Vídeo del retablo de Santa Úrsula Museo d´art de Catalunya
(Barcelona)
VÍRGENES
Una fe con testimonio
del pecado original
la noche del matrimonio.
No divise a Marco Antonio
Tácito, que vas perdida;
llora mucho por tu vida,
cena poco por tu alma,
y para ganar la palma
o haya lámpara encendida.
Ten tu lecho conyugal
con su mancha de artificio,
penitente sacrificio
sobre el ara original;
haya suspiro mortal,
y si Adán cogiera a Eva,
que toda fruta se prueba
en el jardín de la vida
dile con ansia afligida:
- Ay, señor, ¿dónde me
lleva?
Si la piadosa madrina
al tálamo te llevare
y al esposo llamare,
dile: - Señor, no soy
digna;
mas si el pobre determina
no parecer impotente,
dile con mucho dolor:
- Misericordia, Señor,
que soy cordera inocente.
Que con esto y con callar,
suspirar y presumir,
llorar, dudar y gemir,
el pobre la ha de tragar;
y si no quiere pasar
el agosto por abril,
para aliviar tu fortuna
di: - No hubo virgen
ninguna
después de las once mil, Décimas, El jardín de Venus, Samaniego
Dice una leyenda apócrifa que la que fue más tarde Santa
Úrsula, saliendo un día de Londres para la baja Bretaña, con once mil vírgenes
más, que debían casarse con los respectivos once mil soldados del capitán
Conan, su prometido, y poblar el extenso país. Mas, una tempestad milagrosa
arrojó tal virginal expedición sobre la desembocadura del Rhin, y río arriba…,
llegaron a la ciudad de Colonia, ocupada entonces por los bárbaros hunos; éstos
lógicamente quisieron hacer las veces de los hombres de Conan, sin más
formalidades, y como las adolescentes doncellas se resistieron, fueron
inmoladas (sic). Tan arraigada estuvo esta tradición, que hasta mediados del
siglo XVIII se celebraba el 18 de octubre la fiesta conmemorativa de estas
castas heroínas, cuyo número ya había sido reducido.
Algunos explicaron que
tan extraordinaria cantidad de vírgenes era como consecuencia de un error de
copia del primitivo texto latino del año 922 y encontrado en un monasterio
cerca de Colonia. En el citado documento dice entre otras cosas:
"Dei et Sanctas Mariae ac ipsarum XI m virginum"
donde "XI m virginum" debía leerse como
"undecim martyres virginum" (once mártires vírgenes) y en su
lugar leyeron "undecim millia virginum" (once mil vírgenes)
También se cuenta, que tal vez, donde se encontraba escrito
“Undecimille”, nombre de la única compañera de Santa Úrsula en aquel viaje y
que al transcribirse, algún “graciosillo” la convirtió en “undecim millia (once
mil). Expresión que quedó como proverbial para designar a las solteronas, así
como a una multitud de jóvenes muchachas casaderas.
La leyenda del hogar católico lo explica así: “La leyenda
cuenta que corría
el siglo IV cuando un rey de Britania (Inglaterra) prometió a su hija Úrsula en
matrimonio a un alto personaje de la nobleza del país. Su futuro esposo era
pagano y Úrsula cristiana, y no estando conforme con tal matrimonio, pidió y
obtuvo un periodo de tres años para poder peregrinar a Roma. Al regreso, la
caravana de vírgenes, fueron sorprendidas por los hunos (sic) y asesinadas
cerca de Colonia… en defensa de su fe y de su virginidad, Úrsula y sus
compañeras murieron mártires y sería elevada a los altares como Santa Úrsula,
alrededor del año 450. Festividad: 21 de octubre. (Barcelona, Ed. Juventud,
1962, pag. 1128- 1129)
Desde los primeros siglos del cristianismo, el aprecio y
mérito de la virginidad, más que un tema puramente de tipo sexual, entroncaba
con un deseo de parecerse a la Virgen María, considerada como un modelo de
perfección a seguir y por lo tanto de alcanzar los cielos.
Y se exteriorizó principalmente en el Renacimiento. Así el
día de la boda se les colocaba a las doncellas una corona o guirnalda matrimonial
alrededor de su virtuosa cabeza descubierta. Y con ese adorno, que quizás sea
un precedente del ramo de flores actual, debía llegar al altar.
Pero si se conocía que la mujer había sido desflorada antes
de la boda –aunque hubiese sido por su prometido- tenía suficiente con un
sencillo velo y el pelo recogido. Posiblemente venga de ahí la expresión
“soltarse el pelo” o de que los antiguos egipcios establecieron una extraña
conexión entre el cabello y la sexualidad. Llevar el cabello suelto o
despeinado se interpretaba como signo de erotismo.
Esta característica dio lugar a que cuando surgía una
competencia entre dos mujeres, a la hora de lograr los favores del hombre
soñado, empleaban un método ideal para luchar por el amante. Trataban de que la
rival se afease con la pérdida del cabello, para lo cual recurrían a la magia o
al empleo de determinadas sustancias como la anotada en cierta receta del
famoso Papiro Ebers, en el que se
aconseja colocar una hoja de loto
quemada en aceite y friccionar la cabeza de la persona “detestada”.
Pero las historias de las vírgenes son casi para escribir un
libro. Termino refiriéndome a un hecho que me contaron que ocurría en Malabar, costa oeste
del sur de la India: Si una chica tenía la adversa desgracia de morir virgen en
la costa de Malabar, se obligaba a un pariente pobre a desflorar su cadáver
pues creían que, si no se la desvirgaba, la “pura e inmaculada” doncella tendría
una existencia desgraciada en la otra vida. ¡Ah!, después al infortunado y
consentido violador se le arrojaba de la tribu a pedradas… ¿por infausto en su
quehacer?
De todas formas dicen que hasta el siglo XIX algunos
egipcios preferían no desflorar a sus novias. ¡Y pagaban a un sirviente!
¡Cómo cambian los tiempos!
Fotos: , con vídeo, Sta. Úrsula, Rubens ..
Fotos: , con vídeo, Sta. Úrsula, Rubens ..
Facebook/rosariovalcarcel/escritora
¡ESTUPENDO POEMA Y EXPLICACIÓN DE SANTA ÚRSULA! GENIAL, PRECIOSA. FELIZ NAVIDAD. BESOS
ResponderEliminarNIEVI
Feliz Navidad para ti también, querida Nieves María Merino. Un beso grande, grande.
ResponderEliminarMuy buen artículo, Rosario, te felicito una vez más. Saben que los queremos muy entrañablemente, amigos. ¡Si con almas como ustedes se poblara un continente! FELIZ NAVIDAD.
ResponderEliminarInteresante e instructivo, amiga. Qué bien!
ResponderEliminarSe te gradece.
Abrazos
Qué bonitas palabras!
ResponderEliminarTe importaría decirme de donde es la última pintura?
Muchas gracias! Un saludo
Amaparo y Belén... la foto pertenece al Museu Nacional d'Art de Catalunya Barcelona. Gracias por visitarme y un saludo cariñoso.
ResponderEliminarMuy amable, gracias.
ResponderEliminarNos gusta mucho leerte :)
Gracias, por seguirme por leerme. Un beso grande, grande.
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