzos”. Señores ,
que uno se imagina muy comedidos y conservadores, a la vieja ultranza, se han
puesto también las ropas de manifestantes, han realizado marchas callejeras, o se han colocado (los más
tibios) en las puertas de sus establecimientos y lugares de trabajo, portando
carteles con consignas , con peticiones varias, y hasta con algún que otro
chascarrillo, para expresar su descontento y exigir rectificaciones,
reparaciones, más dignidad y que se
acaben los recortes, que ¡ya está bien!.Acciones que envidiarían a los
sindicalista de pro y de oficio.
Asi Pero todo muy ordenadamente, sin petardos, sin quema de
contenedores ni de libros prohibidos, ni rotura de escaparates ni de cajeros
automáticos. ¡Como Diosssmanda!. Así no podrán actuar los grises, perdón, los
azules puestos en las manifestaciones multitudinaria, con cascos, escudos,
porras y hasta bolas que le pueden sacar un ojo a cualquiera, para reprimir las
algaradas callejeras, como en los viejos tiempos. Ellos siempre están
dispuestos a defender el orden constitucional, las leyes, a las oligarquías y
señoritos de Andalucia y Extremadura, a los grnades empresarios y a la banca,
porque, al fin y al cabo, son los que pagan, aunque sea poco. Si bien el pato
lo pagan otros, como usted o yo, por ejemplo.
Un año movidito, con
descontento en las clases medias, funcionarios (a los que ni siquiera
les han pagado la extraordinaria de Navidad) , profesionales de la enseñanza,
portuarios, bomberos, policías, guardias
civiles, discapacitados, etc, que contrasta con la vida plácida de determinados
políticos, (con emolumentos poco austeros, acordes con las circunstancias) de
dirigentes empresariales cuyos sueldos están en las nubes, de jubilados privilegiados
con altos retiros blindados, con defraudadores que no pagan la SS, o se llevan
su “money” a paraisos fiscales; con alimañas de cuello y corbata que han robado
al máximo; con rufianes, de verdad, que blanquean sus emponzoñados beneficios delante de nuestras narices. Mientras, crece
el desempleo; los mileuristas ven bajar sus sueldos; los pensionistas continúan
“congelados” y temen por su futuro y la pobreza obliga a muchos a robar para
comer, o a recurrir a centros de caridad para sobrevivir.
La clase obrera también protesta por las leyes laborales que
no es favorecen a ellos, sino a los empresarios. Los ferroviarios, la clase
obrera, también se lanza a la calle para protestar. Los mineros caminan hasta
Madrid para pedir que no se cierren las minas, especialmente las de carbón. Ya
no hay carbón en este país ni para echarle a los que se han portado mal. En este año nos enteramos también que un
ex-presidente de la patronal hispana se encuentra en la cárcel porque
saqueó empresas y se comportó como una
sanguijuela ávida de sangre. Y se destapan casos y operaciones fraudulentas por
todas partes, en las autonomías, en los ayuntamiento, de manera que los casos
Malaya, (Julián Muñoz y la Pantoja) Faycán o cualquier otro, se convierten en
minucias comparadas con los nuevos descubrimientos. Y el gobierno, en vez de
detener a los que evaden el fisco, o de publicar sus nombres para escarnio
nacional, les da una amnistía, en vez de meterlos en la cárcel , como a Al
Capone... Nadie entiendo esta “misericordia” gubernamental contra los
infractores, listillos, ladrones de
guante blanco y demás especies.
En fin, llevamos camino del rescate (aunque nunca se sabe
con Rajoy), mientras que Toxo y Méndez lanzan proclamas de que con austeridad
no vamos a ninguna parte (me supongo que matizarán dónde y cómo), al tiempo que
piden piedad a este gobierno neocapitalista que se pliega a los deseos de la
señora Merkel, y a la banca hemofila nacional e internacional, causante-dicen-
de todos nuestros males y crisis.
Y parte de todas estas calamidades que parecen
apocalípticas, en el terrenos social y económico, aparecen los deseos de Artur
Mas que quiere “desespañolizar Catalunya”. y, por si fuera poco, surge el
“banco malo”, que se encargará de las hipotecas impagadas, de las casas robadas
(legalmente, eso si) y de que no haya
mas desahucios ni suicidios por esa causa. Bueno, será mejor no seguir, porque
hay más, mucho más y prefiero dejarlo en el tintero.Agur.
facebook/rosariovalcarcel./ escritora; www.rosariovalcarcel.com
Coincido con alegría acerca de la acertado artículo de José M.Balbuena Castellano, pues de tanta claridad se extraen realidades insoslayables y verdaderas. Pareciera que en esta era de levedad, el insoportable malestar del mundo en temas puntuales, se quieren ocultar o ignorar, dando lugar a transitar una existencia vana, futil y estúpida.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Eduardo Sanguinetti
Querida Rosario y estimado Eduardo:
ResponderEliminarYo también coincido, completamente con lo expresado en el artículo de José M Balbuena. Estamos cayendo en un mundo de hiperconsumismo que hace que no nos fijemos en los vericuetos de la "verdad" que nos dicen.
Feliz Año Nuevo a todos y todas.
Antonio.