ESTREMECIMIENTOS
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Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, se despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan, se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se
rehúyen, se evaden y se entregan
(Oliverio Girondo)
Poeta nacido en Buenos Aires, Argentina, el 17 de agosto del
año 1891 y fallecido en la misma ciudad el 24 de enero de 1967, después de
haber padecido durante unos años un estado de discapacidad física provocado por
un accidente.
Tuvo la oportunidad de visitar el viejo continente desde
muy pequeño, lo cual le abrió las puertas a una rica formación académica. Sus
primeros pasos por la poesía lo relacionaron con el nacimiento del vanguardismo
en su país. Además de su producción poética, incursionó en la traducción con
una obra de Rimbaud, aprovechando el privilegio de haber aprendido lenguas
extranjeras en su infancia. Casado con la poetisa Norah Lange hace de su casa
un lugar de reuniones literarias.
En este poema Se miran, se presienten, se
desean se
observa una sensualidad intensa,
una fuerza inusitada en su expresión. Al leerlo me he acordado de Simón de
Beauvior cuando escribió: la amiga se
complace en la certeza de acariciar un cuerpo del cual conoce todos los
secretos y cuyas preferencias les son señaladas por su propio cuerpo"
Algunos de los signos de placer sexual
femenino son entre otros el momento en que nos estremecemos. Y a ello se puede
llegar través de las caricias, del contacto de unas manos, de un pie… sobre
nuestra piel. A veces puede llegar a ser tan intenso que sin darnos cuenta perdemos casi el sentido de la realidad. Porque el tacto
a pesar de estar poco valorado en las relaciones sexuales pertenece al mundo más íntimo de los sentidos, al de las
emociones.
La obra de Girondo ha llamado la atención de la crítica
sobre todo libros como "Veinte poemas para leer en el tranvía",
"Persuasión de los días" y "En la masmédula".
En cuanto a él,
permaneció extasiado, con el sexo en erección y el cuerpo estremeciéndose
débilmente, como si lo recorriera el placer al recordar la boca de Marianne
abriéndose para entrar en contacto con el suave miembro, Anais Ninn
Los primeros poemas de Girondo están repletos de color e
ironía, superan el simple apunte pintoresco y constituyen una exaltación del
cosmopolitismo y de la nueva vida urbana e intentan una crítica de costumbres.
De pronto, una
descarga eléctrica me atravesó, frustrando la tierna caricia de la asiática que
lamía mis mejillas… Joy Laurey
No debemos olvidar
que las caricias deben ser el preámbulo del coito y que en las relaciones
íntimas el contacto con nuestra piel asume un gran poder erótico. Según la
Astrología cada parte del cuerpo está regido por un astro, por un universo tan
repleto en matices que nunca hay dos caricias iguales ni dos estremecimientos
idénticos.
Cuando nos
acariciamos cada signo tiene un toque especial que nos sacude, nos estremece. No
en vano poseemos entre seis y diez
millones de sensores táctiles que recogen la valiosa información que
llega del exterior y del interior del organismo.
Por eso en nuestras
relaciones debemos aprender a acariciarnos a recorrer lugares, partículas del
paisaje físico y espiritual. Debemos aprender a transportarnos, a crear nuestra
propia música como acto de comunicación y expresión de sentimientos.
facebook/rosariovalcarcel/blogspot.com
Se pueden pasar horas en ese "se" tan peculiar, tan sensual y erótico de Oliverio G. Ojalá muchas personas te lean y tomen consciencia de la importancia del tiempo y las caricias en este época marcada por las prisas del reloj. Gracias por hacer "tomar conciencia" de algo tan importante como es el acariciar, no sólo el cuerpo, sino también el alma.
ResponderEliminarRosario, gracias por hacerme vivenciar corporalmente los pasajes en que mi cuerpo todo, mis sentidos y mi sensibilidad, lo practicado desde mis primer contacto con la piel de una mujer...dieron sentido a mi ser y estar en esta tierra y me alejaron de lo práctico y concreto...Oliverio Girondo y su mujer Norah Lange, una pareja que ha vivenciado el erotismo en acto, devenido luego en escritura...vanguardia en el Río de la Plata, que la pacateria de la época no supo apreciar y disfrutar...hoy, podemos acercarnos suavemente, levemente y hacer de estas palabras una alegoría cual ceremonia del sexo en toda su perfección y milagro.
ResponderEliminarPoema 12 del libro Espantapájaros, una maravilla de Oliverio.
ResponderEliminarNunca nos cansamos de aprender. Después del poema de Oliverio Girondo, el texto de Rosario Valcárcel y el comentario de Inma flores, no hay que agregar mucho más.
ResponderEliminarComo siempre, la autora nos muestra un universo insinuante, placentero, de renacimiento personal.
ResponderEliminarCreo que el poema se llama 12 no estremecimientos.
ResponderEliminarTiene usted razón Sr. Russo. Pero como yo quería aprovechar el contenido del poema para hablar de los estremecimientos, olvidé colocar el número 12
ResponderEliminarLe agradezco la aclaración. Ya lo he añadido
Un saludo cariñoso.