Por Eduardo Sanguinetti, filósofo.
Estamos aquí, todos nosotros, con un pasado que nunca cesa,
un futuro que nunca empieza, un presente que nunca acaba”. (Cap. I, Morbi Dei,
Ed. Corregidor, 1985)
De todos modos ha llegado el año 2016… sin ser gran
visionario, intentaré hacer un pronóstico de lo que acontecerá en el tiempo por
venir.
Lógicamente, tomando como referencia los años transcurridos
de este tercer milenio muy definitivo, en los fines impuestos por los poderes
imperiales, a una degradada humanidad en su mayoría anestesiada y paralizada
ante el potente devenir de una realidad, ya anunciada, desde la literatura, la
filosofía, incluso el cine, a modo de una ficción que se ha cristalizado y se
ha instalado en este planeta.
Este año 2016, no dudo, será un año de muchas protestas en
todo el mundo… protestas y protestas, con razón y sentimiento de indignación y
hartazgo por la injusticia imperante, instalada por todos los gobiernos, que
parecen no mantener los principios de solidaridad, igualdad y fraternidad, en
paz para sus comunidades… hablo en estas líneas de la paz que sobrepasa todo
entendimiento. No hay otra. La paz está concebida en principios de cese de
hostilidades, de treguas, de pausas… la paz a la que me refiero no exige condiciones,
ni mediadores, ni requiere de garantías… es simplemente… si es victoriosa, una
victoria que descansa en el renunciamiento voluntario.
Los gobiernos se han olvidado que han sido elegidos por sus
pueblos, al menos es lo que parece y no por los banqueros o las corporaciones
élite de los negociados y las estafas. O no es así?… entonces bienvenidas las
protestas y las marchas en contra de la injusticia y de todo lo que atente a
nuestra condición de ser y estar en este planeta… instancias que bestializan a
la humanidad, cada día más esclavizada en el consumo impuesto, por el bombardeo
mediático permanente, de cualquier cosa.
La felicidad —como la verdad— radica en su búsqueda, en fin,
con todo lo que hace tener sentido a todo lo que tiene de maravilloso, feliz y
nítido la aventura humana, y que, a no dudarlo, servirá de referente a la
imaginación y vida de nuestros herederos, para que no permanezcan anquilosados
en la mera piel de las apariencias sensibles, y puedan caminar a instancias
trascendentes que logren hacer que “el hombre de hoy sea superado”, recuperando
la unidad de cuerpo y doble, rearmando la mentalidad estoica: la invitación a
soportar tiene que ser un motivo recurrente en la ética, que acompañe con la
voluntad de llevar a término la finalidad asumida a pesar de todas las
dificultades.
Intentar, recorrer nuestro angosto sendero, en acto de
meditar, sentir, pensar y actuar, solo imbuidos de la certeza de que contamos
con los elementos conducentes para llegar a nuestro proyecto, en actitud estoica
y persistente, sin especulaciones ni simulaciones, nos hará mantener la certeza
de la incertidumbre, que de lograr el fin propuesto, será por la persistencia,
voluntad y coraje, siempre a favor de nuestra existencia personal y cultural,
en verdad y libertad.
Año 2016, sumados todos los números da 9. No está mal… será
un buen año? ¿Para quién? ¿Importa?… los budistas tienen una creencia, que
comparto: no pensar en el pasado ni tampoco en el futuro.
El pasado no lo podemos cambiar… sobre el futuro no sabemos.
Ergo… hay que vivir el día a día, como diría Buddha desde Sarnath, India, hace
2.500 años… así que el 2016 vivámoslo día a día, disfrutando de esta
existencia, sin molestar a los demás… tratando en paz y silencio las urgencias
más inmediatas de nuestra comunidad.
Foto Eduardo Sanguinetti.
facebook/rosariovalcarcel/escritora
Con el amigo Sanguinetti, preparémonos para un 2016 rebelde, iconoclasta, capaz de unirnos en la lucha por la utopía
ResponderEliminarAunque dice mucha verdad —a mi ver—, creo que hasta es optimista, amiga mía. Para mí, este 2016 será un año de mucha más guerra y calamidades. Todo indica que vamos hacia la guerra...Bno, hasta el Papa dijo que ya estaba en desarrollo el comienzo de la 3ra Guerra. Ojalá, hasta el Papa se equivoque. Esperemos, que al final, triunfe la inteligencia y la cordura.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartírnoslo.
Abrazos