Habiendo llegado al tiempo en que
la penumbra ya no me consuela más
y me apocan los presagios pequeños;
habiendo llegado a este tiempo;
y como las heces del café
abren de pronto ahora para mí
sus redondas bocas amargas;
habiendo llegado a este tiempo;
y perdida ya toda esperanza de
algún merecido ascenso, de
y no poseyendo más que este tiempo;
no poseyendo más, en fin,
que mi memoria de las noches y
su vibrante delicadeza enorme;
no poseyendo más
entre cielo y tierra que
mi memoria, que este tiempo;
decido hacer mi testamento.
Es este:
les dejo
el tiempo, todo el tiempo.
En lo alto
Un pájaro en lo alto,
en lo más fino
del árbol alto,
un tomeguín
nervioso, breve, tan liviano
como un soplo de luz,
está cantando
su propia levedad,
la maravilla
de su increíble ser
su pura vida
minúscula, perfecta, iluminada.
Eliseo Diego, nacido en La Habana, en 1920, conversaba con
un jadeo muy
suyo, que no era más que la dificultad que tenía para
respirar, parece que
provocada por algún enfisema pulmonar. Su palabra lenta y
casi saboreada
viajaba en un permanente ciclo, de la conversación al poema
y viceversa.
Fundador, con Lezama Lima, Pepe Rodríguez Feo, Virgilio
Piñera, Cintio y
Fina, entre otros, del grupo Orígenes, de enorme importancia
en la cultura
cubana, Eliseo Diego dio muestras, desde sus inicios, de ser
dueño y señor
de una manera muy personal de abordar la palabra.
Con “Inventario de asombros” alcanzó el Premio de la Crítica
en 1982.
Cuatro años después fue aclamado como Premio Nacional de
Literatura’1986.
facebook/rosariovalcarcel/escritora
Voces de Cuba, tan próximas, tan íntimas, tan llenas de fe
ResponderEliminarLuis León Barreto
Buen poeta. Gracias por rescatarlo del tiempo, Rosario.
ResponderEliminarAquiles García Brito.
Qué bien, amiga. Presentas un relevante poeta e intelectual de mi patria. Me ha resultado de mucho agrado.
ResponderEliminarGracias + Abrazos
Leí y sigo leyendo de vez en cuando a Eliseo Diego, un poeta cubano universal e intemporal.
ResponderEliminarEliseo Diego, un entrañable e indispensable querida mía, gracias, besos, Astrid Fugellie 🌷
ResponderEliminarGracias, Rosario. No conocía a Eliseo Diego. Los dos poemas me parecen extraordinarios. Seguiré el rastro de sus letras.
ResponderEliminarSiempre pones la miel en mi boca con poetas y escritores que dejaron su huella en los corazones.
ResponderEliminarGracias Rosario, lo leeré