Rosáceas de puntas zapatillas
calzaste hacia la cuenta atrás, alpispa
jovial con sepias cánticos de clavos
sobre arena en Las Canteras bailando.
Ingenua asida al garbo, tal vez tímida
violeta bajo turbante o nerina
en ramillete verbal de veranos
entre hilvanes y burbujas gozados.
Brazos, piernas..., sobre la roca heridas
para con yodo embridar su sangría
y con salitre abreviar los espasmos
del dolor o fiebre, del desengaño.
Peña la Vieja, palco en la bahía
donde tu mundo al alcance veías
tras espumas, revolcones y atlánticos
libres anhelos, Valcárcel Rosario.
(A
La Peña de la Vieja y otros relatos)
Adolfo
García García (01-08-2013)
García es
autor de los poemarios ‘Versos desde la calma’ (2001), ‘Versos desde
la cercanía’ (2005) y ‘Versos desde la cueva’ (2007), así como de ‘Náufrago
muerto’ (2012) que edita en unión del fallecido Luis Natera Mayor. Además,
publicó la novela ‘El veneno de la realidad contra la verdad’.
‘Actuales señores feudales’ es el título del
último libro creado por el poeta canario Adolfo García. Un libro que fue
presentado por la Nueva Asociación Canaria para la Edición, NACE y que según su
prologuista palpita con fuerza y
compromiso” También opina Antonio Arroyo
Silva, el autor “rompe el lenguaje políticamente correcto, incluso sus moldes
con esa manera singular de empleo de cultismos presentes y pretéritos junto a
voces del habla popular”.
“Actuales
Señores Feudales” está dividido en dos partes, una primera parte de poesía donde
denuncia la violación de los derechos básicos de todo ser humano y los
acontecimientos que la humanidad está viviendo como la falta de valores y el
exceso de consumismo en algunos sectores. Una vida sin casi tiempo para el
pensamiento. Una vida acelerada, frenética. Evoca el poeta sentimientos y
vivencias de precariedad e injusticias. Toda una alegoría de la propia
existencia por la que atraviesa este comienzo de siglo.
VALORES
Cuando vuelvo
atrás la vista/ se arremolinan/ flashes, apuros, mesura, / me da tonturas / comparar la garantía/ de mi alcancía/ con títulos basura/ que
esputan dudas/.
Son los
planes de pensiones/ flojos colchones, te desahucian al asilo/ cuando el pugido/ puja aún por soluciones/ a tus dolores. / Jarea: manjar bendito, caviar: un rito.
No insigne
ayer la persona/ ni sus axiomas, / mas las virtudes vigentes/ desprotegiéronse/
sin custodia, bajo la alfombra/ como bazofia./ Las engulló el siglo veinte/ con
mofa y webes/.
Y la segunda
parte “Actuales Señores Feudales” es
todo un lujo semántico en la que los poemas de Adolfo García arrancan con las
letras del abecedario y construye poemas basados en una retórica gongorina en
donde hay juegos, contrastes y hasta trabalenguas. Una poesía lúdica que evoca
signos en la mente e imágenes elaboradas, matizadas.
ZIE CHE
Despechada Ch
(c, h), / chal azabache/ acuchando bochornosa/ marcha jarocha./ Ancho, hechizad
echarpe/ antimarchantes,/ escúchame:
alcochona,/ lucha, abrócholas.
Achicada
chispa, mecha/ gacha deshecha, /achacoso espiche jincho/ anochecido: /
¿chantajeante pertrechas/ chachas sospechas/ atrincheradas, cuchillos/
enentredicho?
L’asechanza
reprochable/ barbecha’n baches/
chismorreos, cachondez, / cincha estrechez. / Entr’ helechales empáchanse/
duchos chavales/ cosechándote’n perchel/ desfachatez.
Gracias
Adolfo García García por este nuevo libro de poemas, por la audacia de “Actuales
Señores Feudales” que recomiendo su
lectura.
Y gracias también por este regalo, por este poema dedicado a mi primer
libro “La Peña de la Vieja y otros relatos”.
Qué buen poema te dedica Adolfo, Rosario. Y se lo dedica también a La Peña de La Vieja que me gusta mucho. Besos.
ResponderEliminarAdolfo García García es, además de buena persona, un poeta más que interesante por su versatilidad, por su aplicación, por su trabajo continuo y callado. El poema dedicado al libro "La Peña de la Vieja y otros relatos" es bueno. En cuanto a "Actuales señores feudales" es, como dice Rosario, "un lujo semántico", un juego gongorino, una aplicación barroca y juguetona.
ResponderEliminarEs mucho de agradecer que Rosario dedique su blog para hablar de mis versos, aunque lo más hermoso es que gaste parte de su tiempo en leerlos, analizarlos y transmitir sus sensaciones. Parecería arriesgado decir de ella que sea «Ingenua asida al garbo, tal vez tímida violeta...», pero así lo percibo y así lo escribo. Rosario es muchísimo más, hablando de su sensibilidad. Gracias también a Luis por sus palabras y a Sísifo (perdón, quise decir Arroyo). Un abrazo. Adolfo.
ResponderEliminarQuerido Adolfo, gracias por la broma. Nadie sabe decirlas mejor que tú con ese garbo de buena persona. Cuidado no sea que un año de estos vayas a llamarme Ester Hughes, jajajaja.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Antonio
Gracias a todos. Y un beso grande, grande.
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