lunes, 10 de junio de 2013

EL PUNTO “G”. o punto Gräfenberg

YA SE DONDE ESTÁ MI PUNTO G

En el bosque rojo donde me deseas.
entre San Borondón y el Edén,
en el fondo del mar, en la cima
del Teide, en tu falo encendido,
en la puerta del Infierno.
Escondido en el nido de una urraca,
en los Jameos del agua.
En tus ojos tristes, en tu voz cascada,
en tus manos dulces, en tu piel morena.
En ese mágico lugar que compite con            
la conciencia: en la mente.
                                              de mi libro  “Las máscaras de Afrodita”

Se cree que el punto G es un cúmulo de terminaciones nerviosas, venosas y glandulares, sumamente sensibles, situadas detrás del pubis, alrededor de la uretra. Una zona que produce gran excitación y lubricación. La búsqueda del punto G tiene la finalidad de llegar al embrujo, a la  cumbre del placer sexual.

 La zona tiene una textura áspera o estriada que se diferencia de la superficie suave y lisa del resto de la vagina y que al ser estimulada, tiembla, aumenta de volumen, vibra en crescendo. Se aturde de felicidad.  
Pero no todas tenemos nuestro punto G en el mismo lugar, tanto que existe la hipótesis de que el punto G es en sí una extensión del clítoris y que esto es la causa de los orgasmos vaginales.

Lo cierto es que la única forma de encontrarlo es que la pareja se deje arrastrar por la pasión y lentamente ella permita que el juego de su pareja fluya por su palpitante vagina. Sin dejar de acariciarla con los dedos índice y medio en una especie de danza con un ritmo parecido a un mar que sube y baja.Y sin olvidar que este  tipo de caricia requiere mucho tacto ya que  la pareja puede acelerar o  ralentizar, entonces puede ocurrir que la música deje de sonar o por el contrario que suene de una forma estrepitosa y nos lleve a alcanzar la Gloria. Nos lleve a alcanzar el logro del orgasmo del Punto G.

 Foto: Amantes, Picasso.

Facebook/rosariovalcarcel/escritora;  www.rosariovalcarcel.com

8 comentarios:

  1. Buen tema para el equinoccio de un verano que parece no llegar. Dejo que Carmen Matute opine, con esta maravilla de poema que he encontrado:

    Poema Punto G

    Un desangrarse lento
    remontable
    hasta la más pérfida belleza
    hasta el misterio de la carne inerme
    un ciego encadenarse
    a la vida
    en medio de secretas humedades
    fingiéndose criatura marina
    o tal vez demonio
    cómplice de un ángel
    goloso y triste
    un desangrarse
    un encadenarse
    un agonizar feroz
    entre la luz imprecisa y virgen
    de un eclipse
    cerrados los labios y los ojos
    pero abierta
    extraviada
    florecida.

    Y de Dina Luz Pardo:

    PUNTO G: GIRASOLES
    A LA PUESTA DE LA NOCHE

    Cada paso resonando los tambores lúdicos
    En una noche de verano.
    Rayos dorados que desfallecen,
    Girasoles inclinados,
    Casi marchitos en medio del crucial encuentro.
    Pubis que aflora
    Labios que humedecen la noche,
    Cerviz que goza, que vibra
    y traspasa la tibia piel del capullo,
    Punto G a la puesta de la noche.
    Girasoles que perfuman, que engalanan,
    Que acarician la mirada, el roce,
    El estremecimiento en la penumbra:
    Clímax entre noche y día.
    Girasoles a la puesta del sol,
    Desfallecen en la noche
    y nacen a la luz del día.
    Punto G.
    Punto de encuentros multi-orgásmicos,
    Punto final.

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  2. Magníficos los poemas que me has enviado. Gracias Antonio por compartirlos en mi blog. Los guardaré con cariño.

    Un beso grande, grande.

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  3. Estimulante entrada en el blog de Rosario Valcárcel, excelente punto de vista lírico de Antonio Arroyo. El punto G de los hombres ¿también existirá? ¿Y cómo hallarlo? Bueno, en serio: gracias por estos temas en internet. Está fantástico el poema de Rosario que encabeza esta entrada.

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  4. Admiro la naturalidad con que expones los temas. Haces que los demás lo hagamos también, sencillamente porque no hay nada que ocultar.
    Ese poema tuyo de entrada es magnífico, es la mente la creadoras de mundos, y, cómo no, del Mundo.

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  5. Gracias de nuevo Antonio. Un beso grande, grande

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  6. Jose Angel Pineda 11 de junio de 2013 21:16


    sexología, ciencia y poema que reviste una apariencia de sencillo., me encantó. saludos

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  7. Me ha gustado mucho tu entrada Rosario. Se habla tanto del punto G y se dicen tantas cosas, que tú has sabido resumirlo y explicarlo tan bien que perfectamente nos lo dejas muy claro.
    Si me permites, invitos a todas a que les descubran su punto G, es fantástico.
    Gracias por escribir y publicar sobre estos temas de sexualidad como una cosa natural, como lo que es.
    Un abrazo.

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  8. Gracias Mina. Un beso grande, grande.

    Y seguiremos hablando de sexo.

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